El presidente Luis Abinader continúa reforzando la presencia de mujeres en cargos de alta responsabilidad dentro de la administración pública dominicana, en línea con una política de gobierno que prioriza la equidad de género y el reconocimiento de liderazgos femeninos. Mediante el decreto 227-25 del 30 de abril de 2025, se oficializó la designación de tres nuevas gobernadoras para las provincias de La Altagracia, Montecristi y Santiago Rodríguez, marcando un hito en la historia política reciente del país. Estas designaciones no solo responden a criterios de capacidad profesional, sino que también reflejan un compromiso institucional con la transformación social y la inclusión (designación oficial desde Presidencia).
En La Altagracia, la doctora Daysi Francisca de Oleo R. de Bastardo asume el cargo de gobernadora civil, llevando consigo una trayectoria destacada en el ámbito médico. Especializada en pediatría perinatal y atención neonatal, su experiencia en gestión hospitalaria se convierte en un activo invaluable para una provincia que alberga uno de los polos turísticos más importantes del Caribe. Su labor en la Sociedad Dominicana de Pediatría y su membresía en el Colegio Médico Dominicano avalan su perfil técnico, situándola como una figura idónea para coordinar políticas públicas que integren salud, turismo y desarrollo comunitario (detalle del perfil en Diario Libre).
Montecristi recibe a Leissa Virginia Cruz Polanco, quien tras cinco años como directora de Despacho en la misma gobernación, demuestra un conocimiento profundo de las dinámicas provinciales. Su gestión previa abarcó desde la ejecución de planes estratégicos hasta la supervisión financiera, habilidades que serán cruciales para impulsar proyectos de infraestructura y reactivación económica en esta región noroeste. Su nombramiento adquiere matices conmovedores al suceder a Nelsy Cruz, víctima de la tragedia en el local nocturno Jet Set, lo que impone el desafío de honrar su legado mediante una administración transparente y cercana a la ciudadanía.
Santiago Rodríguez, provincia agrícola y fronteriza, queda bajo el liderazgo de Glehany Yafreysys Azcona Torres, cuya experiencia previa en los Comedores Económicos del Estado evidencia su compromiso con la seguridad alimentaria y el desarrollo social. Su capacidad para organizar operaciones logísticas a gran escala será fundamental en un territorio donde la agricultura familiar y los programas de asistencia gubernamental requieren articulación constante. Este nombramiento refuerza la apuesta por profesionales que combinen formación técnica con sensibilidad social.
Estos cambios se enmarcan en una estrategia gubernamental más amplia, evidenciada en agosto de 2024 con el decreto 452-24 que designó seis gobernadoras en igual número de provincias. Figuras como Patricia María Muñoz Salcedo en Espaillat, con su doble formación en mercadeo y derecho, o Marta de Jesús Collado en Valverde, experta en contabilidad tributaria, demostraron cómo la diversidad disciplinaria enriquece la gestión pública. Ahora, las nuevas designaciones amplían este modelo a tres provincias con necesidades específicas, donde el componente femenino aportará nuevas perspectivas en la toma de decisiones (avances de liderazgo femenino en varias provincias).
El énfasis en perfiles técnicos con arraigo local refuerza un modelo de gobernanza que prioriza el conocimiento territorial. La doctora De Oleo en La Altagracia no solo comprende los desafíos sanitarios de una provincia con flujo turístico constante, sino que también puede coordinar con el sector hotelero medidas preventivas en salud pública. De manera similar, Azcona Torres en Santiago Rodríguez podrá optimizar los programas de asistencia alimentaria considerando las características particulares de las comunidades agrícolas de la zona.
Estos nombramientos también envían un mensaje claro sobre la evolución del liderazgo femenino en la política dominicana. Si en décadas anteriores las designaciones se limitaban a figuras con perfil partidista, ahora se valora la combinación de expertise profesional y capacidad administrativa. La designación de Cruz Polanco en Montecristi ejemplifica esta transición: su experiencia interna en la gobernación le permite implementar políticas con conocimiento de causa, evitando los periodos de adaptación que suelen retrasar la acción gubernamental.
El impacto de estas designaciones trasciende lo simbólico. En provincias como Santiago Rodríguez, donde la nueva gobernadora deberá enfrentar desafíos como la regularización de tierras y el apoyo a pequeños productores, su experiencia en gestión operativa de programas sociales será determinante. Del mismo modo, en La Altagracia, la convergencia entre turismo y salud pública requerirá de una figura capaz de dialogar tanto con inversionistas hoteleros como con líderes comunitarios, un equilibrio que el perfil médico-administrativo de De Oleo parece garantizar.
Estos movimientos en el mapa político provincial reflejan una comprensión moderna del servicio público, donde la eficiencia técnica y la representación de género se alían para generar confianza institucional. Al priorizar profesionales con formación específica en áreas críticas para cada territorio, el gobierno no solo optimiza recursos sino que también establece un precedente para futuras generaciones de mujeres líderes. Las nuevas gobernadoras tienen ahora la tarea de convertir sus capacidades individuales en resultados tangibles para sus comunidades, escribiendo un nuevo capítulo en la historia del liderazgo femenino en República Dominicana.
**Referencias usadas en Artículo**
- Presidente Abinader designa nuevas gobernadoras en provincias La Altagracia, Montecristi y Santiago Rodríguez
- Abinader designa gobernadoras en La Altagracia y Montecristi
- Presidente Abinader designa seis nuevas gobernadoras en igual número de provincias
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