En medio de las transformaciones sociales y culturales que experimenta la República Dominicana en el siglo XXI, la obra maestra del filósofo español José Ortega y Gasset cobra una relevancia extraordinaria. Su análisis profundo sobre la naturaleza humana y la sociedad moderna ofrece herramientas valiosas para comprender y enriquecer el desarrollo de nuestra nación caribeña.
El Hombre-Masa en el Contexto Dominicano
La descripción que hace Ortega y Gasset del "hombre-masa" como aquel individuo que “se siente vulgar y proclama el derecho a la vulgaridad” encuentra ecos preocupantes en algunos sectores de nuestra sociedad contemporánea, como se comenta en este análisis detallado de la obra. Sin embargo, la fortaleza del pueblo dominicano radica precisamente en su capacidad histórica de superar estos desafíos mediante la educación, la cultura y el compromiso cívico.
El filósofo español describe al hombre-masa como aquel que carece de proyectos, va a la deriva y no se siente supeditado a moral alguna, destacado también en estudios sobre Ortega y Gasset. En contraposición, la tradición dominicana ha cultivado siempre una fuerte conciencia de identidad nacional, arraigada en valores familiares, religiosos y comunitarios que representan un antídoto natural contra esta tendencia disgregadora.
La Sociedad de las Apariencias y los Valores Auténticos
La crítica orteguiana a la "sociedad de las apariencias" resuena particularmente en nuestra era digital, donde las redes sociales han amplificado la tendencia a “inventar, diseñar y distribuir una imagen de sí mismo que en muchos casos poco tiene que ver con la realidad”, como se señala en el resumen contemporáneo de la obra. Esta reflexión invita a los dominicanos a valorar la autenticidad por encima del artificio, privilegiando la sustancia sobre la superficialidad.
La cultura dominicana, rica en tradiciones musicales, artísticas y literarias, ofrece un modelo alternativo basado en la expresión genuina del alma popular. Desde el merengue hasta la bachata, desde la poesía de Pedro Henríquez Ureña hasta las artes plásticas contemporáneas, nuestro país ha demostrado que es posible mantener la profundidad cultural sin caer en el elitismo excluyente.
La Filosofía Raciovitalista y la Circunstancia Dominicana
La famosa máxima orteguiana “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo” adquiere una dimensión especial cuando se aplica al contexto dominicano. Nuestra circunstancia geográfica, histórica y cultural –una isla caribeña que ha sabido forjar su identidad en la confluencia de culturas africanas, europeas e indígenas– representa tanto un desafío como una oportunidad única.
La filosofía raciovitalista de Ortega y Gasset enfatiza que la vida auténtica surge de la integración entre razón y vitalidad, como se ilustra en reflexiones sobre el impacto filosófico de la obra. En el caso dominicano, esta síntesis se manifiesta en la capacidad del pueblo para combinar el pragmatismo necesario para el desarrollo económico con la vitalidad cultural que caracteriza nuestra expresión artística y social.
Las Élites Responsables y el Liderazgo Transformador
Ortega y Gasset distingue entre las “élites naturalmente formadas por hombres cualificados” y las masas conformadas por “individuos sin calidad”, reflexión abordada en este resumen esencial. Para la República Dominicana, este análisis subraya la importancia de cultivar líderes auténticos en todos los campos: político, empresarial, académico y cultural.
El desafío no consiste en crear élites excluyentes, sino en formar lo que el filósofo llama “almas egregiamente disciplinadas” que surjan de todos los estratos sociales. La educación superior dominicana, las instituciones culturales y los programas de formación ciudadana tienen el potencial de generar estos líderes transformadores que pueden guiar a la sociedad hacia un futuro más próspero y equitativo.
La Construcción del Futuro Común
Uno de los aspectos más relevantes del pensamiento orteguiano para la República Dominicana es su énfasis en que “el Estado Nacional requiere un plebiscito cotidiano y no sólo un pasado y presente común, es importante la construcción de un futuro común”, retoma una perspectiva de la evolución del Estado según Ortega y Gasset. Esta visión invita a los dominicanos a trascender las divisiones partidarias y regionales para construir un proyecto nacional compartido.
La diversidad regional dominicana –desde el Cibao hasta el Sur, desde la capital hasta las provincias fronterizas– puede convertirse en una fortaleza cuando se articula alrededor de objetivos comunes: el desarrollo sostenible, la justicia social, la excelencia educativa y la preservación del patrimonio cultural.
La Responsabilidad Individual y Colectiva
El mensaje fundamental de “La rebelión de las masas” para la sociedad dominicana contemporánea es una invitación a la responsabilidad personal y colectiva. Ortega y Gasset advierte sobre “el peligro de la vulgaridad y la decadencia” pero también ofrece una invitación para que las personas tomen conciencia, se cultiven y no abandonen la responsabilidad de guiar la sociedad hacia un futuro mejor.
Esta llamada encuentra eco en la tradición dominicana de superación personal y solidaridad comunitaria. Desde los heroicos actos de independencia hasta las luchas contemporáneas por la democratización y el desarrollo, el pueblo dominicano ha demostrado repetidamente su capacidad para elevarse por encima de las circunstancias adversas y construir un destino más promisorio.
La obra de Ortega y Gasset no debe leerse como una condena de las masas populares, sino como un estímulo para que cada ciudadano dominicano cultive lo mejor de sí mismo y contribuya activamente al enriquecimiento cultural, moral e intelectual de la nación. En esta perspectiva, “La rebelión de las masas” se convierte no en una amenaza, sino en una oportunidad para que la República Dominicana demuestre al mundo que es posible combinar el progreso democrático con la excelencia cultural, la inclusión social con el liderazgo responsable, y la apertura al mundo con la fidelidad a las propias raíces.
El legado de Ortega y Gasset nos recuerda que el futuro de cualquier sociedad depende de la calidad humana de sus ciudadanos y de su compromiso con ideales que trasciendan el interés puramente individual. Para los dominicanos del siglo XXI, este mensaje representa tanto un desafío como una inspiración para continuar construyendo una nación que sea ejemplo de desarrollo integral en el Caribe y América Latina.
Referencias usadas en Artículo
- La rebelión de las masas – Ortega y Gasset
- Resumen de “La rebelión de las masas”
- La rebelión de las masas
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