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Terry Stotts.
EL NUEVO DIARIO, OAKLAND.- Hay varias razones que explican el éxito reciente de los Golden State Warriors, quienes se han asentado en la primera posición de la Conferencia Oeste tras ganar diez de los doce partidos que han disputado hasta el momento. Dos de ellas, quizá las más relevantes, apuntan a los importantes cambios que se han producido en la organización durante la temporada baja.
La primera señala a la reestructuración de la plantilla. Pese a la marcha de Klay Thompson y Chris Paul, la gerencia de los Warriors, liderada por Mike Dunleavy, acertó con la contratación de Kyle Anderson, Buddy Hield y De’Anthony Melton, jugadores de menor calidad que los primeros, pero muy versátiles y fácilmente adaptables a distintos esquemas.
La segunda, más oculta para el espectador medio, tuvo como escenario el cuerpo técnico. Steve Kerr ha perdido en los últimos años a importantes asistentes como Mike Brown y Kenny Atkinson. Por ello, el técnico pidió este verano la contratación de Terry Stotts, para afinar el ataque, y de Jerry Stackhouse, con el propósito de ajustar aspectos defensivos.
“Tanto Terry como Jerry han sido una combinación maravillosa”, declaró Kerr este domingo tras un entrenamiento, según recoge el medio NBC Sports. “A veces necesitas sangre nueva en la plantilla y, a veces, la necesitas en el cuerpo técnico. Necesitas voces diferentes. Necesitas experiencias diferentes”.
De momento, este tándem ha convertido la desidia del pasado curso es una bocanada de aire fresco para Stephen Curry, Draymond Green y compañía. A punto de cumplirse el primer mes de competición, los Warriors no solo dominan el Oeste, sino que se sitúan entre las primeras cuatro posiciones de la liga en ratio ofensivo y defensivo.
Todavía es muy pronto para ello, pero quién sabe si los Warriors han dado con la tecla para recuperar terreno competitivo en la NBA y, con un poco de suerte, regalarle un último baile a Curry.