En momentos en que el huracán Melissa se desplaza por el Caribe con categoría 5, la Organización Panamericana de la Salud intensifica sus esfuerzos coordinados para fortalecer la preparación de los sistemas de salud en la región, con especial énfasis en proteger a las comunidades más vulnerables de nuestras naciones hermanas y de la República Dominicana.
Desde su Centro de Operaciones de Emergencias en Washington, la OPS mantiene un monitoreo constante de la evolución de esta potente tormenta, coordinando acciones inmediatas con los ministerios de salud de los países amenazados. La organización trabaja de manera integral con agencias regionales de gestión de desastres, Naciones Unidas y organismos caribeños de respuesta, garantizando que la coordinación humanitaria sea fluida y efectiva en cada territorio.
Una tormenta de magnitud sin precedentes
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos proyecta que Melissa podría provocar lluvias torrenciales de intensidad extrema, vientos de velocidades devastadoras, marejadas ciclónicas y inundaciones generalizadas. Estos fenómenos naturales representan riesgos significativos para la salud pública y la continuidad de los servicios sanitarios esenciales que nuestras comunidades necesitan.
Los territorios de mayor preocupación incluyen Jamaica, Cuba, Haití, República Dominicana y las Bahamas, todas ellas naciones del Caribe que históricamente han demostrado resiliencia ante adversidades naturales, pero que requieren preparación y coordinación efectiva para minimizar impactos.
Suministros médicos estratégicamente posicionados
La OPS ha implementado una estrategia proactiva de preposicionamiento de recursos en toda la región. En Haití, la organización ha almacenado suministros médicos esenciales y kits de emergencia en el Almacén Central de Insumos Médicos, ubicado en Tabarre, preparados para ser desplegados rápidamente según las necesidades que emerjan.
De manera paralela, la Reserva Estratégica Regional de la OPS en Panamá mantiene existencias estratégicas de medicamentos esenciales, insumos médicos y materiales especializados de agua, saneamiento e higiene. Esta infraestructura de respuesta permite que la organización pueda actuar con celeridad ante cualquier emergencia que se presente.
Ya han comenzado los primeros envíos de asistencia. La OPS entregó a Cuba más de 2.6 toneladas de suministros médicos críticos, que incluyen nueve kits de emergencia con medicinas, material médico y quirúrgico suficientes para atender a 5,000 personas durante tres meses. El envío también contiene tabletas de cloro para potabilizar aproximadamente ocho millones de litros de agua, equipos eléctricos, mochilas médicas, tiendas de campaña y tanques de almacenamiento. Adicionalmente, la organización tiene alistadas 5.5 toneladas más de insumos de asistencia humanitaria para Jamaica, listos para ser despachados tan pronto como el aeropuerto del país se reabra, tal como se reporta en el artículo sobre el envío de suministros médicos a países afectados por el huracán Melissa.
Equipo regional en máxima alerta
El equipo multidisciplinario regional de respuesta de la OPS se mantiene en estado de alerta máxima, preparado para desplegarse en cualquier momento hacia los territorios más afectados. Sus especialistas están capacitados para realizar evaluaciones rápidas de daños, coordinar operaciones de emergencia, restaurar servicios sanitarios críticos y contribuir en el control de brotes de enfermedades que podrían emerger como consecuencia del desastre natural.
En República Dominicana, los servicios de salud del sur del país permanecen en estado de alerta ante el riesgo de inundaciones y posibles cortes de servicios. Las autoridades dominicanas han mantenido comunicación fluida con la OPS para garantizar que los recursos y la asistencia técnica lleguen de manera oportuna cuando sea necesario, según informan desde OPS refuerza la preparación del sector salud ante el paso del huracán Melissa por el Caribe.
Amenazas inmediatas para la salud pública
La OPS ha identificado varios frentes críticos donde podría concentrarse su respuesta. Entre estos se encuentran las posibles interrupciones en la prestación de servicios de salud, con daños potenciales a establecimientos sanitarios, cortes de energía, escasez de agua y dificultades de acceso, especialmente en zonas costeras y rurales donde las comunidades más vulnerables dependen de estos servicios.
Los daños en infraestructuras de agua y saneamiento representan una amenaza particular, aumentando significativamente el riesgo de brotes de enfermedades transmitidas por el agua y por vectores. Las inundaciones generalizadas elevan la probabilidad de propagación de dengue, chikunguña y otras arbovirosis, así como enfermedades de transmisión hídrica como la diarrea y el cólera.
Se prevé además un incremento en enfermedades respiratorias, particularmente en albergues temporales donde las condiciones de hacinamiento podrían facilitar la transmisión. Las comunidades también enfrentarán desafíos significativos en su salud mental, enfrentando desplazamientos, pérdidas materiales y estrés prolongado que requiere atención especializada.
Estrategia de respuesta comprehensiva
La OPS recomienda que se realicen evaluaciones rápidas de la red de servicios de salud en cada territorio para determinar funcionalidad, daños y necesidades urgentes que permitan salvar vidas en la fase inmediata posterior al impacto de la tormenta. La restauración y mantenimiento del acceso a agua segura, saneamiento e higiene en los establecimientos de salud y refugios se posiciona como una prioridad clave para evitar brotes secundarios de enfermedades.
La organización brinda orientación técnica constante a las autoridades nacionales y locales de los países afectados, apoyándolos en la reorganización de servicios sanitarios, garantizando el acceso oportuno a atención médica esencial, reforzando medidas de prevención y control de infecciones, y fortaleciendo la gestión adecuada de residuos médicos.
Un compromiso con la preparación regional
Este esfuerzo coordinado de la OPS refleja una visión de largo plazo. La organización ha hecho un llamado urgente a todos los países del Caribe para que revisen sus planes de contingencia y activen medidas preventivas ante la perspectiva de una temporada de huracanes 2025 clasificada por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos como por encima de lo normal, de acuerdo a la solicitud de preparación para una temporada de huracanes muy activa en 2025.
La República Dominicana, reconociendo su condición de país insular altamente vulnerable a la crisis climática, ha expresado su respaldo a las políticas de la OPS para fortalecer las funciones esenciales de salud pública en temas de cambio climático, e-salud y transformación de los sistemas sanitarios. El Ministerio de Salud dominicano ha señalado la importancia de proteger a las comunidades más vulnerables que enfrentan un impacto desproporcionado de estos fenómenos naturales.
La OPS continuará monitoreando la evolución del huracán Melissa de manera rigurosa y apoyando la implementación de medidas de respuesta en estrecha coordinación con los gobiernos del Caribe y los socios humanitarios internacionales. El objetivo central permanece inmodificable: mantener la continuidad de los servicios de salud y proteger la vida y el bienestar de nuestras comunidades más vulnerables ante uno de los fenómenos naturales más desafiantes que enfrenta la región.
Referencias usadas en Artículo
- OPS envía suministros médicos de emergencia a países afectados por el huracán Melissa
- OPS refuerza la preparación del sector salud ante el paso del huracán Melissa por el Caribe
- OPS pide a los países preparar sus sistemas de salud ante pronósticos de una temporada de huracanes 2025 muy activa
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