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São Paulo.- La presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann, pidió este jueves prisión para el exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), tras la investigación policial que lo acusa de tramar un golpe de Estado para mantenerse en el poder, tras su derrota electoral en 2022.
Hoffmann, que dirige la formación fundada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que la presentación de cargos por parte de la Policía Federal contra Bolsonaro y su círculo «abre el camino» para que estos «paguen por los crímenes que cometieron contra Brasil y la democracia».
«Intentar cometer fraude en las elecciones, asesinar autoridades e instalar una dictadura. Prisión es lo que merecen», escribió en redes sociales.
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La líder política aprovechó las acusaciones para rechazar, una vez más, la amnistía impulsada por Bolsonaro para perdonarse a sí mismo y a aquellos seguidores que irrumpieron de forma violenta en las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema, en enero de 2023, en protesta por la victoria electoral de Lula.
La Policía Federal denunció este jueves a 37 personas, entre ellas a Bolsonaro y a varios militares de alto rango, por los delitos de «abolición violenta del Estado democrático de Derecho, golpe de Estado y asociación ilícita», según informó en una nota.
El fiscal general de Brasil, Paulo Gonet, tendrá que analizar el informe policial y presentar o no ante el Supremo una denuncia formal contra los investigados.
Las autoridades brasileñas detuvieron esta semana a cuatro militares y un agente de la Policía Federal acusados de idear un plan para envenenar a Lula, además de matar al vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez del Supremo Alexandre de Moraes, instructor de la causa contra Bolsonaro.
Durante un acto celebrado este jueves con empresarios, Lula agradeció «estar vivo» y destacó que su objetivo al regresar a la Presidencia en 2023 fue devolver a Brasil a una «normalidad democrática» tras el mandato de Bolsonaro.