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Elly de la Cruz.
EL NUEVO DIARIO, GOODYEAR, Arizona – Elly de la Cruz abrió la parte baja del cuarto episodio el martes en la victoria de los Rojos sobre los Rockies por 8-5 en acción de la Liga del Cactus con un sencillo dentro del cuadro, mostrando una explosión de velocidad que dejó impresionados a los aficionados.
Pero eso no fue nada comparado con lo que estaba por venir.
El fenómeno dominicano de 23 años se robó la intermedia un turno después, cuando Austin Hays fue golpeado por un lanzamiento, lo que dejó a los Rojos con corredores en primera y segunda sin outs en un juego sin anotaciones ante los Rockies, mientras Tyler Stephenson se preparaba para batear.
Durante el turno, tanto De la Cruz como Hays se lanzaron en un doble robo.
El receptor de los Rockies, Drew Romo, intentó poner fuera a Hays en segunda, pero el jardinero llegó a salvo. Mientras tanto, De la Cruz no sólo se robó la tercera base con éxito, sino que nunca se detuvo y terminó anotando, sin que la pelota saliera del cuadro.
“Dicen que cuando vienes a un juego puedes ver algo que nunca habías visto antes. Yo nunca había visto eso”, dijo el piloto de los Rojos, Terry Francona, quien ha estado en Major League Baseball desde que debutó como novato de 22 años en 1981. “Cuando salió de tercera, pensé ‘no, no, no… buena jugada’. Creo que eso es lo más atlético e instintivo que vas a ver. Por Dios. Fue increíble”.
Inicialmente, la jugada fue anotada como un robo de base, con De la Cruz tomando el plato en el tiro. Poco después, se realizó un cambio oficial en la anotación, acreditándole dos bases robadas en la jugada.
Sin embargo, hay mucho más que velocidad en este tipo de jugadas, señala el nuevo capataz de los Rojos.
“Todos ven la parte física, pero si no mantiene la cabeza en alto y sabe dónde está la pelota, eso no sucede”, agregó Francona.
Las 67 bases robadas de De la Cruz en 2024 lideraron las Grandes Ligas, pero eso es sólo la mitad de la historia.
El All-Star quisqueyano también se convirtió en el primer torpedero en la historia de MLB en registrar al menos 25 cuadrangulares y 65 bases robadas en una sola temporada. Además, es el jugador más rápido en la historia en alcanzar 100 estafadas y 100 extrabases (251 juegos, superando los 253 de su compatriota Juan Samuel). También se unió a Vince Coleman, de los Cardenales (217 BR, 1985-86), y Rickey Henderson, de los Atléticos (133 BR, 1979-80), como los únicos jugadores en la Era Moderna (desde 1900) con 100+ robos en sus primeras dos temporadas en Grandes Ligas.