Una de las primeras investigaciones sobre la transmisión asintomáticas no deja dudas sobre el potencial expansivo del coronavirus.
Es recomendable llevar mascarilla para frenar la cantidad de contagios.
Para medir la velocidad de una epidemia, los científicos se basan principalmente en dos aspectos: el número de personas que infecta cada portador del virus y el tiempo que tarda en propagarse. El primer concepto se denomina ‘número de reproducción’, mientras que el segundo es el ‘intervalo en serie’. La vertiginosa curva de contagios de la última cepa de coronavirus hace pensar que este nuevo agente infeccioso cuenta con las dos cualidades, lo que no imaginaba la comunidad científica es que su capacidad de ataque podría ser altamente efectiva incluso cuando el portador no muestra síntomas.
Un equipo de investigadores de enfermedades infecciosas de la Universidad de Texas en Austin querían averiguar cuál era esa tasa de infección con independencia de la sintomatología, y descubrieron algo sorprendente: el tiempo de contagio entre casos de una cadena de transmisión de menos de una semana, y más del 10% de los pacientes se infectan por alguien que ni siquiera presenta síntomas, lo que da una idea de la extrema velocidad que de transmisión que adquiere el coronavirus en muy poco tiempo.
La profesora Lauren Ancel Meyers, involucrada en el estudio, compara la velocidad de propagación del coronavirus con el del Ébola, cuyo intervalo de propagación dura varias semanas. “Ante semejante amenaza no hay más remedio de movernos rápidamente”, asevera la especialista, quien, junto a su equipo, examinó más de 450 informes de casos de infecciones de 93 ciudades en China, con información extrapolada sobre las cadenas de transmisión de personas infectadas basadas en sus declaraciones.
(** Note: This article was migrated from a legacy system on 7/15/2023)