La Importancia de un Diálogo Constructivo sobre la Ley de Residuos Sólidos en República Dominicana

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La Importancia de un Diálogo Constructivo sobre la Ley de Residuos Sólidos en República Dominicana

El manejo de residuos sólidos es un tema crítico en la República Dominicana, donde el crecimiento acelerado ha llevado a la incapacidad y colapso de los sistemas de gestión previamente considerados suficientes. La Ley 225-20, sobre Gestión Integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos, fue aprobada en septiembre de 2020 con el objetivo de prevenir la generación de residuos y establecer un régimen jurídico para su gestión integral, fomentando la reducción, reutilización, reciclaje, aprovechamiento y valorización de los residuos[1][4].

Sin embargo, la reciente modificación de esta ley ha generado preocupación entre varios sectores. El Senado de la República aprobó de urgencia el proyecto que modifica y elimina varios artículos de la Ley 225-20, lo que ha sido criticado por la falta de diálogo y consulta con los actores clave del sector[2][5].

La Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) expresó su profunda preocupación por el contenido del proyecto de modificación, destacando que la reforma se realizó sin la debida consulta y que incrementa de manera desproporcionada la contribución especial que deben pagar las empresas, incluyendo a las mipymes, con aumentos que oscilan entre un 140% y un 3,750%[2].

El Consejo Nacional del Comercio en Provisiones (CNCP) también mostró su preocupación, afirmando que la modificación podría generar graves repercusiones sobre los negocios, la economía nacional y el bienestar de los consumidores dominicanos. El presidente de la entidad, Alberto Leroux, indicó que la imposición de nuevas cargas sobre las operaciones haría insostenible la labor de las empresas, comprometiendo no solo la estabilidad de estas, sino también el acceso a productos esenciales para la población[4].

Es crucial que se abra un espacio de diálogo constructivo entre las autoridades y los sectores afectados para diseñar soluciones responsables que equilibren el manejo adecuado de los residuos sólidos con la estabilidad económica y social del país. La participación activa de todos los órganos gubernamentales implicados y de la ciudadanía en general es fundamental para lograr un manejo integral y sostenible de los residuos sólidos[3].

La gestión de residuos sólidos urbanos es una problemática que ha generado numerosos conflictos y luchas en los últimos años en la República Dominicana. Es esencial que se cree un marco legal que contribuya a reducir los impactos negativos en el medio ambiente y los perjuicios a la salud debido a los residuos. Un diálogo constructivo y participativo es la clave para lograr un manejo eficiente y sostenible de los residuos sólidos en el país.

Referencias
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