República Dominicana está demostrando al mundo que el compromiso con la democracia, la transparencia y el buen gobierno no son solo promesas, sino realidades medibles y reconocidas internacionalmente. En una presentación realizada este lunes durante el encuentro semanal con la prensa, el presidente Luis Abinader compartió con la nación los resultados de múltiples índices e informes internacionales que confirman el ascenso sostenido del país en áreas fundamentales para el desarrollo nacional, según información oficial del Gobierno dominicano.
Acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, el mandatario ofreció un panorama detallado de cómo la República Dominicana está consolidando su posición como referente regional en gobernanza democrática, lucha contra la corrupción, seguridad ciudadana y atracción de inversiones. Estos logros representan el fruto de políticas públicas consistentes y del esfuerzo colectivo de una nación comprometida con su futuro.
Avances históricos en la lucha contra la corrupción
Uno de los reconocimientos más significativos proviene de Transparencia Internacional, cuyo Índice de Percepción de la Corrupción 2025 sitúa a la República Dominicana en una posición destacada dentro del panorama latinoamericano. El país alcanzó su mejor puntuación en más de una década, ascendiendo 33 posiciones a nivel global desde el año 2020, para situarse ahora en el puesto 104 de 180 naciones analizadas, de acuerdo a uno de los reportes más recientes sobre percepción de la corrupción.
Este avance extraordinario no es casualidad ni resultado de fluctuaciones estadísticas. La mejora responde directamente a la implementación de políticas concretas que han transformado la arquitectura institucional del país. La independencia del Ministerio Público se ha consolidado como piedra angular de este proceso, permitiendo investigaciones sin interferencias políticas y el procesamiento de casos de corrupción sin importar el nivel de poder de los involucrados.
El fortalecimiento de los organismos de control ha sido otro pilar fundamental. Las instituciones encargadas de la supervisión y auditoría gubernamental han recibido mayor autonomía y recursos, lo que ha permitido detectar irregularidades de manera temprana y aplicar correctivos oportunos. La política de cero tolerancia a la corrupción ha dejado de ser un eslogan para convertirse en una práctica institucional verificable y medible.
Transparencia Internacional reconoció a República Dominicana como uno de los seis países que más mejoró en esta edición del índice, un logro que posiciona a la nación dominicana como ejemplo en la región de que la lucha contra la corrupción es posible cuando existe voluntad política y compromiso institucional.
Fortalecimiento democrático y participación ciudadana
En el ámbito de la calidad democrática, los avances son igualmente notables. El Índice de Democracia 2025 elaborado por The Economist Intelligence Unit colocó al país en la posición 52 de 167 naciones evaluadas, lo que representa un salto de nueve lugares respecto al año anterior. A nivel regional, República Dominicana ocupa el octavo puesto en América Latina y el Caribe, una posición que refleja la solidez de las instituciones democráticas dominicanas.
Este avance tiene una importancia particular porque revierte una tendencia preocupante. Durante años anteriores, el país había experimentado una pérdida gradual de calidad democrática, siguiendo un patrón que afectaba a numerosas naciones en la región. La reversión de esta tendencia demuestra que es posible fortalecer la democracia incluso en un contexto regional complejo.
Los factores que explican esta mejora son múltiples y están interconectados. La mayor participación ciudadana se ha manifestado en diversos espacios: desde procesos electorales más transparentes y competitivos hasta una sociedad civil más activa en la vigilancia de las políticas públicas. El fortalecimiento institucional ha permitido que las diferentes ramas del poder actúen con mayor independencia y eficacia, respetando los pesos y contrapesos que caracterizan a una democracia saludable.
El respeto a las libertades fundamentales y al Estado de derecho se ha traducido en una cultura política más madura, donde el debate público es robusto pero respetuoso, y donde las instituciones median los conflictos de manera efectiva. Esta combinación de factores ha creado un círculo virtuoso que fortalece la confianza ciudadana en las instituciones y promueve una participación más activa en los asuntos públicos, según reporta El Caribe al analizar estos logros democráticos y de transparencia.
Un referente de paz y estabilidad en la región
La seguridad y la paz son pilares fundamentales para el desarrollo de cualquier nación, y en este aspecto, República Dominicana también presenta avances significativos. El Índice de Paz Global del Institute for Economics & Peace otorgó al país una puntuación de 1.99 en una escala donde 1 representa la mejor calificación posible, ubicándolo como el sexto país más pacífico de América Latina y el Caribe y en la posición 73 a nivel mundial.
Esta calificación es particularmente relevante cuando se compara con el promedio regional de 2.18, que el país supera ampliamente. La puntuación refleja múltiples dimensiones de la paz y la seguridad: la reducción sostenida del crimen, que ha sido resultado de políticas de prevención más efectivas y de una mejor coordinación entre las fuerzas de seguridad; la efectividad de la prevención social, que aborda las causas estructurales de la violencia mediante programas educativos, deportivos y de integración comunitaria; la baja militarización, que demuestra que la seguridad se puede lograr sin recurrir a la militarización excesiva de la sociedad; y la estabilidad política sostenida, que proporciona el marco necesario para el desarrollo de políticas públicas de largo plazo.
Estos logros en materia de seguridad ciudadana son fundamentales no solo para la calidad de vida de los dominicanos, sino también para proyectar una imagen internacional que favorece el turismo y la inversión extranjera.
Libertad de prensa: un pilar de la democracia dominicana
La libertad de expresión es uno de los termómetros más fiables de la salud democrática de un país, y en este aspecto, República Dominicana ocupa una posición de liderazgo regional. El Índice de Libertad de Prensa 2025 de Reporteros Sin Fronteras situó al país en el lugar 43 de 180 naciones evaluadas y como el quinto mejor posicionado en América Latina y el Caribe.
Con una puntuación de 70 sobre 100, el país supera ampliamente el promedio regional de 54.18, lo que demuestra que el ejercicio periodístico se desarrolla en un ambiente de mayor libertad y protección que en la mayoría de las naciones vecinas. Los indicadores en los que República Dominicana sobresalió particularmente fueron el contexto político, que refleja la ausencia de presiones gubernamentales sistemáticas sobre los medios de comunicación; la gobernabilidad social, que muestra un entorno donde los periodistas pueden trabajar sin amenazas constantes; y el marco legal, que proporciona protecciones jurídicas adecuadas para el ejercicio del periodismo.
Esta libertad de prensa robusta no solo beneficia a los profesionales de los medios de comunicación, sino a toda la sociedad, al garantizar que los ciudadanos tengan acceso a información diversa y que existan mecanismos de rendición de cuentas públicas efectivos.
Destino preferente para la inversión extranjera
El reconocimiento internacional no se limita a los aspectos políticos e institucionales. El Informe de Clima de Inversión 2025 del Departamento de Estado de los Estados Unidos reafirmó que República Dominicana es uno de los principales destinos de inversión extranjera en América Latina y el Caribe. Este reconocimiento tiene implicaciones directas para la generación de empleos y el crecimiento económico del país, como detalla el reporte sobre clima de inversión y liderazgo regional.
El informe resalta avances significativos en sectores estratégicos como el turismo, que continúa siendo motor de desarrollo y generador de oportunidades; la energía, donde las inversiones en fuentes renovables y en infraestructura están transformando la matriz energética nacional; las zonas francas, que mantienen su dinamismo y continúan atrayendo empresas de manufactura avanzada; las telecomunicaciones, sector donde República Dominicana se ha posicionado como líder regional en conectividad; y la minería, que se desarrolla con estándares cada vez más elevados de responsabilidad ambiental y social.
Estos avances han sido impulsados por tres factores principales: la estabilidad macroeconómica, que proporciona certidumbre a los inversionistas; las reformas estructurales, que han modernizado el marco regulatorio y reducido la burocracia; y la promoción de alianzas público-privadas, que permiten desarrollar proyectos de infraestructura y servicios de gran escala.
Un logro particularmente significativo es que República Dominicana salió de la lista de vigilancia de propiedad intelectual del gobierno estadounidense. Este reconocimiento refleja los esfuerzos sostenidos por mejorar la protección de patentes, marcas y derechos de autor, lo que aumenta la confianza de empresas innovadoras y de tecnología avanzada para establecerse en el país.
Compromiso con los derechos humanos
En materia de derechos humanos, el país también ha dado pasos importantes. El ministro Álvarez destacó que el Informe sobre Trata y Tráfico de Personas del Departamento de Estado de Estados Unidos reconoció los avances alcanzados por República Dominicana en la lucha contra este flagelo que afecta a las poblaciones más vulnerables.
El gobierno propuso el Proyecto de Ley de Modificación Integral al Marco de Trata y Tráfico, una iniciativa legislativa que actualiza y fortalece el marco jurídico para combatir estas prácticas criminales. Paralelamente, la implementación del Plan Nacional contra la Trata 2025-2028 establece una hoja de ruta clara con objetivos med























































