Una Crisis Previsional Que Requiere Acción Inmediata
La República Dominicana enfrenta un desafío sin precedentes en su sistema de pensiones. Más de 1.3 millones de trabajadores alcanzarán la edad de retiro en los próximos ocho años con pensiones profundamente insuficientes para mantener una vida digna, como lo ha advertido la prensa nacional especializada en temas de empleo y seguridad social dominicana. Este escenario, descrito por especialistas como una "bomba de tiempo", representa una de las crisis sociales más urgentes que el país debe resolver en el corto plazo.
El especialista en seguridad social Arismendi Díaz Santana, quien dirigió el equipo técnico que diseñó el Sistema Dominicano de Seguridad Social y cuenta con más de cuatro décadas de experiencia en el complejo mundo de la seguridad social, ha alertado sobre la magnitud del problema, de acuerdo con publicaciones sobre su trayectoria. No se trata únicamente de una preocupación económica para millones de familias dominicanas, sino de una cuestión que afecta la estabilidad fiscal y social del país.
Los Fracasos de los Sistemas Actuales
El sistema tradicional de reparto, que en el pasado gozó de una etapa de bonanza donde acumuló reservas y generó rendimientos positivos, ha entrado en crisis irreversible. El agotamiento progresivo de sus fondos y la disminución constante de la proporción entre cotizantes y pensionados lo ha vuelto completamente insostenible. Este desbalance demográfico y financiero hace imposible que continúe ofreciendo prestaciones dignas.
Sin embargo, el modelo actual de capitalización individual, implementado hace décadas como alternativa modernizadora, también atraviesa limitaciones estructurales graves que, de no ser corregidas de manera integral, condenarán a la mayoría de los trabajadores dominicanos a recibir pensiones ínfimas cuando lleguen a la edad de retiro.
Entre los principales problemas que afectan al sistema de capitalización individual figuran:
- La reducción del aporte original de 12% a 9.97%, disminuyendo los recursos disponibles para la jubilación
- La ausencia de un bono de reconocimiento para los exafiliados del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), generando una brecha injusta
- El aumento sostenido en la esperanza de vida de la población, que prolonga el período de jubilación sin incremento proporcional en los fondos
- Las altas comisiones administrativas cobradas por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que erosionan año tras año los aportes de los trabajadores
- La persistencia de la informalidad laboral y la exclusión de los trabajadores por cuenta propia del sistema obligatorio
Un Plan Ambicioso para Transformar la Seguridad Social
La Fundación Seguridad Social para Todos, presidida por Díaz Santana, ha presentado a la Comisión Bicameral del Congreso Nacional una propuesta integral que comprende ocho medidas estructurales para reformar profundamente el sistema de pensiones dominicano. Esta propuesta de reforma se fundamenta en la necesidad de combinar dinámicamente la solidaridad social del sistema de reparto con la rentabilidad de la capitalización individual, creando un esquema verdaderamente mixto que proteja a todos los sectores de la sociedad. Las medidas propuestas incluyen:
Incremento de las cotizaciones y ampliación del fondo solidario: Aumentar la cotización a la cuenta de capitalización individual del 8.4% actual al 11.2%, y elevar gradualmente el Fondo de Solidaridad Social del 0.4% al 3.8%, para garantizar una pensión mínima y básica a todos los trabajadores con aportes superiores a quince años de cotización.
Reducción de comisiones administrativas: Limitar las comisiones de las AFP al 0.5% anual, eliminando una de las mayores trabas que obstaculizan la acumulación de fondos para la jubilación de los dominicanos.
Garantía de indexación anual: Establecer la indexación automática de todas las pensiones de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor, protegiendo el poder adquisitivo de los jubilados contra la inflación.
Aporte estatal para bonos de reconocimiento: Establecer un aporte estatal del 1.0% para cubrir el bono de reconocimiento a exafiliados del IDSS, corrigiendo una deuda histórica del sistema.
Inclusión de migrantes y trabajadores autónomos: Permitir que los dominicanos residentes en el exterior y los trabajadores por cuenta propia se afilien al sistema previsional, ampliando significativamente la cobertura y la base de contribuyentes.
Protección para trabajadores con cotizaciones bajas: Devolver el 50% del fondo acumulado a los afiliados con aportes inferiores a quince años, asegurando que ningún trabajador quede completamente desprotegido.
Mantenimiento del seguro médico: Garantizar la continuidad del seguro de salud para todos los pensionados, reconociendo que la jubilación no debe significar abandono en materia de atención médica.
Transición gradual durante ocho años: Implementar estos cambios de manera progresiva para que sean asimilados adecuadamente por los trabajadores de bajos salarios y las pequeñas empresas del país.
El Impacto Transformador de la Reforma
Según las proyecciones técnicas presentadas por los especialistas, la implementación integral de estas ocho medidas permitiría duplicar el nivel actual de las pensiones dominicanas. La tasa de reemplazo promedio pasaría de apenas el porcentaje actual a una cifra cercana a tres cuartas partes del ingreso laboral previo a la jubilación, representando una mejora fundamental en la calidad de vida de millones de pensionados, como lo ha detallado en medios expertos en pensiones.
Esta reforma también garantizaría una pensión básica para aquellos trabajadores que, pese a sus esfuerzos, no logren completar los años requeridos de cotización, corrigiendo una injusticia actual del sistema que deja desprotegidos a los trabajadores con historiales laborales irregulares.
Más allá de los datos, la propuesta acentúa el carácter solidario del sistema, combinando la responsabilidad colectiva con la individual para garantizar un equilibrio fiscal sostenible y menos costoso a largo plazo. Esta es la esencia del modelo que ha funcionado exitosamente en otras naciones: proteger a los más vulnerables mientras se mantiene la viabilidad financiera de la institución.
El Imperativo de Actuar Ahora
Díaz Santana ha enfatizado reiteradamente que el país debe actuar con urgencia. Esperar a que la crisis de pensiones se materialice dentro de ocho años sería esperar a que 1.3 millones de familias dominicanas enfrenten una situación de pobreza y desesperación. El colapso previsional que amenaza no es inevitable si se toman las decisiones correctas en este momento, como se ha advertido en prestigiosos foros nacionales y reportajes de análisis profundo.
La República Dominicana tiene la oportunidad de demostrar que es capaz de resolver sus desafíos estructurales a través del diálogo, la técnica y el compromiso nacional. Los dominicanos merecen una vejez digna, protegida y tranquila después de décadas de contribución al desarrollo del país. La reforma del sistema de pensiones no es un lujo político, sino una obligación moral y una inversión en la estabilidad de la nación. El tiempo para actuar es ahora, y las herramientas técnicas están disponibles. Solo falta la voluntad política de transformar este diagnóstico en realidad legislativa y administrativa.
Referencias usadas en Artículo
- 1.3 millones de trabajadores tendrán pensiones insuficientes en 8 años
- Cambios urgentes para duplicar las pensiones
- Arismendi Díaz Santana – Autor
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