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EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El cineasta dominicano Carlos Eduardo Cabral, radicado en Estados Unidos, sigue estableciéndose como una figura clave en la industria de la animación gracias a su destacado trabajo en Walt Disney Animation Studios.
Cabral ha sido parte del equipo detrás de películas icónicas como Frozen, Big Hero 6, Moana y Raya and the Last Dragon, aportando su talento como director de personajes y animación técnica.
Actualmente, Cabral está inmerso en la producción de la esperada secuela Moana 2, una película que expandirá la historia de la joven navegante polinesia y su conexión con la naturaleza. En este proyecto, el cineasta aplica su experiencia de más de dos décadas, garantizando la calidad visual y emocional que caracteriza a las producciones de Disney.
Nacido en Estados Unidos y criado en Santiago de los Caballeros, Cabral es un ejemplo de cómo la perseverancia y la creatividad pueden abrir puertas en la industria global. Desde su incorporación a Disney, su trabajo ha sido fundamental en la creación de personajes que combinan un diseño técnico innovador con historias cargadas de emociones y valores universales.
El legado de Cabral es un motivo de orgullo para la diáspora dominicana y una inspiración para las nuevas generaciones de artistas en el país. Su trayectoria demuestra que el talento dominicano puede brillar en los escenarios más competitivos, al tiempo que pone en alto el nombre de la República Dominicana en Hollywood.
Con su participación en Moana 2, Carlos Eduardo Cabral refuerza su compromiso con el arte de contar historias que conectan con audiencias de todo el mundo, llevando consigo el espíritu creativo de su tierra natal.
Comentario del cineasta y comunicador Willy González sobre Carlos Cabral y su impacto en Disney
«El trabajo de Carlos Cabral en Disney no solo demuestra su excelencia técnica y artística, sino también el inmenso potencial del talento dominicano cuando se le abren las puertas correctas. Su contribución a películas que han marcado generaciones, como Moana y Frozen, es un claro ejemplo de cómo nuestras raíces pueden florecer en escenarios globales. En el caso de Moana 2, estoy seguro de que su experiencia y pasión serán claves para continuar entregando historias que conmueven y entretienen a públicos de todo el mundo. Carlos no solo es un orgullo nacional, sino también una fuente de inspiración para los jóvenes cineastas y animadores que buscan abrirse camino en esta industria tan competitiva», expresó González.