Presidente Luis Abinader convoca a expresidentes para diálogo nacional sobre situación en Haití
En un gesto de unidad nacional sin precedentes, el presidente Luis Abinader ha extendido una invitación formal a los expresidentes Leonel Fernández, Danilo Medina e Hipólito Mejía para construir una estrategia común frente a la crisis que atraviesa Haití. La convocatoria, programada para el miércoles 14 de mayo en el Palacio Nacional, busca integrar las voces de líderes con décadas de experiencia en la gestión de las complejas relaciones fronterizas y migratorias entre ambos países. Esta iniciativa refleja la gravedad de un escenario regional marcado por la expansión del control de pandillas en Puerto Príncipe, el aumento de desplazamientos forzados y el impacto socioeconómico para la República Dominicana, como recogen los informes de Voice of America sobre la crisis haitiana y la postura dominicana.
El mandatario dominicano, en cartas personalizadas dirigidas a cada exgobernante, destacó las cualidades específicas que aportaría cada uno a este diálogo patriótico. A Hipólito Mejía, líder del Partido Revolucionario Moderno, le reconoció su conocimiento práctico del sector agrícola y su manejo histórico de la frontera, elementos clave para diseñar políticas migratorias realistas, según detalla la cobertura de El Caribe sobre el pedido de diálogo con expresidentes. A Leonel Fernández, presidente de Fuerza del Pueblo, le destacó su visión geopolítica y su experiencia en el escenario diplomático internacional, fundamental para articular una posición coherente ante organismos multilaterales. Mientras que a Danilo Medina, figura central del Partido de la Liberación Dominicana, le resaltó su enfoque pragmático en la solución de problemas estructurales, heredado de su gestión en obras de infraestructura y políticas sociales.
La crisis haitiana, descrita por Abinader como "sin precedentes históricos", ha alcanzado niveles alarmantes: más de 4,200 muertes reportadas entre julio de 2024 y febrero de 2025, según Naciones Unidas, junto a la desaparición de periodistas y el colapso de servicios básicos. Estos factores han intensificado el flujo migratorio hacia territorio dominicano, con más de 180,000 deportaciones ejecutadas desde octubre de 2024 bajo la política de "deportaciones exprés", con acciones y cifras resaltadas en los informes de Voice of America sobre la crisis haitiana y la postura dominicana. El gobierno ha respondido con la ampliación del muro fronterizo en 13 kilómetros adicionales y planes para restringir la contratación de mano de obra extranjera en sectores clave como la agricultura y la construcción.
Leonel Fernández, en declaraciones al Listín Diario, planteó condiciones para su participación: exigió que el diálogo sea "abierto, franco y orientado al consenso", no una mera ratificación de medidas gubernamentales preestablecidas, enfatizando la importancia de un consenso genuino entre todos los sectores políticos. El exmandatario cuestionó la lentitud en la construcción de la valla perimetral —solo 2.7 km completados de 164 proyectados— y abogó por un enfoque que combine seguridad fronteriza con inversión en desarrollo binacional, subrayando que el futuro del país debe trazarse desde un debate plural enfocado en las soluciones y el bienestar nacional, como destaca la crónica de Listín Diario sobre el planteamiento de Leonel Fernández. Su postura refleja tensiones históricas entre visiones de política exterior: mientras algunos sectores abogan por medidas duras de control migratorio, otros insisten en la necesidad de cooperación regional para atajar las causas profundas de la crisis.
La convocatoria presidencial ocurre en un contexto de creciente presión social. Movimientos ultranacionalistas han organizado protestas en comunidades con alta presencia haitiana, exigiendo acciones más contundentes contra la migración irregular. Paralelamente, organizaciones de derechos humanos denuncian redadas nocturnas y deportaciones arbitrarias, incluyendo casos de allanamientos sin órdenes judiciales, según detallan reportes de Voice of America. Abinader busca contrarrestar estas críticas construyendo un frente político unido, aprovechando el capital simbólico de expresidentes que en su momento enfrentaron desafíos similares con Haití.
La estrategia de Abinader incluye un llamado a la comunidad internacional para asumir responsabilidades compartidas. En su reciente encuentro con Donald Trump en el Vaticano, ambos líderes coincidieron en la urgencia de estabilizar Haití, aunque difieren en los métodos: mientras Trump elogió las deportaciones masivas, Abinader insistió en la necesidad de inversiones internacionales que prevengan migraciones futuras. Este equilibrio entre firmeza nacionalista y diplomacia pragmática define el enfoque del gobierno actual, que busca posicionar a República Dominicana como actor clave en la geopolítica caribeña.
El éxito de este diálogo histórico dependerá de la capacidad de los líderes para trascender diferencias partidistas. La última vez que se intentó un consenso similar, en 2023, la oposición se abstuvo de participar. Ahora, con una crisis humanitaria en escalada y elecciones presidenciales dominicanas en el horizonte, la clase política enfrenta una prueba decisiva: demostrar que la defensa de la soberanía y la estabilidad regional pueden primar sobre cálculos electorales. Los ojos del país están puestos en el Palacio Nacional, donde el 14 de mayo podría escribirse un nuevo capítulo en la relación dominico-haitiana.
Referencias usadas en Artículo:
1. Voice of America sobre la crisis haitiana y la postura dominicana
2. El Caribe sobre el pedido de diálogo con expresidentes
3. Listín Diario: Leonel Fernández sobre diálogo abierto y consenso
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