En los últimos tres años el SNS recibe un promedio de 2,626 solicitantes de Pasantía Médica, mientras que la oferta es de 1,840 plazas.
Dentro de dos meses los nuevos bachilleres que ingresarán a las universidades escogerán una carrera profesional, tal vez sin tomar en cuenta el mercado laboral que ésta tendrá en los próximos cuatro a cinco años, que es el tiempo promedio de terminarlas.
Algunos se inclinarán por las profesiones que tienen sus padres y que les garantiza insertarse en el mundo del empleo, otros porque les atrae el nombre o porque se dejan influenciar de las promociones que hacen las universidades en los centros educativos para captar “nuevos clientes”, mientras que algunos lo harán por vocación.
La carrera de medicina es una de las de mayor demanda que tiene el país y de las que más déficit de plaza posee.
“Estamos graduando más médicos de los que podemos insertar en el sistema. Los que tiene la UASD en su escuela no lo tiene Argentina entero y es seis veces nuestro tamaño”, dijo la directora general de Residencias Médicas y Postgrado, Carolina de la Cruz Bassa,
Para el director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Nelson Rodríguez Monegro, posiblemente la República Dominicana necesita alrededor de 500 o 600 médicos por año y alrededor de 2,600 se han graduado en los últimos dos años, con el inconveniente de que no hay plazas para emplearlos, pero tampoco para que puedan hacer una especialidad médica.
En ese orden, el director del SNS propone capacitarlos en algunas áreas de la salud en las que el país tiene deficiencias.
Entre éstas citó epidemiología hospitalaria, gestión de salud, ayudantes de cirugía y de emergencia, así como sonografistas.
“Lamentablemente, las universidades, por estar desvinculadas del mercado laboral se han convertido en la industria de frustración de profesionales jóvenes que terminan y no encuentran plaza”, expresó Rodríguez Monegro.
De acuerdo con datos del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt), la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) concentra la mayor cantidad de estudiantes con una matrícula que supera los 22 mil.
En los últimos tres años el SNS recibe un promedio de 2,626 solicitantes de Pasantía Médica, mientras que la oferta es de 1,840 plazas.
Una parte de los egresados emigran del país a realizar entrenamientos en diversas especialidades sin hacer la pasantía.
La cifra es inferior a los médicos generales, quienes terminan la pasantía y luego se examinan para optar por una especialidad médica básica.
Este año sumaron 3,801 los médicos generales que se disputaron 1,025 plazas, siendo las más demandadas medicina interna, pediatría, ginecología y obstetricia, así como cirugía general.
Después de terminar la especialidad, el galeno puede hacer una pasantía de postgrado, no es obligatoria, y se asigna de acuerdo a las necesidades y disponibilidad económica.
La directora general de Residencias Médicas dijo que en ningún país del mundo los gobiernos pueden suplir todas las plazas necesarias o contratar a todos los médicos que se necesiten.
Pero hay déficit de otorrinolaringólogos, porque por muchos años solo había una escuela y admitía dos residentes por año. Desde el 2016 se abrió una residencia más y de la Cruz Bassa cree que está llenando una cuota, debido a que, excepto en las grandes ciudades como el Gran Santo Domingo, Santiago, San Francisco de Macorís y La Vega, se encuentran esos especialistas. De Baní hacia el resto de las provincias del sur no se encuentra un otorrino.
Con neurología es igual, solo había un programa y solo entraban dos residentes. Este año permitieron tres plazas. En neurocirugía hay cuatro programas, incluyendo uno nuevo en el Hospital General Plaza de la Salud.
Sobre el déficit de plazas, el SNS explica que es variable de un centro de salud a otro, mientras que en una puede faltar algún personal, en otras pueden sobrar, de ahí que existe un problema de distribución de los recursos humanos.
El pasado año el Gobierno pensionó 1,667 médicos, de esos el 48% hacía años no trabajaba. Del 52% restante iban muchos de forma irregular, de modo que como resultado hacen falta alrededor del 25%. De la Red Única Pública, 29 hospitales a nivel nacional ofrecen la residencia o especialidad médica y cada año gradúan alrededor de 1,305 especialistas.
De la Cruz Bassa dijo que la edad máxima para hacerse especialista aumentó de 40 a 45 años para hacer la especialidad básica y a 50 a una subespecialidad.
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