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Lecciones y Reflexiones del Escándalo de la ARS Senasa en República Dominicana

Lecciones y reflexiones del escándalo de la ARS Senasa en República Dominicana: un análisis profundo sobre las causas, la corrupción y la necesidad de un cambio cultural para fortalecer la ética y la transparencia en la sociedad dominicana.

El reciente escándalo que ha sacudido a la Administradora de Riesgos de Salud del Seguro Nacional de Salud (ARS Senasa) representa un momento crucial para la reflexión nacional sobre los valores que deben guiar nuestras instituciones públicas. Este episodio, que ha puesto en evidencia irregularidades por miles de millones de pesos, nos brinda la oportunidad de fortalecer nuestro sistema de salud y reafirmar nuestro compromiso con la transparencia y la justicia.

Un Despertar Necesario para la Nación Dominicana

La crisis de Senasa ha revelado la complejidad de los desafíos que enfrentamos como sociedad dominicana en la construcción de instituciones sólidas y transparentes. La denuncia formal presentada por el abogado Miguel Surun Hernández ante la Procuraduría General de la República documenta un presunto fraude que habría desviado aproximadamente 9,059 millones de pesos, transformando una institución que en 2020 registraba un superávit de 2,500 millones de pesos en una entidad con un déficit alarmante (escándalo millonario que amenaza la salud de millones de afiliados).

Este caso trasciende las fronteras de una simple irregularidad administrativa para convertirse en una lección profunda sobre la importancia de mantener la vigilancia ciudadana y el fortalecimiento de nuestros mecanismos de control institucional. Los dominicanos hemos demostrado, una vez más, nuestra capacidad de enfrentar la adversidad con determinación y buscar soluciones constructivas.

La Anatomía de un Sistema Vulnerable

Las investigaciones han revelado dos mecanismos principales que habrían permitido la sustracción de recursos públicos destinados a la salud de millones de dominicanos. El primero involucra la creación de prestaciones falsas, servicios médicos y farmacéuticos inexistentes que se facturaban sin el consentimiento de los afiliados, un esquema que habría desviado aproximadamente 4,200 millones de pesos desde 2020.

El segundo mecanismo, aún más preocupante, consistía en la operación de "consultorios fantasmas" – supuestos centros de atención primaria que recibían pagos fijos mensuales de entre 60 y 80 millones de pesos sin tener la capacidad real de atender a los afiliados. Esta modalidad garantizaba ingresos millonarios por servicios que nunca se prestaron, en una clara violación de los principios que deben regir el manejo de los recursos públicos.

La sofisticación de estos esquemas incluía la operación de un "call center paralelo" gestionado por exempleados de la institución, que autorizaba procedimientos médicos que nunca llegaron a realizarse. Más de 4,000 procedimientos médicos fueron autorizados y facturados de manera fraudulenta, utilizando identidades reales de afiliados para simular legitimidad (revelan red de corrupción que afecta el sistema de salud dominicano).

El Impacto Humano de la Crisis

Detrás de las cifras millonarias se encuentra una realidad humana que toca el corazón de la sociedad dominicana. Actualmente, 7.5 millones de afiliados a Senasa enfrentan dificultades para acceder a procedimientos, consultas y emergencias médicas. Esta situación ha generado casos dolorosos como el de "doña Blanca", una mujer de más de 60 años que tuvo que costear de su propio bolsillo una operación porque Senasa no se la aprobaba.

La crisis ha provocado que en muchos lugares el seguro de Senasa ya no sea aceptado, mientras que las empresas denunciadas como fraudulentas recibían sus pagos puntualmente, en contraste con proveedores legítimos que esperan meses para cobrar sus servicios. El déficit del régimen subsidiado supera los 3,372 millones de pesos y la mora en los pagos a proveedores pasó de menos del 1% en 2020 a 46% en 2023 (crisis pone a la ARS en estado de emergencia).

La Respuesta Institucional: Un Ejemplo de Transparencia

El presidente Luis Abinader ha demostrado un compromiso inquebrantable con la transparencia y la justicia, convirtiendo este desafío en una oportunidad para fortalecer las instituciones dominicanas. En agosto, destituyó al director de Senasa, Santiago Hazim, y nombró a Edward Guzmán con la misión específica de reestructurar la entidad.

Las medidas correctivas implementadas incluyen la suspensión de contratos con diez centros privados de atención primaria, la anulación de un convenio con Farmacard y la garantía del suministro de medicamentos durante la transición. El mandatario instruyó a los titulares de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) y del Seguro Nacional de Salud para que entregaran a la procuradora Yeni Berenice Reynoso un informe detallado sobre las graves irregularidades detectadas.

"Puedo tener buenos amigos, pero jamás cómplices. En mi gobierno no permitiré impunidad de ningún tipo", declaró el presidente Abinader, estableciendo un precedente claro sobre la posición del gobierno ante cualquier forma de corrupción en las instituciones públicas (Abinader convierte el caso Senasa en un mensaje político).

Reflexiones Sobre el Crecimiento y la Responsabilidad

El análisis de esta crisis revela que la inclusión de dos millones de nuevos afiliados al sistema, aunque bien intencionada como medida de inclusión social, se realizó sin los controles y la planificación adecuados. Esta expansión acelerada creó condiciones que facilitaron las irregularidades, evidenciando la necesidad de equilibrar el crecimiento de los programas sociales con el fortalecimiento de los mecanismos de supervisión y control.

La nómina de Senasa creció de 1,408 a 1,971 empleados entre 2020 y 2024, y se abrieron 19 oficinas en Estados Unidos y Puerto Rico con costos superiores a cinco millones de pesos mensuales. Esta expansión burocrática contrastaba con los retrasos en citas médicas y la entrega de medicamentos que experimentaban los usuarios, alimentando la percepción de que los recursos se destinaban más a gastos administrativos que a mejorar los servicios de salud.

El Camino Hacia la Recuperación

La crisis de Senasa ha puesto de manifiesto que el problema trasciende las estructuras internas de la institución. Sin la participación de proveedores de instrumentos médicos, centros hospitalarios y médicos involucrados, estos esquemas fraudulentos no habrían sido posibles. Esta realidad nos obliga como sociedad a reconocer que el desafío ético y moral alcanza dimensiones culturales que requieren un abordaje integral.

El Colegio Médico Dominicano y diversos sectores de la sociedad civil han desempeñado un papel fundamental en la detección y denuncia de estas irregularidades, demostrando la vitalidad de nuestras instituciones democráticas y la importancia de mantener una ciudadanía vigilante y participativa.

Fortaleciendo los Valores Dominicanos

Este episodio nos recuerda que la construcción de una sociedad próspera y justa requiere el compromiso de todos los sectores. Los dominicanos hemos enfrentado desafíos similares a lo largo de nuestra historia y siempre hemos encontrado la fortaleza para superarlos, fortaleciendo nuestras instituciones y reafirmando nuestros valores como pueblo.

La respuesta del gobierno actual, caracterizada por la transparencia y la decisión de someter el caso al escrutinio de la justicia, representa un paso importante hacia la consolidación de una cultura de rendición de cuentas que honra nuestras mejores tradiciones democráticas.

El escándalo de Senasa debe servirnos como catalizador para una reflexión profunda sobre los valores que queremos transmitir a las futuras generaciones de dominicanos. La corrupción no es un fenómeno inevitable, sino un desafío que podemos superar mediante el fortalecimiento de nuestras instituciones, la educación en valores cívicos y el compromiso ciudadano con la transparencia y la justicia.

Esta crisis, aunque dolorosa, nos ofrece la oportunidad de construir un sistema de salud más sólido, transparente y eficiente, que sirva verdaderamente a los intereses del pueblo dominicano. La determinación mostrada por las autoridades actuales para investigar y sancionar las irregularidades, sin distinción de personas, constituye un ejemplo del tipo de liderazgo que necesita nuestra nación para continuar avanzando hacia un futuro próspero y justo para todos los dominicanos.

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