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La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU alertó que más de 20,000 personas han sido desplazadas en Puerto Príncipe, Haití, en tan solo cuatro días. Entre ellas, más de 17,000 ya se encontraban en 15 sitios de refugio, que ahora han quedado desmantelados debido al incremento de la violencia entre pandillas. La crisis ha colapsado las cadenas de suministro esenciales y dejado a la capital prácticamente aislada.
La OIM advirtió que muchas de estas personas enfrentan desplazamientos recurrentes, dejando atrás lo poco que han logrado reconstruir. Este nivel de desplazamiento no se había visto desde agosto de 2023.
Según el comunicado, el cierre del tráfico aéreo tras los disparos a tres aeronaves comerciales y las rutas controladas por grupos armados han intensificado el aislamiento de Puerto Príncipe, dificultando la llegada de suministros y agravando la vulnerabilidad de la población.
Grupos criminales continúan expandiéndose, tomando más vecindarios y aislando comunidades enteras. Además, alianzas entre facciones previamente rivales han incrementado la presión sobre una Policía Nacional debilitada por la falta de recursos, que lucha por contener la violencia.
En 2024, los enfrentamientos entre pandillas han causado casi 4,000 muertes, según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU. Las mujeres y menores de edad enfrentan riesgos alarmantes, con un 94% de los desplazados expuestos a violencia de género, incluido el uso de la violencia sexual como arma de terror.
“El aislamiento de Puerto Príncipe agrava una crisis humanitaria ya crítica”, afirmó Grégoire Goodstein, jefe de Misión de la OIM en Haití. “Nuestra capacidad para brindar asistencia está al límite, y sin apoyo internacional inmediato, el sufrimiento aumentará exponencialmente”, agregó.
A pesar de los desafíos, la OIM reiteró que sigue comprometida en brindar asistencia vital, incluyendo subsidios de renta, clínicas móviles con servicios médicos y apoyo psicosocial, además de agua potable y programas de reunificación familiar. También trabaja en el resto del país con proyectos para migrantes deportados y estabilización comunitaria.
Instó a respetar los principios humanitarios, garantizar la seguridad del personal humanitario y facilitar el acceso sin restricciones a las zonas afectadas. Asimismo, hizo un llamado urgente para aumentar los fondos de emergencia, ya que el plan de respuesta de la ONU para Haití, valorado en 674 millones de dólares, solo está financiado en un 42%, dejando a millones sin ayuda necesaria.