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Reunión encabezada por los ministros. (Foto: fuente externa)
EL NUEVO DIARIO, MANZANILLO, MONTECRISTI. – Con el fin de abordar las demandas urgentes planteadas por el Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (CEBAMDER) y otros grupos locales, representantes del Gobierno dominicano y de una destacada empresa de energía sostuvieron una reunión con pescadores y organizaciones ecoturísticas del municipio de Pepillo Salcedo, en la provincia Montecristi.
Dicho encuentro, celebrado en el salón de sesiones del Ayuntamiento, buscó esclarecer las preocupaciones de más de cien pescadores que se han visto afectados por la ejecución de proyectos energéticos y portuarios dentro del área protegida Parque Manglares Estero Balsa.
Frank Valenzuela, presidente de la organización no gubernamental, destacó que en el encuentros del jueves participaron el ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, y el de Energía y Minas, Joel Santos, así como Alejandro Campos, presidente del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria Dominicana, además de la gobernadora provincial, Nelsy Cruz. En la reunión del pasado viernes también estuvo presente el señor Guillermo Estrella, de la empresa Energía 2000, la gobernadora provincial, Nelsy Cruz. Asimismo, asistieron el alcalde del municipio, Enercido Metz; Helvio Bejarán Álvarez, del Consejo Municipal de Desarrollo; y diversos líderes de las asociaciones pesqueras, entre ellos Joaquín Cabrera y Jorge André Jiménez, junto a representantes del ecoturismo local, como Nelson Blanco, de Manzanillo Eco Aventura.
“La gente es el centro de las políticas públicas de nuestro Gobierno. Por eso, en el día de hoy conversamos con los líderes comunitarios de Pepillo Salcedo para entender sus principales necesidades y conocer sus inquietudes. Se avecinan buenos tiempos para la gente de Manzanillo, Montecristi, y toda la zona noroeste”, escribió el ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, en su cuenta de Facebook, tras finalizar el encuentro.
En su intervención, Helvio Bejarán manifestó su preocupación ante el impacto socioambiental que generan los proyectos energéticos en Manzanillo, especialmente para el sector pesquero y el ecoturismo. El líder comunitario expuso que la construcción de un muelle y terminales de gas sin una planificación adecuada amenaza la biodiversidad del Parque Manglares Estero Balsa, además de poner en riesgo el sustento de decenas de familias que dependen de la pesca artesanal.
Asimismo, los líderes comunitarios solicitaron al ministro de la Presidencia que se concrete, a la mayor brevedad, la promesa gubernamental de ejecutar un muelle exclusivo para los pescadores, proyecto que estaba previsto ejecutarse en el presupuesto del presente año que concluye y otras obras vitales para garantizar la sostenibilidad del municipio. Desde la perspectiva de este colectivo, el Gobierno y el sector empresarial deben asumir un compromiso real y no solo brindar respuestas temporales que pospongan las soluciones definitivas que la comunidad de Manzanillo exige desde hace tiempo.
Entre las propuestas expuestas para proteger el modo de vida de más de 100 pescadores y sus familias, los grupos sociales coincidieron en la necesidad de establecer un fondo de emergencia respaldado por líneas de crédito accesibles. Dicho fondo permitiría impulsar iniciativas productivas y de ecoturismo, así como ideas de proyectos enfocadas en el uso responsable de los manglares, la diversificación de la pesca artesanal y la producción de valor agregado.
Entre esas ideas, se plantea una gama diversificada de alternativas productivas y de conservación para comunidades pesqueras afectadas por la construcción del muelle para el sector energético en áreas protegidas, centrándose en la acuicultura responsable, la producción de valor agregado y la promoción del ecoturismo. Iniciativas como el cultivo sostenible de ostras y moluscos, la certificación de camarón de manglar o la piscicultura en jaulas flotantes contribuyen a aliviar la presión sobre las pesquerías tradicionales, generando a su vez ingresos constantes. Asimismo, propuestas como la producción de miel de manglar, la fabricación de artesanías con subproductos marinos y la creación de rutas de ecoturismo fomentan la diversificación económica y refuerzan la identidad local, promoviendo la sostenibilidad en zonas de gran valor ecológico.
Al integrar la mejora de infraestructuras y la capacitación comunitaria —mediante talleres de mantenimiento, producción de biocombustibles o la creación de un centro de procesamiento—, se potencia la comercialización de productos y la formación de cooperativas y fondos de microcréditos. Esto, sumado a iniciativas de restauración de manglares y certificaciones internacionales de sostenibilidad, asegura un enfoque integral que alivia el impacto del desplazamiento, fortalece la economía local y protege los recursos naturales. Con el respaldo de planes de manejo responsables y el apoyo institucional adecuado, estos proyectos son claves para lograr un desarrollo que conjugue prosperidad y conservación en la zona costera del Parque Manglares Estero Balsa.
Asimismo, se resaltó la importancia de desarrollar iniciativas comunitarias —con asesoría técnica y apoyo financiero— que ayuden a los pescadores a reconvertirse y aprovechar oportunidades ligadas a la conservación ambiental. La creación de empresas locales dedicadas a la acuicultura, al procesamiento de productos marinos y a la oferta de servicios ecoturísticos se perfila como una alternativa viable para sostener la economía de la zona y prevenir el éxodo hacia otros lugares.
Sin embargo, líderes pesqueros y promotores del turismo de naturaleza advirtieron que, si los proyectos energéticos y portuarios avanzan sin la participación real de la comunidad, el impacto negativo podría ser irreparable. Además del deterioro de los manglares y la consecuente pérdida de biodiversidad, se generaría un clima de inestabilidad social que marginaría a los pescadores y a los emprendedores ecológicos de los beneficios prometidos.
Tanto el ministro de la Presidencia como el señor Guillermo Estrella, representante de Energía 2000, coincidieron en la necesidad de una mesa de diálogo continua, solicitada por los grupos organizados, para dar seguimiento a los planes maestros y al desarrollo sostenible del municipio. En este sentido, las autoridades y el sector privado expresaron su voluntad de priorizar la construcción de un muelle pesquero y asegurar infraestructuras que mejoren la calidad de vida de las familias locales.
No obstante, CEBAMDER recalcó que estas reuniones no deben ser vistas como meros encuentros protocolarios ni “un simple entretenimiento”. La comunidad de Manzanillo, que ya entregó en “cheque en blanco” parte de sus mejores suelos para la ejecución de proyectos energéticos, espera obtener resultados sólidos y duraderos que permitan preservar el Parque Manglares Estero Balsa y, a la vez, fomentar un desarrollo económico inclusivo.
Las voces ciudadanas también recordaron la necesidad de que el Gobierno retome la agenda de temas críticos del municipio, la cual fue discutida en una reunión previa de consenso del Plan Maestro, celebrada en el Club de Golf de Manzanillo, con la participación de diversas instituciones. En aquel encuentro se enfatizó el criterio de oportunidad, instando al Ejecutivo a priorizar las demandas del territorio y a garantizar la coordinación entre diferentes entidades estatales.
Según CEBAMDER, urge que tanto el Gobierno como el sector empresarial cumplan con el “criterio comunidad” acordado en dicha reunión, coordinada por la Agencia de Cooperación y Desarrollo de Estados Unidos (USAID). Este compromiso implica integrar de forma efectiva a los habitantes en las decisiones referentes a infraestructura, manejo de recursos y modelos productivos en la región, evitando que los proyectos energéticos se conviertan en fuente de desplazamiento y empobrecimiento.
Pese a las promesas expresadas y al respaldo ministerial anunciado, la comunidad de Manzanillo aguarda con cautela a que los acuerdos tomados se plasmen en hechos tangibles. Mientras tanto, los pescadores, ecoturistas y líderes locales siguen confiando en que la voluntad política y empresarial se traduzca en la protección real de su patrimonio natural y en el desarrollo integral que tanto anhelan. De lo contrario, no solo se perderá un valioso entorno ecológico, sino también la credibilidad de las instituciones a la hora de cumplir con su palabra empeñada.
Por Frank Valenzuela