Importancia de un Diálogo Inclusivo en la Ley de Residuos Sólidos
La gestión de residuos sólidos es un tema crucial para la sostenibilidad ambiental y económica de cualquier país. En la República Dominicana, la Ley General de Gestión Integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos (Ley 225-20) ha sido objeto de debate debido a su reciente modificación. La Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) y la Asociación de Industriales de la Región Norte (AIREN) han expresado su preocupación por la falta de un diálogo inclusivo en este proceso legislativo.
La Importancia del Diálogo Inclusivo
El diálogo inclusivo es esencial para garantizar que todas las partes interesadas estén involucradas en la toma de decisiones. Esto incluye a las industrias, las organizaciones ambientales, los municipios y la sociedad civil. La participación activa de todos los sectores es crucial para desarrollar políticas ambientales sostenibles y efectivas.
Luis José Bonilla Bojos, presidente de AIREN, destacó la importancia de un proceso participativo en la modificación de la ley. "En AIREN creemos firmemente que una legislación bien fundamentada debe basarse en el diálogo y la colaboración entre el gobierno, las empresas y las organizaciones que tienen un papel fundamental en la gestión de residuos", afirmó[5].
Impactos de la Modificación
La modificación de la ley ha generado preocupación debido a la falta de consulta con los actores clave del sector. Esto podría afectar la efectividad de la normativa y su implementación. Además, el incremento de las contribuciones especiales que deben pagar las empresas, especialmente las micro, pequeñas y medianas empresas, podría tener un impacto negativo en la competitividad y sostenibilidad de muchas empresas del sector industrial y otros sectores productivos[5].
Mejores Prácticas en la Gestión de Residuos Sólidos
La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) ha destacado la importancia de la equidad en la gestión de residuos sólidos. La equidad se refiere al trato equitativo, justo e imparcial de todas las personas, incluidas las comunidades marginadas. La EPA recomienda la participación inclusiva de las partes interesadas, la expansión de los servicios de recolección, la formalización del reciclaje informal y la ubicación adecuada de instalaciones de tratamiento de desechos y sitios de eliminación[2].
Conclusión
La modificación de la Ley de Residuos Sólidos debe ser un proceso participativo que involucre a todos los sectores implicados. La falta de diálogo inclusivo puede poner en riesgo el éxito de una política ambiental sostenible para el país. Es esencial que se considere la equidad en la gestión de residuos sólidos para proteger el medio ambiente y mitigar el cambio climático.