Bolivia y Paraguay enfrentados en El Chaco (3 de 3)

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EL AUTOR es abogado. Reside en Santo Domingo.

Como dije antes la rendición de Bolivia frente a Paraguay la hizo el general Enrique Peñaranda. Fue un trago amargo. A él le correspondió dirigir durante los últimos dieciocho meses de la guerra de El Chaco Boreal a soldados que ya estaban fatigados y desmoralizados. En su beneficio hay que señalar que fue el más esforzado de los jefes militares bolivianos que encabezaron en ese conflicto armado toda la tropa de línea y ligera que se batieron con los paraguayos en la parte más al norte del Gran Chaco.  

Estigarribia en El Chaco 

El general José Félix Estigarribia Insaurralde, egresado con honores de la prestigiosa escuela militar francesa de Saint -Cyr, fue comandante en jefe del Ejército de Paraguay desde el 15 de agosto de 1932 hasta el 17 de febrero de 1936, cubriendo en esa elevada posición todo el período que abarcó la guerra de El Chaco Boreal, territorio donde estableció su Cuartel General de principio a fin de aquella contienda.

Fue un verdadero centurión moderno, pues durante todo el tiempo que duró esa guerra tuvo el triple mando estratégico, táctico y administrativo de las tropas paraguayas. Era un experto en guerra de trincheras, que aprendió en el desierto de Marruecos, como parte del ejército francés que operó en ese país del norte de África bajo la dirección del mariscal Louis Hubert Gonzalve Lyautey, que luego fue el famoso ministro de Guerra de Francia durante la Primera Guerra Mundial.

En la historia paraguaya Estigarribia está instalado entre los inmortales de esa nación, obviamente no en el sentido biológico sino mitológico de dicha palabra. Ello a pesar del humo cargado de sulfuro de algunos que adversan su memoria.

“…Estigarribia fue el mejor indudablemente en la guerra y también en la paz. Es el héroe que cumplió su juramento de “vencer o morir por la Patria…”Así lo describió hace 8 años quien fuera presidente de la Academia Militar de Paraguay. (ABC.10-sept.-2016.Pedro Antonio Acuña Soley).

Fue una típica paradoja latinoamericana que luego de ser el principal artífice militar del triunfo paraguayo frente a Bolivia en El Chaco fue apresado, encarcelado y desterrado de su país. Esa inquina fue por retaliación política inconsistente.

Ejerciendo la presidencia de la República murió en un accidente aéreo ocurrido el 7 de septiembre de 1940. Tenía52 años de edad. En su última etapa como gobernante ejerció de facto porque la Constitución no estaba en vigencia para entonces, principalmente porque las convulsiones políticas mantenían en estado de crispación insoportable a la sociedad paraguaya, lo cual llevó a Estigarribia a proclamar en forma imperativa, meses antes de su sorpresiva muerte, que “nuestra nación está al borde de la anarquía”.

Lo ascendieron a Mariscal póstumamente, al día siguiente de su trágica muerte, mediante un Decreto-Ley marcado con el número 2984, firmado por su sustituto el general Higinio Morinigo Martínez. En su diario el máximo héroe guerrero de El Chaco Boreal hizo anotaciones que se convirtieron en doctrina militar en Paraguay. Una de sus jaculatorias al arengar a las tropas era: “El que pega el primer zarpazo gana, y el que tome los nudos de los caminos y los pozos y lagunas de agua para abastecerse sobrevive”.

Organizó a los combatientes paraguayos en 20 regimientos de infantería y 10 de caballería, dependientes de varias Divisiones con misiones tácticas y estratégicas. Ordenó que parte de sus tropas operaran como batallones fluviales, entendiendo que se trataba de “la guerra de las vías de comunicaciones”. Concentraba soldados en puntos específicos y luego los ponía en movimiento a conveniencia.

Impartió muchas veces órdenes para que se hicieran operaciones de envolvimiento de los soldados enemigos y se abriera fuego graneado donde los bolivianos crearan formaciones de tenazas. Como jefe militar le daba prioridad a la acción ofensiva, por encima de la táctica defensiva, la cual sólo utilizaba ocasionalmente.

Hubo también en el Ejército de Paraguay, en esa época de guerra, las llamadas seguidoras de campamentos, que eran damas dedicadas a servir en limpieza, alimentación y otros menesteres a los soldados en campaña militar, sin que necesariamente tuvieran las tareas que según Mario Vargas Llosa en su novela publicada en el 1973 Pantaleón y las Visitadoras les asignaba a ciertas mujeres, en la zona selvática de Perú, el capitán del Ejército de ese país Pantaleón Pantoja.

Es pertinente señalar que junto al general Estigarribia también hicieron un formidable trabajo de dirección marcial sus principales ayudantes: Francisco Brizuela, Eugenio Garay, Luis Irrazábal y Rafael Franco, este último era apodado León Cojo, un magnífico estratega y hombre de gran honestidad. Luego de la guerra fue presidente de Paraguay.

El periodista, abogado y político Eusebio Ayala, igualmente llamado “el Presidente de la Victoria”, por haber ejercido la primera magistratura de Paraguay durante el período de la guerra del Chaco, ponderó (como constan en muchos de sus escritos) las elevadas condiciones de militar patriótico que identificaban al general Estigarribia.

 “Las concepciones estratégicas, tácticas y logísticas del general Estigarribia, asentadas sobre los más puros principios de guerra, llegaron a adquirir su sello característico e inconfundible”. Esas frases laudatorias las hizo un experto en ciencias militares e historiador paraguayo en una biografía sobre ese personaje. (José Félix Estigarribia. Editorial El Lector, 2011. Hugo Mendoza).

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