Las Ventajas Competitivas de la República Dominicana en el Contexto Global
En un escenario económico global cada vez más competitivo, la República Dominicana se destaca como un destino atractivo y confiable para la inversión extranjera. Bajo el liderazgo del Presidente Luis Abinader, el país ha experimentado una transformación estratégica impulsada por una visión de desarrollo sostenible y competitivo, lo que muchos han denominado el "milagro dominicano".
Estabilidad Política y Económica
Una de las ventajas más significativas de la República Dominicana es su estabilidad política y económica. El Ministro de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), Víctor-Ito-Bisonó, resaltó durante el "Foro de Estrategia Global 2024: Prosperidad en la Nueva Economía" que esta estabilidad es fundamental para atraer inversiones. La disciplina, visión, estabilidad y seguridad jurídica que caracterizan al modelo económico dominicano han sido clave para su crecimiento y han llevado a que la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor’s eleve la calificación crediticia del país a BB, consolidando su posición como un destino confiable para la inversión[1].
Infraestructura Logística Avanzada
La República Dominicana cuenta con una infraestructura logística avanzada que facilita el comercio y la inversión. La implementación de la Ventanilla Única de Comercio Exterior ha reducido los tiempos de despacho aduanero en un 25%, lo que ha posicionado al país como un hub logístico más eficiente en la región. Además, la ampliación de la autopista del Coral y la construcción de nuevas vías de acceso al Puerto de Haina han reducido el tiempo de transporte interno en un 20%, disminuyendo costos y mejorando la competitividad de las exportaciones[3].
Incentivos a la Inversión
El país ofrece una serie de incentivos atractivos para los inversores. La Ley 392-07 sobre Competitividad e Innovación Industrial crea un marco institucional para mejorar la competitividad y calidad de la industria nacional, ofreciendo beneficios como la exención del pago del impuesto a la transferencia de bienes y servicios (ITBIS) sobre materias primas, maquinarias industriales y bienes de capital, así como la amortización acelerada de bienes y equipos industriales y el reembolso de ciertos impuestos a los exportadores[4].
Talento Joven Bien Capacitado
La República Dominicana cuenta con un talento joven bien capacitado, lo que es una ventaja significativa para atraer inversiones en sectores como la tecnología y la manufactura. La formación de una mano de obra calificada y dinámica es esencial para el desarrollo de industrias avanzadas y para mantener la competitividad en el mercado global.
Posición Geográfica Estratégica
La posición geográfica de la República Dominicana es estratégica, actuando como un puente ideal entre América y el resto del mundo. Este ubicación privilegiada facilita el comercio y la conectividad con mercados clave, lo que es particularmente beneficioso en el contexto del "nearshoring", donde la proximidad a Estados Unidos y otros mercados importantes es crucial. El ministro Bisonó destacó que la República Dominicana busca establecerse como un destino para la industria global de semiconductores y circuitos impresos, aprovechando sus ventajas competitivas y conectividad de clase mundial[1].
Crecimiento Económico y Recuperación Post-Pandemia
Tras superar los desafíos de la pandemia, la economía dominicana ha logrado una recuperación ejemplar. Se proyecta un crecimiento del 5.1% para el 2024, según el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, lo que es el más alto en toda la región. Este crecimiento se refleja en el aumento de la inversión extranjera directa, que experimentó un crecimiento interanual del 7.1% durante el 2023, representando el 41% de los flujos recibidos en Centroamérica[1][5].
Desarrollo de la Industria de Semiconductores
El presidente Abinader emitió el decreto 324-24, declarando de "alta prioridad nacional" la promoción, la innovación y el desarrollo de la industria de semiconductores en el país. Este esfuerzo busca posicionar a la República Dominicana como un jugador clave en la industria global de tecnología avanzada, aprovechando sus ventajas competitivas y su conectividad de clase mundial[1].
En resumen, la República Dominicana ofrece un conjunto de ventajas competitivas que la convierten en un destino atractivo y confiable para la inversión extranjera. Su estabilidad política y económica, infraestructura logística avanzada, incentivos a la inversión, talento joven bien capacitado, y posición geográfica estratégica, junto con su sólido crecimiento económico y esfuerzos por desarrollar industrias avanzadas, hacen del país un ejemplo de prosperidad y desarrollo sostenible en la región.
