Luis Segura defiende sus derechos de autor en emblemática disputa musical con Bonny Cepeda

El veterano bachatero Luis Segura, conocido cariñosamente como "El Añoñaíto", ha decidido defender sus derechos como compositor ante la justicia dominicana en una disputa que involucra una de las canciones más emblemáticas de la bachata: "Pena por ti". Esta pieza musical, compuesta en 1981 y difundida al año siguiente, representa no solo el patrimonio artístico de Segura, sino también un símbolo de la música popular dominicana que ha trascendido generaciones.
El caso ha captado la atención del país entero, no solo por la popularidad de los artistas involucrados, sino por lo que representa para la protección de los derechos de los creadores musicales dominicanos. La audiencia judicial, celebrada ante la Octava Cámara Civil y Comercial del Distrito Nacional, marca un precedente importante en la defensa del patrimonio cultural de la nación.

El corazón de la disputa

Luis Segura presentó una demanda formal contra el reconocido merenguero Fernando Antonio Cruz Paz, conocido artísticamente como Bonny Cepeda, por presunta violación a la Ley 65-00 sobre Derecho de Autor. La querella, presentada en enero de este año, señala que Cepeda habría registrado la canción bajo el título de "Penas", adjudicándose indebidamente la lírica, melodía y composición de la obra original.
Según los documentos legales, el merenguero habría modificado el contenido original de la pieza musical, la habría publicado sin autorización del compositor y se habría beneficiado económicamente de ella durante más de cuatro décadas. Además, la demanda establece que Cepeda transfirió derechos de edición y distribución a terceros sin el consentimiento de Segura, quien nunca autorizó la modificación ni la explotación comercial de su creación.
El equipo legal que representa a Luis Segura está compuesto por los abogados Manuel Fermín Cabral, Graciano Gaillard, Nathanael Concepción y Julián R. Gómez Mencías. Este grupo de profesionales exige ante los tribunales una indemnización por daños y perjuicios, así como el reconocimiento pleno de los derechos de autor del veterano artista sobre su obra.

Las palabras del Añoñaíto

Con la voz entrecortada por la emoción, Luis Segura expresó sus sentimientos tras la audiencia judicial. "Me siento muy mal por lo que hizo", declaró el bachatero, añadiendo que una canción es como un hijo para un compositor y que espera que todo se resuelva bajo la guía de Dios para llegar a una solución justa.
El veterano artista manifestó su dolor por la situación, cuestionando directamente a Cepeda sobre por qué nunca se acercó a él para hablar del tema. "Bonny, ¿por qué hiciste eso y nunca fuiste capaz de llamarme, de decírmelo?", expresó Segura, recordando que siempre se saludaban con cariño sin que el merenguero mencionara la situación.
Para Segura, quien cuenta con más de 60 años de carrera artística sin haber enfrentado conflictos personales o profesionales previos, esta canción representa mucho más que una simple composición. "Pena por ti" es su "segunda madre", una pieza que considera fundamental en su legado y en la historia de la bachata dominicana. El compositor enfatizó que su esposa estuvo presente cuando escribió la canción hace más de cuatro décadas, siendo testigo del proceso creativo que dio vida a este clásico.
La compañera de vida de Luis Segura también se pronunció sobre el caso, expresando su dolor por la situación que afecta a su esposo. "Me duele lo que le pase a él, porque es mi compañero de toda una vida y el padre de mis hijos, un buen padre y un buen esposo", manifestó, añadiendo que lo ocurrido "no está bien, está muy mal".

La respuesta de Bonny Cepeda

Por su parte, Bonny Cepeda participó virtualmente en la audiencia judicial y ha abordado el tema públicamente a través de sus redes sociales. El merenguero calificó la acusación como un error y aclaró que la grabación del tema se realizó "a modo de chanza" hace más de cuatro décadas.
Cepeda fue enfático al señalar que nunca se atribuyó la autoría de la canción, reconociendo públicamente a Luis Segura como su legítimo creador. "Siempre he sabido que la canción pertenece a Luis Segura", afirmó el artista, intentando aclarar que su intención nunca fue apropiarse de la obra del bachatero.

Un legado musical que trasciende

Esta disputa pone de manifiesto la importancia de proteger el patrimonio cultural dominicano y el trabajo de los compositores que han construido la identidad musical del país. "Pena por ti" no es solo una canción; es un símbolo de la bachata dominicana que ha resonado en los corazones de millones de personas dentro y fuera de las fronteras nacionales.
La bachata, género musical nacido en los barrios populares de la República Dominicana, ha evolucionado hasta convertirse en un embajador cultural del país ante el mundo. Artistas como Luis Segura fueron pioneros en llevar este ritmo a la popularidad, enfrentando en sus inicios el estigma social que rodeaba al género. Su perseverancia y talento ayudaron a que la bachata conquistara todos los estratos sociales y se posicionara como uno de los géneros musicales más importantes de América Latina.
Luis Segura ha sido una figura fundamental en este proceso de legitimación de la bachata. Con su estilo romántico y sus composiciones cargadas de sentimiento, el Añoñaíto contribuyó a transformar la percepción del género, abriendo camino para las nuevas generaciones de bachateros que hoy triunfan en escenarios internacionales.

El valor de cada composición

Julián Gómez Mensía, uno de los abogados de Luis Segura, explicó que la demanda se sustenta en la violación a la Ley 65-00 sobre Derecho de Autor, buscando reparación por los daños y perjuicios ocasionados por la alteración y uso no autorizado de la obra. El togado enfatizó que se busca hacer justicia por la modificación no autorizada de la pieza musical.
Para los compositores dominicanos, cada creación representa una parte de su alma, un fragmento de su experiencia de vida traducido en melodía y poesía. El reconocimiento de estos derechos no es solo una cuestión legal o económica, sino un asunto de respeto al proceso creativo y al valor cultural que estas obras aportan a la sociedad.
El caso ha generado una amplia atención mediática, precisamente por la relevancia de ambos artistas en el panorama musical dominicano. Tanto Luis Segura como Bonny Cepeda son considerados íconos en sus respectivos géneros, la bachata y el merengue, dos pilares fundamentales de la música popular dominicana.

Un llamado al respeto y la justicia

Luis Segura ha manifestado que su decisión de acudir a la justicia no es por capricho, sino por su honor, el de su familia y el de su país. "Cada composición es un hijo que uno entrega al mundo", expresó el veterano bachatero, subrayando el valor emocional y cultural de su obra.
El artista ha agradecido públicamente el apoyo de sus colegas, su público y todos aquellos que a lo largo de los años han valorado fielmente la bachata dominicana. Este respaldo representa no solo un reconocimiento a su trayectoria, sino también una validación de la importancia de defender los derechos de los creadores.
El tribunal ha anunciado que en las próximas semanas emitirá una decisión sobre esta disputa que involucra uno de los temas más representativos de la música popular dominicana. Independientemente del resultado, este caso ya ha servido para poner en el centro del debate la necesidad de proteger el trabajo de los compositores y artistas dominicanos.
La música dominicana es un tesoro cultural que merece ser protegido y respetado. Géneros como la bachata y el merengue no solo son formas de entretenimiento, sino expresiones auténticas de la identidad nacional, vehículos de emociones y experiencias que unen a los dominicanos sin importar dónde se encuentren. Cada canción, cada melodía, cada letra es una pieza del mosaico cultural que define a la República Dominicana ante el mundo.
Luis Segura, a sus más de ocho décadas de vida y con una carrera que abarca más de seis décadas, continúa siendo un ejemplo de dignidad y amor por su arte. Su decisión de defender sus derechos de autor demuestra que nunca es tarde para hacer valer la justicia y que el respeto por el trabajo creativo debe ser una prioridad en la sociedad dominicana. Este proceso judicial, más allá de su resultado, deja un mensaje claro: el patrimonio cultural de la nación y el trabajo de sus artistas merece ser protegido con todo el rigor de la ley.

Referencias usadas en Artículo