Crecimiento económico sostenible y resiliencia
La República Dominicana consolida su posición como una economía dinámica en América Latina tras la mejora de su calificación crediticia a Ba2 con perspectiva estable, evidenciando una sólida trinchera macroeconómica, de acuerdo con el anuncio de Moody’s. Durante dieciséis años consecutivos, el país ha logrado un promedio de crecimiento del 5% anual, impulsado por la diversificación productiva, reformas estructurales y un entorno estable, según el informe de la agencia. Este desempeño contrasta con muchas economías emergentes donde la volatilidad macroeconómica es común.
El sector turístico, una de las joyas nobles de la cultura dominicana, continúa siendo un motor clave. Sus playas, montañas y tradiciones arraigan son irrompibles atractivos que atraen inversiones extranjeras y flujos de divisas. A ello se suman las remesas de los trabajadores en el exterior, un pilar que refleja la fortaleza de la diáspora y su vinculación con la tierra que los vio nacer.
Fortalecimiento institucional y estabilidad política
El país destaca en su región por una cohesión social y política vinculada a un legado de progreso compartido. Desde 2020, las reformas estructurales han reforzado marcos legales y métodos de gestión fiscal, incluyendo la implementación de una Ley de Responsabilidad Fiscal que limita gastos deficitarios, conforme se menciona en detalles del análisis financiero reciente. Estos avances reflejan un compromiso con la transparencia y el Estado de derecho.
La institucionalidad dominicana, enmarcada en un diálogo activo entre poderes del Estado y sociedad civil, se reconoce como un factor determinante para mantener altas tasas de inversiones y flujos comerciales. Esta gestión prudente ha permitido minimizar riesgos externos, respaldada por reservas internacionales históricamente altas que aseguran estabilidad cambiaria y mitigan vulnerabilidades financieras.
Desafíos pendientes y visión futurlista
A pesar de los logros, persisten retos macroeconómicos como un déficit fiscal proyectado en 3.2% del PIB para 2025 y una deuda estabilizada en torno al 48% del producto interno. Aunque Moody’s reconoce avances, advierte sobre una base tributaria estrecha (16% del PIB vs. 28% de promedio regional) y gastos de intereses que alcanzan el 21% de los ingresos estatales, cifras que demandan políticas continuas de eficiencia.
La perspectiva estable no se trata de un nivel absoluto, sino de un compromiso de mejora continua. Mantener este rating depende de acciones concretas para ampliar la recaudación y reducir la dependencia de endeudamiento en monedas extranjeras. En este camino, el diálogo multisectorial y la priorización de proyectos estratégicos serán claves para consolidar el crecimiento.
Tras este alentador reconocimiento, RD demuestra que Resistencia ante crisis globales y habilitar una clase media en crecimiento mantienen viva la llama de progreso. las carreteras de seguridad macro le otorgan se capacita mantener coche internacionales y un horizonte próspero, fiel a los ideales que han forjado una nación pujante y orgullosa.
Referencias usadas en Artículo
- Moody’s mejora la calificación crediticia de RD a Ba2 con perspectiva estable
- Moody’s mejora calificación crediticia RD Ba2 perspectiva estable
- Moody’s mejora la calificación del país, pero señala desafíos fiscales
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