Así es Mi Pueblo: Cotuí

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La ciudad de Cotuí es el municipio cabecera de la provincia de Sánchez Ramírez. Su nombre, escrito antiguamente Cotuy o Cotoy, era el nombre de la comunidad taína ubicada alrededor de la mina de oro y plata explotada por los conquistadores españoles a partir de la primera década del siglo XVI.

Historia:

La ciudad de Cotuí fue fundada oficialmente en 1505 por Rodrigo Trillo de Mexía, durante el gobierno de Nicolás de Ovando,[3]​ en el lugar que ocupaba una población indígena. Los Padres Jerónimo en la segunda década del siglo XVI la establecieron como centro de explotación minera con el nombre de La Mejorada del Cotuí, también llamada Los Mineros. En 1533 Cotuí adquirió categoría de villa y comenzó a conocerse como La Mejorada Villa del Cotuí. Un fuerte terremoto asoló la villa en 1562 y fue trasladada a su ubicación actual, al norte de la Sierra de Yamasá y próximo al Río Yuna.

Dice Rincón en su libro antes citado, que fundar una villa entre las montañas de la sierra respondía a un objetivo básico y a un interés específico para la corona española. Es el interés que motivó a los reyes católicos al otorgar oficialmente su respaldo al proyecto de Colón, que consistía en cruzar el gran océano en busca de oro y especia, ambas cosas muy necesarias en aquella época para la vida de los pueblos de Europa, y precisamente oro existía en abundancia en esta aldea ubicada en el mismo corazón del Cibao.

Comenta Rincón, que Antonio Sánchez Valverde en su libro Idea del Valor de La Isla Española, dice que se estimó en 30,000 kilos la suma total de oro extraído durante las dos primeras décadas del siglo XVI en la Española, cantidad superior a la totalidad de la producción en Europa en esos años y por encima del total de oro recogido por los portugueses en África.

Revela el Autor de La Mejorada Villa del Cotuy, que los indios le señalaban a Colón sobre una provincia ubicada en el reino de Guarionex donde abundaba el rico metal, y es de ahí que surge el mote popular entre los españoles a esta comunidad de: “La ciudad de la mina del Cacique”.

El Historiador Pedro Mártir de Anglería, en su obra “Una Década de Orbe Novo”, se refiere al territorio minero de Cotuí y explica: “Hay en la Española otra región con el mismo nombre Cotoi, la cual divide las provincias de Unhabo i Cayabo. Tiene montes i valles, allá está el origen del oro, no se cogen terroncitos ni al menudo: en piedras porosas i entre las vetas de las rocas se encuentra el oro sólido i puro: rompiendo las peñas se siguen los filones de oro”.

Gonzalo Fernández de Oviedo en su Historia General y Natural de Las Indias (vol.I), manifiesta que la más antigua mina de oro se labró seis leguas más allá de la sierra, en término de la villa del Cotuí, argumenta que la tradición asegura que llegó a un millón de pesos lo que se sacaba del yacimiento aurífero. En la página 76 de la obra citada, Oviedo le dice al río Yuna río Cotoy y dice que este río era el lugar de mayor saca de oro, luego recalca que el río Cotoy es riquísimo. En la pág. 191, Oviedo se refiere a la gran cantidad de plata , que además del oro se hallaba en la mina de Cotuí, señala que se confeccionaron algunas piezas de este metal como vasos y copas, dice que esta plata es de muy buena calidad, que la sacan los vecinos de Cotuí con sus negros.

Francisco López de Gómara autor de Historia General de Las Indias, se refiere en su obra a los grandes y poderosos ríos de La Española y expresa que son: Cibao y Cotuy, de ellos, de acuerdo al cronista, el primero es rico en pescados y el otro rico en oro. Fray Bartolomé de Las Casas también indica en su voluminoso libro sobre la Historia de las Indias, que tanto en la villeta como en el río Cotuy se sacaba una fabulosa fortuna de oro.

Fray Pedro de Aguado escribió una interesante historia de Venezuela, al referirse en dicha obra a la metalurgia de Santa Marta, dice que en la tercera década del siglo XVI corría en Santo Domingo oro de chafalonía de dos a siete quilates y que el oro más fino y de mayor calidad llegaba desde Cotuí. Es preciso resaltar, que en esa tercera década del siglo XVI, la mina de oro de Cotuí era explotada por una compañía alemana de mineros, quienes establecieron un importante campamento minero en aquel entonces. La mina era administrada por el español Francisco de Dávila en nombre del rey de España a través de un Mayorazgo. Después del fallecimiento de Francisco de Dávila en 1554, su testamento dice entre otras cosas,que el diez por ciento de la mina de oro de Cotuí es para la construcción de la iglesia de la villa de Aranda de Duero en España.

Juan Sánchez Ramírez:

Ha sido el personaje de mayor trascendencia que ha nacido en Cotuí a través de su historia, es el primer escritor de Cotuí, porque fue el primero que escribió un libro, cuyo título es Diario de la Reconquista(1808-1809), donde narra los pormenores de la lucha de los dominicanos encabezados por él, para desalojar a los franceses de esta parte de la isla de Santo Domingo, cuyos habitantes defendieron un poco más de tres siglos de historia hispano-africana, con su idioma español y altamente influenciado por esa doble cultura que dio lugar a un mulataje sin precedente en América.

Independencia y Restauración:

En el capítulo III de su obra, Rincón hace alusión a estos dos acontecimientos de significativa importancia para la República Dominicana. Luego que Juan Pablo Duarte funda la Sociedad Secreta La Trinitaria el 16 de julio de 1838, casi de inmediato se organizan los cotuisanos bajo las batutas del Padre Puigvert y José Valverde. En una de las reuniones conspirativas contra las autoridades haitianas que se realizaron en Cotuí, fueron apresados Puigvert y Ramón Matías Mella por el propio presidente de Haití Charles Herard, quien pasó por esta ciudad con el fin de desmantelar la conspiración duartista, más tarde fueron dejados en libertad y seguido se incorporaron a la lucha.

Cotuí y San Francisco de Macorís se convirtieron en los primeros pueblos que despojaron a las autoridades haitianas de los ayuntamientos, ejerciendo el poder municipal independiente. En enero de 1844 tanto Valverde como Puigvert firmaron el Manifiesto del 16 de enero, para hacerle saber al mundo y especialmente a las autoridades haitianas, que el pueblo dominicano tenía todo el derecho de ser independiente. Después de proclamada la independencia un sin número de cotuisanos participaron en las diferentes batallas que se escenificaron para enfrentar las invasiones haitianas, ya que Haití se resistía a reconocer la independencia proclamada por el pueblo dominicano el 27 de febrero de 1844.

Pedro Troncoso Sánchez en la página 312 de su libro: La Vida de Juan Pablo Duarte, describe la visita que hiciera el padre de la patria a la ciudad de Cotuí el 24 de junio de 1844: “Muy tarde en la noche llegaron a Cevicos, a descansar en las horas de la madrugada del 24 y continuar la marcha. A mitad de camino y siguiendo los indicadores de los prácticos, hubieron de vadear el río Chacuey, de lecho profundo y peligroso. El 24 en la tarde recibía Duarte el saludo del comandante de las armas y de los concejales de Cotuí, a quienes acompañaba el párroco Puigvert. Estos proporcionaron buen alojamiento a los viajeros. Al otro día, sumándose a la comitiva algunos amigos cotuisanos vadearon el caudaloso río Yuna”. Todo parece indicar, que Juan Pablo Duarte se reunió con los cotuisanos, a fin de comunicarles sus inquietudes, en horas de la noche antes de irse a la cama, oportunidad que aprovecharon los hijos de Cotuí para proclamar al patricio como el más idóneo para ocupar la primera magistratura del Estado Dominicano.

No bien se conocen los acontecimientos en Capotillo, cuando Cotuí se pronuncia a favor de la Restauración, cientos de cotuisanos se fueron a la lucha por recuperar la República perdida con la anexión a España en 1861, los que más se destacaron fueron Esteban Adames, Basilio Gavilán, José Epifanio Márquez, Tomás Castillo y Francisco Suriel, quienes se sumaron a diversas líneas de acción, pero principalmente a la línea del Este la cual tenía su cuartel general en Cotuí, comandada por el General Gregorio Luperón.

El prolífico escritor don Emilio Rodríguez Demorizi, recoge en un voluminoso libro, lo que él denomina Los Papeles de Bonó, y en la página 119 Pedro Francisco Bonó deja como testimonio su experiencia en uno de los cuarteles de la línea del Este conocido como el Cantón de Bermejo y dice que en su calidad de ministro del gobierno restaurador, hacía una visita de inspección a las tropas en ese cuartel, donde se dio cuenta que las tropas dominicanas estaban vestidas de harapos, que casi nadie estaba vestido, el tambor de la comandancia estaba con una camisa de mujer (era el cotuisano Valentín Otáñez) dice que daba risa verlo redoblar con esa túnica, que de Cotuí y Cevicos habián 56 hombres.

La Cultura Cotuisana:

Se manifiesta por las celebraciones y costumbres que vienen transmitiéndose a través de generaciones desde los tiempos de la colonia española,una de ellas es el carnaval, que aunque tiene su origen en España está fuertemente influenciado por la cultura africana. Cotuí posee diversos personajes carnavalescos pero el que más identifica al cotuisano es el Papelús, que está confeccionado de cualquier tipo de papel, años atrás se usaba mucho el papel de periódico, en la actualidad se utiliza el papel de colores que le da más colorido a nuestro carnaval. Otro personaje es el Platanús es el que da origen al Papelús porque es más antiguo, además un personaje que ya se ha perdido es el El Medio Día, este personaje es puro africano.

Otra manifestación cultural cotuisana es la celebración de la fiesta mágico religiosa del espíritu santo. Se celebra entre los meses de mayo y junio de cada año, a la organización se le llama cofradía o hermandad. Esta celebración se caracteriza por el toque y el canto de los palos o atabales. Es la más vieja cofradía del Nuevo Mundo fundada por el clérigo Alvaro de Castro en 1529.

Cotuí como todos los pueblos del país cuenta cada año con sus fiestas patronales, estas festividades se celebran en honor a la virgen Inmaculada Concepción, se inician el 30 de noviembre hasta el 8 de diciembre. Es una de las fiestas patronales más antiguas del país, ya que el presbítero Juan Puigvert lo reseña en un libro que dejó inédito, escrito por él unos años antes de la Independencia Nacional. Fue publicado luego en otro libro del escritor dominicano Emilio Rodríguez Demorizi titulado Baile y Cantos en Santo Domingo.

Gastronomía Cotuisana:

El plato típito de Cotuí es el arroz blanco con seso vegetal, solamente se consume en Cotuí y si se agrega aguacate es todavía más sabroso. En Cotuí se consume mucho el sancocho de cualquier tipo de carne: de cerdo, de res, pollo,pato, etc. A mediados del siglo XIX el escritor dominicano Pedro Francisco Bonó pasó por Cevicos y Cotuí y menciona en uno de sus libros que pidió posada en Cevicos y le brindaron un sabroso plato de sancocho. Es preciso mencionar además que a los cotuisanos les encanta el sancocho de frijoles y el asopao. Luego de que se iniciara el funcionamiento de la Presa de Hatillo, en su lago se crían un sin número de peces como la carpa, tilapia trucha y otros que han revolucionado la comida cotuisana, existen en Cotuí restaurantes que se especializan en estos platos.

Durante la colonia española, Cotuí era una Parroquia del Partido de La Vega. En el período de la ocupación haitiana, fue común del Departamento del Cibao. Con la independencia nacional, pasó a ser Común (Municipio) de la Provincia La Vega.[4]​ Luego, en 1945, pasó a formar parte de la provincia Duarte hasta la fundación de la provincia Sánchez Ramírez, cuando Cotuí pasó a ser el municipio cabecera de la nueva provincia.

(** Note: This article was migrated from a legacy system on 7/15/2023)

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