Fortaleza y crecimiento del sistema financiero dominicano al cierre de marzo 2025
El sistema financiero dominicano culminó el primer trimestre de 2025 con indicadores robustos que refuerzan su posición como pilar de la estabilidad económica nacional. Con activos netos ascendentes a RD$3.9 billones, un crecimiento interanual del 10.5%, y una solvencia regulatoria del 17.57%, el sector demostró capacidad para adaptarse a un entorno internacional volátil. La combinación de políticas monetarias expansivas, la dinamización del crédito a microempresas y el fortalecimiento patrimonial de las entidades financieras han sido claves en este desempeño, consolidando la confianza de ahorrantes e inversionistas en un modelo que prioriza la inclusión y la resiliencia [fortaleza y resiliencia del sistema financiero dominicano][1] [fortaleza y resiliencia en entorno internacional convulso][3] [índices de solvencia y crecimiento patrimonial][5].
Expansión de activos y dinamismo crediticio
Crecimiento sostenido de los activos netos
Al cierre de marzo de 2025, los activos netos del sistema financiero dominicano alcanzaron RD$3.9 billones, marcando un incremento interanual de RD$371,331 millones. Este crecimiento, equivalente al 10.5%, supera el promedio histórico de expansión y se alinea con el ritmo de crecimiento nominal de la economía nacional. La cartera crediticia emergió como principal motor de esta expansión, con un aumento de RD$209,799 millones (10.8%), seguido por las disponibilidades líquidas que crecieron RD$112,370 millones (21.3%) [portal financiero nacional][1] [análisis de medios económicos][2]. La concentración de activos en el mercado local se mantuvo predominante, con solo el 3.0% (RD$105 mil millones) correspondiente a colocaciones internacionales de la banca múltiple [fortaleza y resiliencia del sistema financiero dominicano][3].
Políticas facilitadoras de liquidez
La Junta Monetaria implementó medidas estratégicas desde finales de 2024 para estimular la liquidez, incluyendo la redención de letras del Banco Central por RD$173 mil millones y la liberación de RD$35,355 millones del encaje legal. Estas disposiciones, dirigidas específicamente al sector habitacional de bajo costo y las MIPYMES, permitieron desembolsar RD$16 mil millones en el primer trimestre, beneficiando a 2,901 personas y empresas [fortaleza y resiliencia del sistema financiero dominicano][3] [índices de solvencia y crecimiento patrimonial][5]. La reducción acumulada de 125 puntos básicos en la tasa de política monetaria desde septiembre de 2024 incidió directamente en la disminución de las tasas activas, facilitando el acceso al crédito para diversos sectores productivos [índices de solvencia y crecimiento patrimonial][5].
Fortaleza prudencial y resiliencia operativa
Excedentes de capital y solvencia regulatoria
El índice de solvencia regulatoria se situó en 17.57% para febrero de 2025, superando en 7.57 puntos porcentuales el mínimo legal del 10%. Este margen de seguridad se traduce en excedentes de capital por RD$191,269 millones, proporcionando un colchón contra shocks financieros potenciales. El capital pagado y las reservas patrimoniales registraron un crecimiento del 13.0%, alcanzando RD$358 mil millones, lo que refuerza la capacidad de absorción de pérdidas y la protección de los depósitos ciudadanos [análisis de medios económicos][2] [índices de solvencia y crecimiento patrimonial][5].
Rentabilidad como indicador de salud financiera
La rentabilidad del sistema se mantuvo en niveles óptimos, con un retorno sobre el patrimonio (ROE) del 22.2% y un retorno sobre activos (ROA) del 2.7%. Estos indicadores, superiores a los promedios regionales, evidencian una gestión eficiente de los recursos y una adecuada generación de utilidades para cumplir con los requerimientos prudenciales. La combinación de rentabilidad y solvencia posiciona al sistema dominicano como referente regional en estabilidad financiera [índices de solvencia y crecimiento patrimonial][5] [fortaleza y resiliencia en entorno internacional convulso][7].
Inclusión financiera y apoyo a las MIPYMES
Participación estratégica en la cartera crediticia
Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) concentraron el 25.1% de la cartera total del sistema financiero, equivalente a RD$487,748 millones. Este segmento experimentó un crecimiento interanual del 20.5%, destacándose en sectores como comercio (26.8%), construcción (18.4%) y manufactura (15.7%). Instituciones como Banco Popular Dominicano, Banreservas y BHD lideraron los desembolsos, acumulando el 73.8% del financiamiento destinado a este sector [apoyo a MIPYMES según Presidencia][6] [créditos y crecimiento interanual][7].
Dinamización de tasas y acceso inclusivo
Pese a la reducción general de las tasas pasivas (de 10.21% a 8.91% entre noviembre 2024 y marzo 2025), las MIPYMES mantuvieron tasas promedio del 13.4%, con variaciones según tamaño empresarial. Las microempresas enfrentaron la tasa más elevada (15.5%), mientras los bancos múltiples ofrecieron condiciones más favorables (12.8%). La exposición en moneda extranjera de estos créditos se redujo al 27.4%, acercándose al promedio quinquenal del 24.6% y mitigando riesgos cambiarios [apoyo a MIPYMES según Presidencia][6] [créditos y crecimiento interanual][7].
Confianza ciudadana y estabilidad de depósitos
Crecimiento sostenido de las captaciones
Las captaciones del público alcanzaron RD$3.4 billones en marzo 2025, con un incremento interanual del 10.2% (RD$317,473 millones). Este crecimiento ocurrió paralelamente a la reducción de 130 puntos básicos en las tasas pasivas, demostrando la confianza ciudadana en las instituciones financieras. Los depósitos a plazo fijo representaron el 45.6% del total, seguidos por las cuentas de ahorros (38.1%) y corrientes (16.3%) [portal financiero nacional][1] [índices de solvencia y crecimiento patrimonial][5].
Protección al ahorro y transparencia operativa
La Superintendencia de Bancos implementó mecanismos reforzados de supervisión, incluyendo pruebas de estrés periódicas y requerimientos de divulgación de información. Estas medidas, combinadas con programas de educación financiera, han elevado la bancarización al 78.3% de la población adulta, según datos preliminares del primer trimestre de 2025. La digitalización de servicios financieros registró un avance significativo, con el 63.4% de las transacciones realizadas mediante canales electrónicos [apoyo a MIPYMES según Presidencia][6] [créditos y crecimiento interanual][7].
Perspectivas y desafíos futuros
El sistema financiero dominicano enfrenta el reto de mantener su dinamismo en un contexto global caracterizado por altas tasas de interés internacionales y presiones inflacionarias residuales. La continuidad en la implementación de políticas macroprudenciales, junto con la profundización de la inclusión financiera en zonas rurales, serán clave para sostener el crecimiento. La integración de tecnologías emergentes como inteligencia artificial en la evaluación crediticia y el fortalecimiento de alianzas público-privadas para el financiamiento de infraestructuras estratégicas emergen como oportunidades para consolidar la posición regional del país.
Los logros alcanzados refuerzan la identidad de un sector que combina solvencia técnica con compromiso social, actuando como catalizador del desarrollo nacional. La capacidad demostrada para adaptarse a escenarios complejos, manteniendo altos estándares de eficiencia y transparencia, constituye un activo invaluable para la consecución de los objetivos de crecimiento inclusivo planteados en la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030.
**Referencias usadas en Artículo**
- Sistema financiero dominicano muestra fortaleza y resiliencia en 2025 – Diario Financiero
- Tasa de Interés experimenta bajas, indica BCRD – El Día
- Fortaleza y resiliencia del sistema financiero dominicano en un entorno internacional complejo, convulso e incierto – Roberto Cavada
__
Nuestro portal, La Tierra de Mis Amores, destaca y promueve los valores y virtudes del pueblo dominicano. Nos enfocamos en noticias positivas y artículos evergreen que, lejos de ser triviales, enriquecen un valioso banco de información histórica y relevante.