La Reforma Integral Déjala Ir: Un compromiso dominicano para erradicar la violencia feminicida

Reforma Integral Déjala Ir

Un compromiso nacional por la vida y la dignidad

En un acto histórico que marcará un antes y un después en la historia legislativa dominicana, el Congreso Nacional lanzó la Reforma Integral “Déjala Ir”, una iniciativa sin precedentes que representa el mayor movimiento encabezado por mujeres en las cámaras legislativas del país, comparable únicamente con hitos históricos como el sufragio femenino y la creación del Ministerio de la Mujer.

Presentada en octubre en el Salón de la Asamblea Nacional bajo la dirección de los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados, Ricardo de los Santos y Alfredo Pacheco respectivamente, esta reforma encabezada por la diputada Kimberly Taveras cuenta con el respaldo de más de setenta legisladoras y legisladores de todos los partidos políticos, como recoge el lanzamiento oficial de la reforma. Se trata de una estrategia legislativa integral que busca reducir significativamente los feminicidios y filicidios para el año 2030 y erradicarlos completamente para 2035.

Una realidad que demanda acción inmediata

Los números son desgarradores y urgentes. Más de tres mil ochocientas mujeres han perdido la vida en condiciones de violencia durante los últimos veinte años en la República Dominicana, de las cuales más de mil ochocientas corresponden específicamente a feminicidios. Estas cifras no son simplemente estadísticas; representan madres, hijas, hermanas y niñas cuyas vidas fueron truncadas por una cultura de violencia machista que ha permeado las estructuras sociales e institucionales del país durante décadas.

La investigación periodística que examina las raíces estructurales de esta violencia feminicida ha aportado evidencia contundente sobre una problemática que continúa cobrando vidas día tras día, como lo subraya el reconocimiento a la labor periodística que ha impulsado el cambio. Este trabajo de visibilización ha sido fundamental para que legisladores y legisladoras tomen conciencia de la magnitud de la crisis y se comprometan a transformar el sistema desde sus cimientos.

Una arquitectura compleja y transformadora

Déjala Ir no es meramente una ley penal; es una arquitectura compleja de dieciocho iniciativas legislativas que articulan una transformación estructural en la política pública dominicana. La reforma trasciende el enfoque punitivo tradicional para concentrarse en la prevención, protección integral de las víctimas y reintegración social, integrando componentes preventivos, educativos, institucionales y sociales.

Entre sus innovaciones más destacadas se encuentran medidas revolucionarias que modernizarán el sistema de justicia dominicano. La tipificación de la violencia vicaria como delito autónomo responde a una realidad que golpea especialmente a las familias dominicanas, donde los agresores utilizan a los menores como armas para continuar dañando a sus madres. La creación del Sistema Nacional del Cuidado redistribuirá de forma equitativa las responsabilidades familiares, rompiendo con patrones históricos de desigualdad que han perpetuado la vulnerabilidad de las mujeres.

La inclusión de trabajadores sociales en los centros educativos, acompañados de programas integrales de educación emocional e igualdad de género, siembra las bases de una nueva mentalidad desde la infancia. Como expresara el presidente del Senado, se busca un país en el que cada niño crezca aprendiendo que el respeto es poder, donde cada mujer viva sin miedo y cada hombre entienda que su fuerza radica en cuidar, no en dominar.

Tecnología e innovación al servicio de la protección

La reforma incorpora herramientas tecnológicas de vanguardia para el monitoreo telemático de agresores, transformando las órdenes de alejamiento en un escudo real mediante brazaletes electrónicos conectados a centros de reacción inmediata. Esta innovación, clave dentro del fortalecimiento del marco legal de protección, representa un salto cualitativo en la protección de las víctimas, permitiendo una vigilancia constante y respuestas rápidas ante posibles violaciones de las medidas cautelares.

La humanización del sistema de justicia se concretará a través de la creación de tribunales especializados en violencia de género y familiar, donde jueces capacitados comprenderán las dinámicas complejas de la violencia intrafamiliar y podrán aplicar justicia con sensibilidad y eficacia. Esta especialización garantizará que los procesos no revictimicen a las mujeres y que las sentencias reflejen la gravedad de los delitos.

El empoderamiento como estrategia fundamental

Las casas de acogida serán transformadas en centros de empoderamiento integral, donde las víctimas de violencia recibirán no solo protección, sino también formación laboral y herramientas para lograr autonomía económica. La implementación de un Fondo Nacional para Víctimas de Violencia garantizará reparación digna para quienes han sufrido estos crímenes, mientras que la terapia obligatoria para agresores reincidentes aborda el problema desde la raíz del comportamiento violento.

La reforma también fortalecerá las leyes contra la trata y tráfico de personas, incluyendo disposiciones específicas que combatan la explotación sexual, el embarazo forzado y la coerción reproductiva. Cada medida responde a realidades que enfrentan cotidianamente las mujeres y niñas dominicanas, convirtiendo el dolor en acción legislativa concreta.

Un movimiento transversal sin precedentes

Lo que hace verdaderamente histórica esta iniciativa es la unidad y articulación demostrada por más de setenta legisladoras y legisladores que, durante nueve meses, trabajaron de manera bicameral y transversal para construir una agenda nacional por la vida y la paz familiar. El apoyo de todas las bancadas políticas anticipa un consenso amplio para la aprobación, transformando Déjala Ir en una política de Estado que trasciende divisiones partidarias.

Durante el lanzamiento oficial, legisladoras como Aracelis Villanueva, presidenta de la Comisión de Género del Senado; Soraya Suárez, presidenta de la Comisión de Familia de la Cámara; y Brenda Ogando, presidenta de la Comisión de Género, presentaron un Manifiesto Histórico declarando que los feminicidios y filicidios constituyen una emergencia nacional cuya erradicación es tarea colectiva del Estado, las academias, los medios de comunicación, los artistas, deportistas, empresarios, gobiernos locales y toda la sociedad civil.

Territorios rurales y fronterizos en el centro de la estrategia

La articulación territorial e interinstitucional de políticas públicas preventivas reconoce la urgencia de atender específicamente a las zonas rurales y fronterizas, donde las mujeres enfrentan vulnerabilidades adicionales por aislamiento geográfico y marginación institucional. Esta perspectiva demuestra que la reforma no solo contempla a la población urbana, sino que busca proteger a todas las mujeres dominicanas sin importar su ubicación geográfica.

Una promesa colectiva de transformación

La diputada Kimberly Taveras, proponente y lideresa de esta transformación legislativa, ha enfatizado que Déjala Ir es más que una ley: es un nuevo marco institucional, una transformación profunda de la política pública y una respuesta contundente al clamor social frente a la violencia de género y familiar que ha dolido al corazón de la nación. Es una reforma con rostro humano que habla de madres, hijas y niños que han perdido la vida, reconociendo que durante años el sistema fue indiferente ante esta tragedia.

El Congreso Nacional dominicano hoy dice basta, y lo dice con unidad y acción legislativa coordinada. Esta iniciativa representa la consolidación de una voluntad política real de cambiar mentalidades, transformar conductas y sembrar conciencia en una sociedad que reconoce que la violencia no distingue colores políticos ni geografías, pero que tampoco reconoce límites para erradicarla cuando la ciudadanía se une en torno a la vida.

La República Dominicana está escribiendo una página de esperanza en su historia. Déjala Ir no es una promesa vacía, sino un pacto nacional por la vida que convierte el dolor en esperanza, la indignación en acción concreta y la violencia en prevención sistemática. Es el compromiso de una nación que ama a sus mujeres y que ha decidido, definitivamente, que ninguna más debe caer bajo la violencia machista.

Referencias usadas en Artículo


__
Nuestro portal, La Tierra de Mis Amores,

Exit mobile version