Maduro acusa a EE.UU. de querer apropiarse del petróleo venezolano

Nicolás Maduro volvió a encender el debate geopolítico al asegurar que Estados Unidos busca “robarse” el petróleo de Venezuela. Su declaración surge tras la reciente incautación de un buque cargado con crudo cerca de aguas territoriales del país. Las palabras, transmitidas este jueves por Venezolana de Televisión, llegan en un momento de creciente tensión bilateral y reavivan el debate sobre el control de los recursos energéticos venezolanos. 

Tensión diplomática por la incautación del buque Skipper 

El detonante de la denuncia fue la interceptación del buque Skipper, retenido por autoridades estadounidenses. Washington lo acusa de operar con una falsa bandera y de mantener vínculos previos con el contrabando de petróleo iraní. Aunque en esta ocasión el cargamento era crudo venezolano, la confiscación se realizó por orden de un juez federal. 

Maduro aseguró que el buque transportaba 1,900,000 barriles de petróleo, un cargamento que, según dijo, ya había sido pagado antes de salir del país. No precisó quién era el comprador. Para el mandatario, la incautación es una muestra de “piratería criminal” y un intento directo de apropiarse de recursos estratégicos de Venezuela. 

Desde la Casa Blanca, la portavoz Karoline Leavitt confirmó que el buque será trasladado a un puerto estadounidense para completar el proceso de decomiso. Señaló que existe un “proceso legal” para determinar el destino final del crudo. También informó que un equipo de investigación interroga en este momento a la tripulación.

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Maduro denuncia desaparición de la tripulación y anuncia acciones internacionales 

Durante su intervención, Maduro afirmó que los tripulantes del Skipper están “desaparecidos”. Esta acusación elevó la tensión y motivó el anuncio de que Venezuela acudirá a instancias internacionales. Su objetivo es asegurar todas las naves venezolanas y proteger el libre comercio del petróleo. 

El presidente calificó el incidente como una agresión contra Venezuela y contra el Caribe. A su juicio, el precedente podría afectar las rutas comerciales de la región. También instruyó a su equipo diplomático y jurídico a combinar acciones legales y políticas para responder al decomiso. 

Maduro insistió en que la soberanía energética del país es un principio “no negociable”. Según él, la interceptación del Skipper demuestra que “se les cayó la máscara” a los sectores que acusan a Venezuela mientras persiguen intereses petroleros propios.

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Un nuevo capítulo en la relación entre Caracas y Washington 

La incautación del buque ocurre después de meses de presión estadounidense en el Caribe. Washington ha reforzado su presencia militar con el argumento de combatir el narcotráfico, una acusación que Maduro rechaza de forma tajante. Estados Unidos sostiene que el Gobierno venezolano facilita actividades ilícitas, lo cual mantiene la tensión en el ámbito diplomático. 

A pesar del tono confrontacional, Maduro aseguró que la relación entre ambos países debe basarse en el “respeto, la amistad y la cooperación”. Además, pidió a los ciudadanos estadounidenses “amarrar las manos de los sectores extremistas, supremacistas y guerreristas”, a los que acusa de promover políticas hostiles. 

Este episodio introduce un nuevo capítulo en la disputa entre Caracas y Washington. El decomiso del cargamento se convierte en un símbolo de la pugna por el control energético y por la interpretación legal de las sanciones internacionales. Mientras avanza el proceso judicial en Estados Unidos, el Gobierno venezolano busca convertir el caso del Skipper en un ejemplo de defensa de la soberanía sobre sus recursos naturales.

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