La implementación del nuevo protocolo migratorio en los hospitales públicos de República Dominicana ha generado un cambio drástico en la dinámica de atención médica, con una reducción estimada en la asistencia de pacientes extranjeros, según datos proporcionados por el Colegio Médico Dominicano (protocolo migratorio ha reducido en 70% presencia de extranjeros en los hospitales). Esta medida, impulsada por el gobierno del presidente Luis Abinader, busca regular el acceso a los servicios de salud para personas en situación migratoria irregular, priorizando la sostenibilidad del sistema sanitario nacional. No obstante, especialistas advierten sobre posibles riesgos epidemiológicos y la necesidad de ajustes técnicos para equilibrar el control migratorio con garantías humanitarias.
En hospitales emblemáticos como la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia y el Hospital Infantil Robert Reid Cabral, la presencia de pacientes haitianos ha caído drásticamente. Testimonios del personal médico indican que, en áreas como emergencias y consultas externas, la asistencia de extranjeros se redujo de cientos diarios a apenas un puñado de casos (protocolo migratorio provoca reducción asistencia de haitianos en hospitales públicos de RD). En el Hospital de Engombe, por ejemplo, la disminución supera el 90%, mientras que en el Moscoso Puello solo se registraron cinco atenciones a no nacionales durante esta semana.
Esta tendencia se replica en provincias estratégicas como La Altagracia, donde el hospital materno infantil reporta una baja visible en partos de mujeres extranjeras (disminuye la presencia de pacientes extranjeros en hospitales públicos de Higüey tras nuevas medidas del gobierno). Las autoridades atribuyen estos resultados a la exigencia de documentos de identificación válidos, comprobantes de domicilio y cartas laborales para acceder a servicios gratuitos, medida que ha disuadido a muchos migrantes indocumentados de acudir a los centros.
Waldo Ariel Suero, presidente del Colegio Médico Dominicano, respalda la política migratoria pero insiste en la urgencia de reforzar los controles fronterizos para evitar un “círculo vicioso” de deportaciones y retornos ilegales. Durante una reunión con directivos del Servicio Nacional de Salud y Migración, Suero destacó que cerca del 30% de los partos en el país correspondían a mujeres haitianas, una cifra insostenible que amenazaba con invertir la proporción demográfica en varias regiones.
Sin embargo, el galeno critica la falta de consulta previa a las sociedades médicas especializadas, tal como exige la Ley 68-03. Un protocolo de esta magnitud debe considerar variables técnicas, como el impacto en pacientes con dengue o hipertensión que evitan hospitalizarse por miedo a la deportación. Ejemplificó con casos de neonatos en cuidados intensivos o mujeres postcesárea, cuya repatriación inmediata podría agravar su estado de salud.
Organizaciones de derechos humanos han expresado preocupación por posibles violaciones al acceso universal a la salud, consagrado en instrumentos internacionales. No obstante, el gobierno dominicano enfatiza que la medida no niega atención médica: los pacientes indocumentados reciben tratamiento y luego son transferidos a Migración para su repatriación. Esta política ya ha permitido reducir gastos operativos en hospitales, liberando recursos para la población local.
En Santiago, la aplicación del protocolo ha sido particularmente estricta, con una presencia casi nula de extranjeros en centros como el Hospital Rafael Estrella Ureña. Aunque algunos sectores celebran este resultado, persisten interrogantes sobre el manejo de enfermedades infectocontagiosas. Si un niño con fiebre no es llevado al médico por temor, podría morir en su casa, advirtió Suero, instando a crear excepciones para casos críticos.
La experiencia internacional, como la del Hospital de Orán en Argentina, muestra que el cobro por servicios médicos a extranjeros puede reducir la demanda. República Dominicana explora ahora mecanismos similares, aunque Suero aclara: Los dominicanos nunca pagarán, pero los extranjeros deben costear insumos y medicamentos.
Para consolidar estos avances, se requiere un trabajo coordinado entre el Ministerio de Salud, Migración y las fuerzas armadas en la frontera. La militarización de puntos clave como Dajabón y la construcción de nuevos puestos de control son pasos urgentes para evitar que el problema se traslade nuevamente a los hospitales. Mientras tanto, el sistema sanitario nacional respira aliviado, aunque vigilante ante los desafíos que aún persisten.
**Referencias usadas en Artículo**
1. [Protocolo migratorio ha reducido en 70% presencia de extranjeros en los hospitales](https://eldia.com.do/protocolo-migratorio-ha-reducido-en-70-presencia-de-extranjeros-en-los-hospitales/)
2. [Protocolo migratorio provoca reducción asistencia de haitianos en hospitales públicos de RD](https://n.com.do/2025/04/25/protocolo-migratorio-provoca-reduccion-asistencia-de-haitianos-en-hospitales-publicos-de-rd/)
3. [Disminuye la presencia de pacientes extranjeros en hospitales públicos de Higüey tras nuevas medidas del gobierno](https://eltiempo.com.do/en-el-este/disminuye-la-presencia-de-pacientes-extranjeros-en-hospitales-publicos-de-higuey-tras-nuevas-medidas-del-gobierno/)
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