Manuel Montilla, Premio Nacional ovacionado

“Manuel Montilla es un maestro de la plástica dominicana, entre los más grandes, no solamente a escala nacional, sino del Caribe y América Latina.

Anhelamos que esta distinción se imponga”. Así, habíamos iniciado nuestro texto, después de un extraordinario regocijo por los “Cosmos imaginarios”, la extensa exposición y retrospectiva más fascinante entre muchas y en muchos años, desplegada en el Museo de Arte Moderno, al finalizar el año 2022.

Creemos que nunca un Premio Nacional de Artes Visuales haya sido mejor atribuido y habrá motivado un entusiasmo comparable. Tampoco una ceremonia de entrega del máximo galardón conferido a un artista nacional, había causado tanta emoción, aunque se celebró en una estricta intimidad oficial, casi en un ambiente de familia.

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Tal vez por esta misma razón, estuvimos tan emocionados: reinó la pureza de un homenaje más que merecido. Manuel y Nati –es un premio compartido por un dúo inseparable- trajeron de España a hijos y nietos. ¡Y cuánta ternura sentimos, viendo la felicidad y el orgullo familiar: será un recuerdo imborrable!

Nos sobrecogió igualmente ver a tantos compañeros, a tantos hermanos en el arte. Acudieron por decenas…. El Premio a Manuel era el premio de todos, de los ideales, de la entrega absoluta durante más de medio siglo. Era un reconocimiento que cada uno sentía como suyo, que animaba a crear y a creer como lo había hecho Manuel Montilla, y como lo seguía haciendo.

Una estruendosa ovación, casi interminable, brotó de los corazones y de los aplausos. Todos de pie. Esto nunca, nunca, nunca se había presenciado. Momentos como este emiten un mensaje: la fe por el arte es el valor más sublime, y no era exaltación por el triunfo. El ejemplo de Manuel Montilla amerita reverencia, y esta aclamación espontánea la expresó.

Ahora bien, creemos que la unanimidad por este premio no solamente la causan un inmenso talento, una creatividad excepcional, una dedicación sin tregua al perfeccionamiento, a la exploración, a la intensidad, al equilibrio entre lo real y lo imaginario en el mundo del arte o sea lo perceptible, sino también se debe a una ética, a una vida de principios y solidaridad admirables.

Manuel Montilla es de un temperamento cordial, radiante aún, de buen humor siempre. Podríamos considerar su personalidad como privilegiada en el mejor sentido, contribuyendo a una gran distinción. La sencillez, la modestia, el altruismo figuran entre sus cualidades.

España y República Dominicana

Manuel Montilla reside en España, donde elevó en el arte sus estudios, su oficio, su cultura histórica. Allí encontró el amor y fundó un hogar. Enfrentó las dificultades, trabajó intensamente, expuso colectiva e individualmente. Ahora bien, desde muy joven, gracias a dotes y tenacidad, él se perfilaba como triunfador y audaz, con resultados brillantes en la Escuela Nacional de Bellas Artes y un Premio de Bienal a los 26 años.

Cada año, Manuel Montilla pasa una temporada en Santo Domingo. Jamás se limitó a ser un dominicano ausente, “fundido” en la diáspora e identificado con la cultura europea. Ciertamente, la asimiló en diferentes corrientes -realismo, impresionismo, expresionismo, surrealismo, pero a su manera, tampoco olvidamos un “neo-puntillismo”, propio, cuando era todavía muy joven. Igualmente amplió y perfeccionó sus técnicas. El maestro Montilla -título que no le agrada- sobresale en dibujo, acuarela, pintura, grabado, escultura, instalación aún, en todos los medios y expresiones.

Ahora bien, el surrealismo, la supra-realidad, los mitos a los cuales se suscribe Manuel Montilla, pertenecen a la cultura dominicana y caribeña. Su sincretismo y sus mundos sobrenaturales se nutren de la mitología antillana.

También la vida y su origen son para él impactantes, y la mujer –deformada y reformada- tiene un lugar esencial en su producción, en dibujos y pinturas cada vez más impresionantes con un colorido luminoso. Si las morfologías que él (re)crea son reconocibles, se caracterizan por un estilo muy personal, sino único.

Se impone valorizar el surrealismo especial de Manuel Montilla.

Hemos escrito mucho acerca de Manuel Montilla. Hoy, simplemente mencionamos su magnífica obra “abierta”-porque esta no se puede eludir-, pero queremos dar la preeminencia a su Premiación.

Coda

Ahora bien, cuando sucede algo excepcional, no dejamos de pensar en Danilo de los Santos, que se hubiera sentido feliz. En su Memoria de la Pintura Dominicana, él dedica varias páginas a Manuel Montilla, al que obviamente apreciaba mucho desde los inicios y al compás de su carrera. Nuestro incomparable historiador recuerda por cierto que el magno curador, gestor y crítico español, Luis González Robles, ya en el 1990, consideraba a Manuel Montilla “como un buen ejemplo de esta juventud creadora americana.”

Ojalá el Premio Nacional de Artes Visuales otorgue a Manuel Montilla la proyección hacia el mundo que ameritan su arte y su personalidad.