Moca, provincia Espaillat. Tras cinco décadas de ser un símbolo de deterioro ambiental, el vertedero municipal de esta localidad cierra sus puertas para dar paso a una nueva era de sostenibilidad. Este hito histórico, celebrado por más de 70 mil habitantes afectados directamente, marca el final de un problema que por medio siglo contaminó ríos, suelos y atmósfera, generando graves afectaciones a la salud pública. La transformación, posible gracias a la alianza estratégica entre el Gobierno Central, el Fideicomiso DO Sostenible y el Ayuntamiento de Moca, refleja el compromiso del presidente Luis Abinader con el desarrollo ambiental de la República Dominicana.
La clausura de este icónico vertedero representa uno de los proyectos de saneamiento ambiental más ambiciosos de la región del Cibao. Con una inversión global de 193 millones de pesos, las autoridades han diseñado un plan integral que incluye medidas inmediatas y soluciones a largo plazo. El ministro Andrés Bautista, figura clave en esta transformación, destacó la construcción de un puente en el sector Barrancón-Los López, obra que demandará 13 millones de pesos y mejorará sustancialmente la logística de recolección de desechos.
Miguel Guarocuya Cabral, alcalde de Moca, explicó con visible satisfacción cómo los residuos del municipio ahora viajan diariamente hasta Santiago para su tratamiento final en el Eco Parque Rafey. Este proceso transitorio será perfeccionado con la construcción de una estación de transferencia local, proyecto valorado en 60 millones de pesos que comenzará sus operaciones en los próximos meses. "Estamos escribiendo una nueva página en la historia ambiental de nuestra provincia", afirmó el edil durante el acto de clausura.
El componente técnico del proyecto revela su envergadura. Príamo Ramírez, director del Fideicomiso DO Sostenible, detalló las fases de intervención: desde el sellado con arcilla para evitar filtraciones tóxicas hasta la instalación de membranas especializadas que preparan el terreno para la futura cobertura vegetal. Estas medidas de ingeniería ambiental convierten lo que fue un paisaje de desechos en un terreno apto para convertirse en parque urbano, prometiendo oxígeno verde para las próximas generaciones.
Los testimonios de la comunidad completan el cuadro de transformación. José Luis Ovalles, líder comunitario de Los López III, recordó cómo las constantes humaredas tóxicas obligaban a cerrar ventanas y limitaban la vida al aire libre. "Hoy respiramos otro aire, literalmente", expresó mientras señalaba el terreno que pronto albergará áreas verdes. Su relato evidencia el impacto directo en la calidad de vida que ya perciben los vecinos de zonas aledañas.
La dimensión sanitaria del proyecto no es menor. Médicos epidemiólogos locales vinculaban el vertedero con altas tasas de enfermedades respiratorias y dermatológicas, particularmente en niños y adultos mayores. La eliminación de este foco contaminante reduce drásticamente los riesgos de infecciones y exposiciones a metales pesados, marcando un punto de inflexión en los indicadores de salud pública municipal.
En el aspecto económico, la reconversión del espacio genera expectativas positivas. Urbanistas proyectan que el futuro parque incrementará el valor de propiedades circundantes y atraerá inversiones turísticas. Simultáneamente, la nueva estación de transferencia creará decenas de empleos especializados en gestión de residuos, fortaleciendo la economía circular en la provincia Espaillat.
El modelo implementado en Moca sienta precedentes nacionales. Técnicos del Ministerio de Medio Ambiente destacan cómo este proyecto piloto combina cierre técnico de vertederos con creación de infraestructura moderna, sirviendo de prototipo para otras localidades. La participación del sector privado a través del fideicomiso garantiza sostenibilidad financiera, mientras que la vigilancia ciudadana asegura transparencia en la ejecución.
Como colofón a este esfuerzo colectivo, las autoridades anunciaron programas educativos paralelos. Escuelas y organizaciones comunitarias recibirán capacitación en separación de desechos y reciclaje, complementando la infraestructura física con una transformación cultural. Esta visión integral convierte a Moca en laboratorio vivo de sostenibilidad, donde cada ciudadano se erige en guardián ambiental.
El cierre del vertedero municipal de Moca trasciende la mera obra de ingeniería. Representa un triunfo de la voluntad política coordinada con la participación ciudadana, demostrando que los desafíos ambientales pueden convertirse en oportunidades de progreso. Mientras las excavadoras dan forma al nuevo parque urbano, los mocanos redescubren el orgullo de habitar una ciudad que escribe su futuro con criterios de sostenibilidad y justicia ambiental.
Referencias usadas en Artículo
- El Nuevo Diario – Andrés Bautista: Moca se encamina al cierre definitivo del vertedero municipal
- El Caribe – Cierre técnico del vertedero de Moca después de 50 años
- Acento – Moca se encamina al cierre definitivo del vertedero municipal
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