Caño Hondo, monumento de piedras con 12 cascadas en Sabana de la Mar

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Caño Hondo, es una obra arquitectónica que se edificó pensando en el turismo de montaña y donde el río Jibales es el mayor atractivo.

Recostado sobre dos mogotes y rodeado de una vegetación endémica, Caño Hondo, es una obra arquitectónica que se edificó pensando en el turismo de montaña y donde el río Jibales es el mayor atractivo.

Es uno de los lugares llamativo del ecoturismo en Sabana de la Mar.

Es un hotel y parque acuático, guardado con celos por la propia madre naturaleza, que le ha permitido estar cerca del agua dulce y salada, rodeado de rocas y una espesa vegetación.

A nueve kilómetros al oeste de Sabana de la Mar, el proyecto turístico se puede definir como el primer y único centro vacacional y parque acuático natural del país, ya que sus piscinas y cascadas se llenan de las aguas del río Jibales, que tiene unos siete kilómetros subterráneos y unos 500 metros que aflora a la superficie, saliendo de las entrañas de Los Haitises, para pasar por el hotel y finalmente desembocar en “Caño Hondo”,, por donde se llega a la ensenada de las bahía San Lorenzo y la de Samaná, a los cayos de los pájaros y suntuosas cavernas en Los Haitises.

Las vacaciones en este lugar no tienen precio y el visitante tiene todo a su alcance, incluyendo la tecnología, rodar en cuerdas, montar Kallet, conocer las aves exóticas como el cuervo, la cotorra y la paloma turquesa, especies en extinción y ver durante la noche las luces de luciérnagas, cocuyos y la lechuza cara ceniza.

Este hospedaje está dentro de los 10 hoteles ecológicos más impactantes del mundo.

Es el único lugar donde al momento de comer, aves como cuervo y cigua palmera llegan hasta las mesas a “pedir” que le den comida y si no le da te saborean el plato, antes que te lleve los alimentos a la boca.

Sin lugar a duda, es el lugar que más identifica y describe el turismo ecológico en la República Dominicana.

Pernoctar en la zona permite dormir en habitaciones que se han construidos con diseños y materiales ecológicos, que se producen en la zona, que abrazada a la espesa y exuberante vegetación son un verdadero remanso de paz natural.

Las camas, las hamacas y las paredes que adornan los balcones de las habitaciones, las carabelas y osamentas de ballenas y las piezas taínas que se guardan en el museo que se ha creado para disfrute y atractivo de los visitantes, son un verdadero espectáculo que nos brinda la naturaleza.

En las alturas de dos montañas que circunda el parque acuático o centro vacacional, específicamente frente al hotel, se observa un parador con bancos en maderas de Guárano, de donde los visitantes pueden apreciar el ganado, los arrozales, los mangles, así como las bahías de San Lorenzo y la de Samaná y los Cayos de los Pájaros, especiales mogotes, donde cohabitan distintas aves exóticas y autóctonas.

Reynaldo de León Demorizi (Tony), es el ideólogo del parque acuático, y resalta que el lugar se construyó como una extensión del Parque Nacional Los Haitises, debido a que para visitar el parque era imposible hacerlo por la vía terrestre,

Para recordar la época indígena, las habitaciones están decoradas con adornos naturales extraídos de la zona, como hojas de anón y de guárano petrificadas y adheridas al piso, así como los baños disponen de agua fría y caliente.

Las habitaciones tienen pantallas, para evitar accedan incestos mientras los visitantes permanecen en el lugar, así como energía permanente.

El trinar de las aves nocturnas como el búho, la lechuza, así como el canto del “Coquí”, una rana o maco autóctono de la Isla Hispaniola y el resplandor de las estelas de luces que a su paso van dejando las luciérnagas, que parecen faroles en una ciudad desarrollada, convierten el lugar en un verdadero sueño de novela de amor, donde la paz pone el precio al vacacional.

Durante el día, mientras disfruta de las aguas de las cascadas y piscinas, puede apreciar en el cielo azul y escuchar los cantos de cotorras, cuervos y el gavilán, aves que anidan en Los Haitises.

Historia

El lugar está cargado y rodeado de historia, que van desde la época precolombina hasta la actual, recordándose que en 1776 se construyó a escasos metros del hotel, el primer ferrocarril,

Allí clavados en las tranquilas aguas de la bahía San Lorenzo, se pueden observar los pilotillos de lo que fue el primer puerto libre, el “Puerto de las Perlas”, por donde se embarcaba a Estados Unidos y Puerto Rico la producción de banana, café y cacao.

En Caño Hondo, el gobierno de Antonio Guzmán construyó el primer proyecto habitacional para los parceleros de la Reforma Agraria, en el 1979.

Sobre el puerto de Las Perlas, existió un centro de acopio, donde se recolectaba la producción de café, cacao y rubros agrícolas, para la exportación.

En 1945, frente al hotel, se construyó en una planicie una pista de aterrizaje en madera maciza, cortada en la zona, donde aterrizó un avión de Carga de Estados Unidos.

Relatos de lugareños señalan que después de la colonización, se estableció en una caverna de la zona un inglés de nombre Willy Simó, quien después de cumplir 60 años de edad, casó con una menor de 14, con quien procreó a tres hijos, que crio y educó dentro la caverna que hoy lleva su nombre.

Narran que el fornido hombre, habilitó la caverna como si se tratara de una vivienda con salas y muebles de la época y que al lado tenía una pocilga, donde agarraba los puercos cimarrones y ponía en cautiverio, para el consumo de la familia.

El parque acuático está rodeado por unas ocho cavernas, que están ubicados a kilómetros y medio en el Parque Nacional Los Haitises.

El trinar de las aves durante las noches, el sonido de las chicharras y las luces de cocuyos y luciérnagas, son un verdadero espectáculo que solo la noche puede darlo o producirlo en este paradisíaco escenario de la naturaleza.

Unas ocho charcas o piscinas, canalizadas con rocas, pero que permiten el flujo del agua del río Jibales normalmente, se convierten en cómplices de los mortales que llegan al lugar.

Unas 40 habitaciones, construidas en el ala oeste y sur del parque acuático, fueron edificadas con la misma configuración de las montañas, que le sirven de pared a la ecológica estructura.

Restaurant

Tiene tres restaurantes, construidos en roca y madera, siendo el primero designado con el nombre de “Don Clemente Moñagorri”, un personaje que según la tradición histórica era tan robusto y fuerte, que cuando se fajaban dos toros, él lo apartaba con sus manos y que cuando iba al pueblo de Sabana de la Mar, a 9 kilómetros, iba con dos animales, uno que lo llevaba y el otro que lo regresaba al monte, porque el primero quedaba prácticamente inservible, porque tenía un peso de unas 400 libras.

Excursiones

Desde el centro vacacional se realizan excursiones a Los Haitises, a los Cayos de Los Pájaros, Cayo Levantado y Samaná ya que disponen de yates y embarcaciones seguras.

El verano es la época donde Paraíso Caño Hondo recibe el mayor flujo de turistas nacionales y extranjeros, que llegan atraídos por el encanto que ofrece la naturaleza y las buenas atenciones que se da al visitante.

Como innovación y para atraer a un público más joven, se iniciaron el cruce o lanzamiento en las cuerdas, que consiste en cruzar por encima del parque acuático en una cuerda de acero, incluyendo poses para fotografías y fílmicas, para el recuerdo.

Para los niños y adolescentes se habilitaron cayuco o canoa para remar dentro de las piscinas y sobre el cauce del río Jibales, que tiene un kilómetro navegable.

Actualmente es el lugar más especial para vacacional en familias o grupos de amigos que hay en la región Este, donde los visitantes pueden abrazarse a la naturaleza, disfrutar y vivir aventuras que no vivieron nuestros ancestros.

(** Note: This article was migrated from a legacy system on 7/15/2023)

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