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Desafíos y oportunidades en la educación superior dominicana: alineando la formación con la empleabilidad

Descubre el análisis sobre la desconexión entre la educación superior y el mercado laboral en República Dominicana, basado en el estudio de ANJE que revela que solo el 12% de los universitarios se matricula en áreas de alta empleabilidad como STEM e idiomas, y cómo alinear la formación académica con las necesidades del país puede abrir nuevas oportunidades para la juventud dominicana.

La educación superior dominicana atraviesa un momento crucial de transformación, donde los desafíos actuales se convierten en oportunidades para fortalecer el futuro profesional de la juventud nacional. La República Dominicana enfrenta una realidad que, aunque compleja, revela el potencial extraordinario de sus jóvenes y la determinación gubernamental por crear un sistema educativo más alineado con las demandas del mercado laboral moderno.

El panorama actual de la matrícula universitaria

Los datos revelan una concentración preocupante en la distribución de estudiantes universitarios. Apenas el 12% de los universitarios dominicanos se matricula en carreras consideradas de alta empleabilidad y remuneración, como las áreas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingenierías y Matemáticas) e idiomas, según un análisis sobre los retos y soluciones en la educación superior dominicana. Mientras tanto, un significativo 45% se concentra en áreas tradicionales que experimentan menor crecimiento salarial.

Las carreras de Educación, Psicología, Contabilidad, Medicina y Derecho concentran casi la mitad de la matrícula universitaria nacional, aunque registran el menor crecimiento salarial en el mercado laboral actual. Esta realidad contrasta con la demanda empresarial, que busca profesionales especializados en Marketing Digital, Comercio Electrónico, Comunicación Digital, Ciencia de Datos, Desarrollo de Software e Inglés para Negocios.

La situación se intensifica en la educación técnica superior, donde únicamente un 3% de los estudiantes se matricula, a pesar de que estas áreas son altamente demandadas por las empresas dominicanas. Esta desconexión entre la oferta académica y la demanda laboral genera un círculo que afecta directamente la empleabilidad juvenil.

Avances significativos en el acceso educativo

El gobierno dominicano ha demostrado un compromiso firme con la democratización de la educación superior. Durante los últimos cinco años, se han otorgado más de 50,000 becas para garantizar el acceso de los jóvenes a estudios profesionales, marcando un hito en la historia educativa nacional, como destaca la Presidencia de la República.

En 2024, se concedieron cerca de 10,000 becas universitarias, distribuidas estratégicamente entre 7,872 becas nacionales y 2,101 internacionales. Este incremento resulta extraordinario al compararlo con años anteriores, evidenciando un enfoque inclusivo y equitativo en la distribución, especialmente hacia provincias históricamente vulnerables como Dajabón, Elías Piña, Independencia, Montecristi, Pedernales y El Seibo.

La estrategia gubernamental ha priorizado las carreras del grupo STEAM, integrando Ciencia, Tecnología, Artes, Ingenierías y Matemática como pilares fundamentales para el desarrollo económico nacional. Esta visión prospectiva reconoce la importancia de formar profesionales capacitados para enfrentar los desafíos del siglo XXI.

Resultados tangibles en la formación profesional

Los frutos de estos esfuerzos ya se materializan en resultados concretos. En lo que va de 2025, 13 de las instituciones de educación superior más reconocidas del país han graduado miles de nuevos profesionales en distintas áreas de estudios, principalmente en Salud, Educación, Economía y Humanidades, según Diario Libre sobre graduados en 2025.

La Universidad Autónoma de Santo Domingo lideró con cientos de profesionales graduados solo en el área educativa durante las ceremonias realizadas hasta junio. Le siguió Humanidades y luego Salud, mientras que las áreas de Ciencia y Tecnología, así como Ciencias Agronómicas y Veterinarias, siguen siendo campos de menor matrícula pero con alto potencial.

Un aspecto destacable es que las mujeres representaron el mayor número de graduandos, reflejando su creciente participación en la educación superior dominicana. Esta tendencia se confirma con datos que indican que el porcentaje de ocupados universitarios mujeres es superior, quienes presentan además una mayor concentración en el nivel universitario y una inserción más significativa en el sector formal, tal como señala el Ministerio de Economía sobre mujeres ocupadas.

Impacto en el mercado laboral

El sector laboral dominicano demuestra una demanda creciente por profesionales universitarios. Los datos del primer trimestre de 2025 revelan que la creación neta de empleo se centró precisamente en personas con estudios universitarios, quienes representaron decenas de miles de ocupados adicionales en la fuerza de trabajo, según el Boletín Trimestral del Mercado Laboral.

Esta tendencia positiva contrasta con la realidad empresarial, donde la mayoría de las empresas reporta dificultades para contratar personal calificado. Además, un alto porcentaje de organizaciones invierte en capacitación para nivelar competencias, evidenciando la necesidad de una mayor alineación entre la formación académica y las demandas del mercado.

El crecimiento del empleo fue impulsado principalmente por los adultos emergentes con edades entre 25-39 años, seguidos, en menor proporción, por grupos mayores y jóvenes, quienes encuentran cada vez más oportunidades fruto de la preparación universitaria.

Iniciativas transformadoras: el programa de Inglés por Inmersión

Una de las iniciativas más exitosas ha sido el programa de Inglés por Inmersión, que logró que miles de jóvenes accedieran en 2024, superando ampliamente los participantes de años anteriores. Este programa alcanza tasas de empleabilidad sobresalientes, demostrando su efectividad en la preparación de profesionales competitivos.

Para 2025, se lanzará el programa Inglés Virtual, contribuyendo al crecimiento del sector turístico y la empleabilidad juvenil, con una ambiciosa meta anual. Este programa se enfocará en zonas turísticas estratégicas como Punta Cana, Pedernales, Samaná, Miches y Puerto Plata, fortaleciendo la capacitación idiomática en las regiones de mayor demanda turística.

Desafíos persistentes y oportunidades de mejora

A pesar de los avances, persisten desafíos significativos. El acceso a la universidad en jóvenes entre 18 y 24 años mantiene una importante brecha, con mayores retos en zonas rurales y empobrecidas, como reflejan las estadísticas de estudiantes matriculados en educación superior.

La calidad docente también requiere atención urgente. Según datos de la UNESCO, hasta 2024, solo poco más de la mitad de los docentes universitarios en la República Dominicana poseía posgrado, limitando la calidad de la enseñanza y la investigación académica.

Particularmente relevante es la situación de los jóvenes que ni estudian ni trabajan. El país figura entre los que presentan mayor proporción de jóvenes NINI en América Latina, superando la cuarta parte del grupo entre 15 a 24 años, siendo la cifra mayor aún entre las mujeres, de acuerdo al boletín del Observatorio Social.

Hacia una educación superior transformadora

La educación superior dominicana está en un punto de inflexión histórico. Los esfuerzos gubernamentales por democratizar el acceso, mejorar la calidad y alinear la oferta académica con la demanda laboral representan pasos fundamentales hacia un futuro más próspero para la juventud nacional.

La clave del éxito radica en continuar fortaleciendo las políticas públicas que contrarresten las desigualdades de acceso, incrementar el presupuesto educativo, fortalecer la capacitación docente y ampliar significativamente el número de becas disponibles. Es fundamental asegurar que los programas académicos respondan efectivamente a las necesidades del mercado laboral moderno.

La solución integral requiere el compromiso de todos los actores sistémicos: gestores públicos y privados, familias, educandos y docentes, desempeñando sus roles con responsabilidad, integridad y eficiencia. Solo así se podrá cerrar la brecha entre la formación académica y la empleabilidad, abriendo más oportunidades para la juventud dominicana y contribuyendo al desarrollo socioeconómico sostenible del país.

La República Dominicana posee el talento, la determinación y los recursos para transformar su sistema de educación superior en un motor de desarrollo nacional. Los avances logrados demuestran que es posible construir un futuro donde cada joven dominicano tenga acceso a una educación de calidad que le permita desarrollar su máximo potencial y contribuir al crecimiento de la patria.


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