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El magnate de los medios Jimmy Lai negó este miércoles ante un tribunal hongkonés que conspirara contra el Gobierno chino en colaboración con potencias extranjeras o que difundiera ideas subversivas a través de Apple Daily, el periódico que dirigía y que fue cerrado en 2021.
Lai, crítico con Pekín, se declaró previamente no culpable de dos cargos de conspiración por colusión con fuerzas extranjeras bajo la Ley de Seguridad Nacional impuesta por Pekín en 2020, así como de un tercer cargo relacionado con la impresión y distribución de publicaciones sediciosas en relación con su extinto rotativo.
En la vista de hoy el empresario subrayó que su medio defendía principios fundamentales como "estado de derecho, libertad, búsqueda de democracia, libertad de expresión, religión y reunión" para que los hongkoneses pudieran disfrutar de estas libertades a través de un acceso más amplio a la información.
La capacidad de influir
Lai rechazó ser una figura política y aseguró que nunca buscó usar Apple Daily para "contaminar o corromper" las mentes de sus lectores.
"No creo tener la capacidad de influir en la mente del pueblo solo con mis escritos", dijo el magnate".
El testimonio de hoy se centró en la red de conexiones políticas de Lai, un aspecto previamente resaltado por la fiscalía, que le acusa de colusión con fuerzas extranjeras argumentando que se reunió con funcionarios estadounidenses en Washington durante la primera presidencia de Donald Trump para pedir sanciones contra autoridades chinas y hongkonesas.
Lai negó haber intentado influir en la política exterior estadounidense hacia Hong Kong o China a través de sus contactos. Además, declaró que nunca se reunió con Trump ni que estuviera en contacto indirecto con él.
"No creo que él me reconociera", subrayó.
Lai sí confirmó que se reunió con el entonces vicepresidente Mike Pence en Washington en julio de 2019, pero negó que le pidiera que tomara medidas contra Hong Kong o contra China.
Asimismo, dijo que sus encuentros con otras figuras políticas estadounidenses fueron "informales y superficiales".
También aseveró que nunca donó dinero a partidos políticos ni intentado sobornar a políticos extranjeros, precisando que sus contribuciones se limitaban a donaciones "pequeñas" de entre 30.000 y 50.000 dólares anuales para organizaciones religiosas de EE. UU.
Críticas a la Ley de Seguridad de Pekín
En relación a sus conexiones en Taiwán, donde también tenía publicaciones, reconoció ser amigo de la expresidenta Tsai Ing-wen, del soberanista Partido Democrático Progresista, resaltando que compartían interés en discutir la política estadounidense.
Lai también dijo que consideraba la idea de la independencia de Hong Kong o Taiwán como una "conspiración", y prohibió al personal de Apple Daily abordar lo que él calificaba como una noción "loca".
El tribunal escuchó que Lai ordenó al ex editor de Apple Daily, Cheung Kim-hung, que la oficina del periódico en Taiwán no debía publicar material que pudiera dañar la imagen de Trump antes de la implementación de la ley de seguridad nacional en junio de 2020.
Lai afirmó que creía que la supervivencia de su medio dependía del apoyo de su administración, y esperaba que interviniese de algún modo para evitar la normativa. "Si se implementaba la ley, Apple Daily estaba terminado", aseguró.
Una de las magistradas preguntó a Lai cómo pensaba que Trump podía ayudar: "Quizás simplemente pidiéndole a China que no lo hiciera. Quizá llamando a Xi Jinping (el presidente chino)", respondió.
Lai agregó que la libertad de expresión estaba en peligro con la nueva legislación, bajo la cual "no habría forma de operar un medio independiente".
"Los eventos posteriores demostraron que tenía razón", dijo, refiriéndose al cierre del periódico en junio de 2021.
El magnate, de 76 años, y sus tres empresas se enfrentan a tres cargos bajo la mencionada legislación, entre ellos la supuesta confabulación con "fuerzas extranjeras" y sedición según la legislación de la época colonial, por los que podría enfrentar penas de hasta cadena perpetua.
El empresario se encuentra cumpliendo otra condena de 5 años y 9 meses de prisión por un delito de fraude por supuestas infracciones en el arrendamiento de su compañía multimedia, una sentencia impuesta tras permanecer dos años en prisión preventiva y como colofón de una larga serie de causas contra él.
Lai se ha declarado no culpable de todos los delitos que se le imputan. Este juicio fue aplazado en julio hasta hoy, cuando el tribunal escuchó por primera vez su testimonio, que se espera se extienda entre tres y cuatro semanas.
China, por su parte, afirmó hoy que Lai es "un agente y peón de fuerzas antichinas" y que "nadie puede ampararse en la bandera de la libertad para participar en actividades ilegales y en intentos de escapar de la ley".
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