Desde sus inicios en el año mil novecientos noventa y ocho como un sueño plasmado en un grupo de teatro cristiano llamado Bálsamo, la historia del Teatro-Escuela Iván García Guerra en Puerto Plata representa una de las expresiones más puras del compromiso cultural con nuestra patria. Una institución que, a lo largo de su existencia formal, se ha consolidado como un bastión de la formación artística y la promoción de las artes escénicas en la región norte del país.
La fundación de este espacio cultural nació de un acto de profundo reconocimiento y admiración. Layla Arisleyda Beard, talentosa actriz, maestra de profesión y gestora cultural de envergadura, decidió honrar la memoria y el legado pedagógico de Iván García Guerra, el maestro que marcó su vida cuando fue su alumna de actuación en Santiago en el año mil novecientos noventa y siete. Esa influencia transformadora la impulsó a crear un templo dedicado a las artes escénicas, un lugar donde las nuevas generaciones de dominicanos pudieran desarrollar su talento y expresar su creatividad, una motivación que ella misma relató en una carta abierta, recorriendo así el origen emocional y patriótico de esta magna obra.
La travesía inicial del Teatro-Escuela fue caracterizada por la valentía y la perseverancia. Sin los recursos económicos abundantes, sin mecenazgo institucional que respaldara sus primeros pasos, sin estructura propia en los comienzos, Arisleyda Beard y su equipo “hicieron camino al andar”. Se presentaban en barrios, escuelas e iglesias, cantando y declamando, llevando el arte teatral a los rincones de Puerto Plata con la determinación de quien sabe que cultiva semillas eternas.
La transformación de un sueño en realidad
El cinco de enero del año dos mil diez, el Teatro-Escuela Iván García Guerra abrió sus puertas de manera oficial. Sin embargo, fue el veintinueve de noviembre del año dos mil catorce cuando la institución alcanzó un hito fundamental: la apertura en un hogar permanente, ubicado estratégicamente en una casa reconstruida al estilo victoriano en el centro histórico de Puerto Plata. En esa celebración memorable, el maestro Iván García, emocionado, cortó la cinta para dar paso a los asistentes y al público que acudió a presenciar este logro histórico para la cultura dominicana regional, un momento preservado en la memoria viva de la comunidad y relatado en los propios registros históricos de la institución.
Este espacio, que hoy cuenta con una sala de teatro de cámara climatizada, aulas de trabajo, biblioteca, cafetería, camerino, área de control de luces y sonidos, oficinas y servicios complementarios, representa la materialización de un proyecto de amor y dedicación. Cada rincón de la institución refleja el esfuerzo sostenido de quienes nunca claudicaron ante la adversidad. La combinación de un ambiente acogedor con tecnología escénica moderna se traduce en mayores oportunidades de aprendizaje y disfrute cultural para toda la región.
Formación artística y educación transformadora
El Teatro-Escuela Iván García Guerra funciona bajo una estructura de doble misión: como sala de teatro y como escuela de actuación. Su compromiso abarca tanto la diversión y entretenimiento del público como la educación de nuevos talentos en las artes escénicas. A través de cursos de actuación, talleres especializados y asesorías en montaje de obras teatrales, la institución ha formado a una considerable comunidad de jóvenes dominicanos en los diferentes aspectos del arte dramático.
Durante el año dos mil veintitrés, la escuela matriculó decenas de estudiantes, realizó una graduación de actores y presentó la producción de gran formato "Camino a Belén", con una importante asistencia de público. En ese mismo período, la sala recibió cientos de personas en múltiples funciones. Estos datos reflejan la acogida que tiene en la comunidad puertoplateña, tal como reconocen medios y cronistas culturales dedicados a cubrir los éxitos de la escuela.
El año dos mil veintidós fue testigo del avance sostenido de la institución, al integrar a personalidades del arte nacional y sumar experiencias interdisciplinarias para los estudiantes. La solidaridad de figuras destacadas del arte nacional ha sido una constante, reafirmando que el Teatro-Escuela se ha convertido en un referente obligado para quienes aspiran a desarrollarse en el mundo teatral.
Reconocimientos y expansión de horizontes
La labor cultural de la institución ha merecido el reconocimiento de entidades importantes. El Club Rotary y encuentros internacionales de las artes escénicas han distinguido al Teatro-Escuela por su aporte significativo a la preservación y promoción de la cultura dominicana. Estos reconocimientos confirman que el camino recorrido, lleno de pasión y entrega, ha dejado huellas visibles en el desarrollo artístico de Puerto Plata.
En el año dos mil veinticuatro, la institución amplió sus horizontes al crear un grupo de cine, reconociendo que las artes escénicas trascienden las tablas tradicionales. Este nuevo espacio permite a los amantes del séptimo arte disfrutar de clásicos cinematográficos que nacieron primero como obras teatrales, fomentando el diálogo intergeneracional sobre la riqueza de las artes visuales y dramáticas.
El legado de un maestro vivo en la memoria
La historia del Teatro-Escuela Iván García es inseparable de la figura colosal de Iván García Guerra, quien falleció el veintidós de marzo del año dos mil veinticinco. Este destacado actor, dramaturgo, director, narrador, periodista y profesor dominicano fue honrado como “Gloria Nacional del Teatro” por el Ministerio de Cultura, siendo ejemplo e inspiración para todo el país y dejando como herencia la formación de varias generaciones de actores y actrices. Su reconocimiento con el Gran Soberano rubricó siete décadas de un compromiso inquebrantable con la escena nacional, como se detalla en su biografía en portales culturales dominicanos.
Iván García Guerra inició su brillante carrera actoral a mediados de la década de los cincuenta, encarnando papeles memorables y consolidándose como pilar de las tablas dominicanas. Además, su influencia como educador abarcó instituciones prestigiosas en todo el país y también en el extranjero, sembrando valores y técnicas entre quienes luego se convirtieron en protagonistas de nuestra escena.
Arisleyda Beard, como directora y gestora cultural, ha sabido mantener vivo el espíritu del maestro dentro de estas paredes. Su liderazgo ha transformado al Teatro-Escuela en un espacio verdaderamente democrático, accesible para jóvenes de diferentes estratos sociales que encuentran en la actuación una alternativa de expresión, crecimiento personal y contribución a la cultura de su pueblo.
La institución se rige por principios como el compromiso social, la solidaridad, la integridad y el trabajo en equipo, todos valores que emanan del ejemplo de Iván García Guerra. Cada decisión, cada obra y cada esfuerzo educativo refleja esa herencia luminosa que, generación tras generación, continúa inspirando a quienes sueñan con un futuro mejor a través del arte.
Un faro cultural en Puerto Plata
Hoy, el Teatro-Escuela Iván García Guerra se yergue como un faro de la cultura dominicana en la ciudad victoriana, demostrando que la dedicación, el sacrificio y la fe en un ideal pueden transformar realidades. Sin recursos millonarios ni campañas mediáticas deslumbrantes, esta institución es testimonio vivo de que es posible construir espacios de dignidad cultural solo con el noble motor de la voluntad y el amor patrio.
Cada estudiante que cruza sus puertas, cada público que se sienta en su sala de teatro, cada función que se presenta y cada reconocimiento obtenido son confirmación de que arde en el corazón de mujeres y hombres dominicanos una llama inextinguible de arte y esperanza. Una llama que crece cuando el compromiso comunitario y la entrega altruista se unen al patriótico propósito de elevar la cultura de nuestra nación.
Layla Arisleyda Beard, la puertoplateña que desafió las dificultades para convertir un sueño en realidad colectiva, es ya parte fundamental de la historia viva de nuestro país. Su ejemplo y el legado imperecedero de Iván García Guerra seguirán como fuente de inspiración para nuevas generaciones de dominicanos que, con valentía y optimismo, construyen la República Dominicana a través del arte, la educación y la identidad compartida.
Referencias usadas en Artículo
- Carta Abierta: ¿Por qué fundé el Teatro-Escuela Iván García? Por Layla Arisleyda Beard, fundadora y directora de IGTE
- Historia del Iván García Teatro-Escuela
- Iván García: legado en el teatro dominicano
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