Prevención y alerta sobre medicamentos falsificados en República Dominicana durante la temporada navideña

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En medio de la alegría y el fervor navideño que envuelve a la República Dominicana, existe una amenaza silenciosa que crece en las sombras del comercio ilícito. La Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos (Fedefarma) ha emitido una alerta urgente sobre el incremento del tráfico de medicamentos falsificados, un fenómeno que se intensifica durante las festividades de fin de año y que pone en riesgo la salud e integridad de miles de dominicanos. Fedefarma advirtió sobre los riesgos adicionales que surgen en Navidad.

Carmen Da Silva, Directora de Fedefarma para el clúster de Panamá y República Dominicana, explica con claridad la dinámica que se produce en estas fechas. Durante la temporada navideña, el incremento en la circulación de personas y de dinero suele traducirse en un mayor volumen de compras. En ese contexto, muchas personas buscan soluciones rápidas y aparentemente más accesibles para atender desde resfríos y malestares comunes hasta enfermedades crónicas. Esta dinámica, lamentablemente, abre espacios para que redes ilegales introduzcan al mercado productos no regulados, poniendo en riesgo la vida de las personas y generando altos costos para los sistemas de salud.

La magnitud del problema en números preocupantes

Las estadísticas revelan una realidad alarmante. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, entre el diez y el treinta por ciento de los medicamentos que circulan en países en desarrollo, incluidos los de Centroamérica y el Caribe, podrían ser falsificados. Esto significa que aproximadamente entre uno y tres de cada diez medicamentos disponibles en el mercado dominicano podrían ser ilegítimos, tanto en sus versiones de marca como en las versiones genéricas. Expertos alertan que hasta tres de cada diez medicamentos podrían ser ilegítimos en República Dominicana.

Los gastos anuales derivados de estos productos ascienden a treinta mil quinientos millones de dólares a nivel mundial. La carga económica es sustancial, pues las pérdidas anuales causadas por la ineficacia del tratamiento, mayores costos de atención de salud y pérdida de productividad se cifran en miles de millones de dólares.

Comprendiendo la amenaza: qué son los medicamentos falsificados

Los medicamentos falsificados son productos que han sido fraudulenta y deliberadamente mal etiquetados en relación con su identidad y su origen. Comprenden desde la copia ilegal de productos registrados hasta la manufactura de productos sin sustancia activa alguna. Se han encontrado falsificaciones de todo tipo de medicamentos, desde aquellos para salvar una vida hasta genéricos de bajo costo como analgésicos.

Estas falsificaciones pueden contener ingredientes activos diferentes a los etiquetados, carecer completamente de ingrediente activo, o contener cantidades insuficientes del mismo. En casos aún más preocupantes, estos productos pueden contener sustancias tóxicas que afectan gravemente la salud integral del paciente. No se trata simplemente de medicamentos ineficaces, sino de productos que representan una amenaza directa para la vida de quienes los consumen. El portal El Nacional da orientación sobre cómo reconocer medicamentos falsificados en el país.

Las consecuencias: un costo humano y económico devastador

Es fundamental recordar que un medicamento falsificado pone en serio riesgo la salud de las personas, incluso su vida. Estos productos no solo carecen de efecto terapéutico, sino que pueden provocar daños severos. Para los pacientes, las consecuencias son verdaderamente nefastas. Confiar en productos ineficaces o dañinos puede agravar una enfermedad, prolongar el sufrimiento y alimentar la resistencia a los fármacos, dificultando aún más el tratamiento de las enfermedades.

El impacto también es profundamente económico. Las familias dominicanas terminan asumiendo gastos duplicados o mayores cuando adquieren medicamentos falsificados y posteriormente deben buscar tratamiento adicional. A esto se suma la presión sobre el sistema de salud, ya que un paciente afectado por un medicamento falsificado puede requerir traslados de urgencia, atención inmediata en emergencias e internamientos prolongados.

Medidas de protección: armarse con conocimiento

Fedefarma ha establecido recomendaciones claras y prácticas para que los dominicanos puedan proteger su salud durante esta temporada navideña. La primera y más importante es comprar medicamentos únicamente en puntos de venta formales y farmacias con licencias válidas, así como en clínicas y supermercados autorizados.

Es necesario sospechar de precios que parezcan excesivamente bajos en comparación con otros puntos de venta. Aunque la economía es importante, un precio sospechosamente bajo es una bandera roja que indica la posible falsedad del producto. No se debe comprar en la calle, plazas, ferias o mercados, ni en ventas ambulantes o sitios sospechosos de Internet.

Asimismo, es esencial desconfiar de publicidad que promete curas milagrosas o soluciones extraordinarias. Si tiene dudas sobre un medicamento, es mejor no comprarlo. Revisar cuidadosamente que el empaque esté bien cerrado y que tenga los sellos de seguridad íntegros es una práctica fundamental que puede evitar muchos problemas.

Los medicamentos vencidos o que no se vayan a utilizar deben desecharse en puntos de acopio autorizados, como las farmacias de los centros médicos, no en basureros convencionales. Finalmente, es un deber ciudadano reportar a las autoridades cualquier sospecha de venta de medicamentos ilícitos, contribuyendo así a proteger a la comunidad dominicana.

La salud no se negocia

Durante estas festividades, cuando el espíritu de generosidad y cuidado hacia nuestros seres queridos es más fuerte, es precisamente cuando debemos ser más vigilantes. La salud de nuestra familia y nuestra comunidad no debe ser negociada por ahorros ilusorios o la comodidad de compras rápidas en lugares no autorizados.

Los dominicanos merecen acceso a medicamentos seguros, efectivos y de calidad. La responsabilidad de garantizar esto no recae únicamente en las autoridades reguladoras, sino en cada ciudadano consciente que elige dónde y cómo compra sus medicinas. En esta temporada de celebración, la mejor decisión que podemos tomar es una que proteja nuestro bienestar y el de quienes amamos, eligiendo siempre la seguridad sobre la tentación de precios bajos y comodidades dudosas.

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