En el corazón de Santo Domingo, durante la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, se desarrolló un encuentro singular que trascendió las fronteras de la fotografía convencional para convertirse en un mensaje de esperanza y transformación. El fotógrafo y explorador español Jaime Rojo llegó a República Dominicana acompañado por el aval de National Geographic, presentando la conferencia magistral “Tras las Monarcas”, un proyecto que representa más de dos décadas de dedicación a la conservación de los ecosistemas más frágiles del planeta.
Un viajero de historias y propósitos
Jaime Rojo es mucho más que un fotógrafo. Es un narrador visual cuya cámara se ha convertido en un instrumento de cambio ambiental y conciencia colectiva. Durante sus más de veinte años persiguiendo la ruta migratoria de la mariposa monarca, ha transitado desde Canadá hasta los santuarios de hibernación en los bosques de oyamel del centro de México, recorriendo miles de kilómetros para documentar una de las travesías más extraordinarias del mundo animal.
Su trabajo ha sido reconocido internacionalmente a través de prestigiosos certámenes. Además de sus colaboraciones permanentes con National Geographic, Rojo se desempeña como Senior Fellow de la Liga Internacional de Fotógrafos de Conservación y forma parte del consejo de la Fundación WILD. Estas credenciales no son simples adornos en su currículum, sino testigos de su compromiso inquebrantable con la protección de la vida silvestre y los espacios naturales que sustentan el equilibrio planetario.
La conferencia que cautivó a Santo Domingo
La presentación en República Dominicana marcó la primera vez que Jaime Rojo compartía su experiencia en nuestro territorio. El evento fue coordinado por Lendof, la empresa especializada en la organización de eventos y relaciones públicas que apostó por traer esta voz influyente de la conservación a nuestro país (Lendof presenta la conferencia “Tras las Monarcas”).
Durante la apertura de la conferencia, Wladimir Lendof, CEO de la empresa, subrayó la importancia de la iniciativa al afirmar que Rojo “ha dedicado su carrera a generar imágenes que movilizan a la conservación, poniendo foco en los ecosistemas más frágiles del planeta y en las comunidades que los protegen”.
“Tras las Monarcas” no fue una exposición fotográfica tradicional. Fue un viaje visual profundo que revelaba nuevas perspectivas sobre este icónico insecto y los esfuerzos tangibles para su preservación. El material presentado incluyó documentación inédita que puso en evidencia tanto la belleza extraordinaria de la migración como las amenazas concretas que enfrenta este fenómeno vital para el equilibrio de nuestros ecosistemas.
El proyecto mariposa monarca: ciencia, arte y compromiso
El proyecto “Mariposa Monarca” representa uno de los trabajos más ambiciosos y recientes de Rojo. A través de sus lentes, documentó la travesía de miles de kilómetros recorridos por la especie a través de Canadá, Estados Unidos hasta alcanzar los santuarios de hibernación en los bosques de oyamel mexicanos. Fue precisamente esta investigación la que se convirtió en portada de National Geographic en enero de dos mil veinticuatro, bajo el título “Salvando a las Monarcas”, consolidando aún más el mensaje de urgencia y esperanza que rodea a esta especie (Jaime Rojo y su travesía tras las monarcas).
En sus fotografías destacan no solo la majestuosidad del fenómeno natural, sino también las amenazas concretas a las que está expuesta la especie. La pérdida de hábitat, el deterioro ambiental causado por el uso humano de pesticidas, la deforestación y el impacto devastador del cambio climático son realidades que sus imágenes revelan con crudeza y belleza simultáneamente. Además, sus gráficas documentan las acciones de conservación en marcha, demostrando que la reversión del daño es posible cuando existe voluntad colectiva.
La mariposa monarca, identificada científicamente como Danaus plexippus, realiza anualmente una de las migraciones más extraordinarias del reino animal, recorriendo miles de kilómetros. Su ciclo de vida es fascinante: varias generaciones nacen, mueren y se reproducen durante la travesía, pero solo la llamada “generación Matusalén” logra regresar al sur. La capacidad de estas frágiles criaturas para orientarse con precisión hacia bosques que nunca antes han visitado, utilizando un sofisticado reloj circadiano que se ajusta a los cambios de luz y a la posición del sol, sigue siendo uno de los misterios más admirables de la naturaleza.
Amenazas y resiliencia: el equilibrio quebrantado
Sin embargo, esta especie que ha cautivado a la humanidad durante siglos enfrenta hoy una crisis sin precedentes. La población de mariposas monarca ha experimentado una disminución significativa en las últimas décadas, posicionándola en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como especie amenazada.
Las amenazas son múltiples y complejas. La pérdida del algodoncillo, su única planta hospedera, resulta de la aplicación masiva de herbicidas en sistemas agrícolas intensivos. La deforestación desenfrenada y la expansión de cultivos han fragmentado los bosques de oyamel, eliminando los refugios cruciales para la hibernación. La contaminación lumínica artificial desorienta a las mariposas durante su vuelo migratorio, mientras que los atropellos en carreteras continentales cobran millones de vidas cada temporada. A todo esto se suma el impacto implacable del cambio climático, que altera los ciclos naturales y los patrones de disponibilidad de alimento.
En uno de los inviernos más difíciles, Rojo fue testigo de la devastación causada por una tormenta que acabó con una parte significativa de la población mundial de monarcas. Esa experiencia traumática se transformó en una de sus fotografías más reconocidas, una imagen que contrasta la belleza del paisaje con la tragedia ecológica, transmitiendo el mensaje fundamental de su obra: “La fotografía debería servir para contar lo que duele, no solo lo que deslumbra”.
La fotografía como herramienta de transformación
A lo largo de su conferencia en Santo Domingo, Rojo compartió una reflexión profunda sobre el rol de la fotografía en la construcción de conciencia ambiental (Jaime Rojo cautiva con su conferencia “Tras las Monarcas”). Con la sensibilidad de un naturalista y la mirada de un narrador visual, explicó cómo una imagen puede convertirse en una herramienta capaz de cambiar percepciones y despertar la acción colectiva.
“Las fotos bonitas son importantes, pero las historias son lo que mueve el mundo”, afirmó el fotógrafo español. Fue precisamente esta comprensión la que marcó un punto de inflexión en su carrera. Cuando se encontró con Kathy Moran, editora de National Geographic, en un congreso, recibió un consejo que lo acompañaría por décadas: “Tus fotos son buenas, pero… ¿cuál es la historia?”. Esa pregunta simple transformó su visión de la fotografía, llevándolo de la búsqueda de la belleza a la narración de verdades incómodas pero necesarias.
La conservación, enfatizó Rojo, no puede lograrse sin educación ni participación ciudadana. Durante su presentación, compartió ejemplos inspiradores de comunidades mexicanas que han logrado revertir la deforestación mediante la plantación masiva de árboles de oyamel. Describió iniciativas en Estados Unidos y Canadá donde escuelas y familias han creado jardines para polinizadores que ofrecen refugio y alimento a las monarcas. “Proteger a las mariposas monarca es proteger la red de vida de la que todos dependemos. Cada jardín, cada aula y cada gesto cuenta”, subrayó.
Reconexión con la naturaleza desde lo cotidiano
Para Rojo, la reconexión con la naturaleza no requiere expediciones a lugares exóticos o remotos. “Un simple paseo por el bosque o un baño en la playa puede tener un efecto muy beneficioso”, expresó durante sus conversaciones en República Dominicana. Consideraba que en el fondo, todos los seres humanos albergamos una profunda empatía hacia los animales, y que el panorama donde parecía que a la sociedad no le importaba el mundo animal estaba cambiando.
En conversación con periodistas dominicanos, Rojo fue franco al admitir que se quedaba con las ganas de haber visitado el país con más tiempo para explorar su extraordinaria biodiversidad, que ha admirado durante años gracias al trabajo de fotógrafos locales. La riqueza natural de República Dominicana, con sus ecosistemas únicos y su posición como nación insular de importancia biológica global, representa precisamente el tipo de patrimonio que requiere voces como la de Rojo para su protección y difusión internacional.
Perspectivas sobre el peligro y la conservación
Al ser cuestionado sobre su exposición a peligros durante sus años fotografiando vida silvestre, Rojo ofreció una perspectiva reveladora (Jaime Rojo: “Los animales no son peligrosos, los virus sí”). Contrario a lo que muchos esperarían, aseguró que la mayoría de los animales no representan peligro alguno, y que aquellos que sí lo hacen responden predeciblemente cuando se comprende su comportamiento. “Me atrevería a decir que los organismos más peligrosos son aquellos que no vemos: los virus, bacterias y otros de
























































