República Dominicana: Un Ejemplo en la Lucha contra el VIH y la Sífilis
Introducción
La República Dominicana ha demostrado un compromiso sin precedentes en la lucha contra el VIH y la sífilis, convirtiéndose en un modelo a seguir en la región de Latinoamérica. Conmemorando el Día Mundial del Sida, el país ha presentado logros significativos en la reducción de nuevas infecciones, muertes y en la mejora de la atención y prevención de estas enfermedades.
Logros en la Lucha contra el VIH
En el año 2022, la República Dominicana cerró con un saldo positivo en su respuesta nacional al VIH. Según el Consejo Nacional para el VIH y el SIDA (CONAVIHSIDA), se incluyeron 23,000 personas con VIH en el régimen subsidiado de SENASA, y 49,720 personas recibieron tratamiento antirretroviral gratuito[1].
El Ministerio de Salud Pública (MSP) ha reforzado los mecanismos de detección y prevención, logrando reducir en un 7% las nuevas infecciones por VIH y disminuir un 55% las muertes por esta enfermedad y sus comorbilidades. Estos resultados son particularmente destacados en un contexto regional donde las nuevas infecciones por VIH han aumentado un 9% en las Américas entre 2010 y 2023, mientras que el Caribe ha logrado una reducción del 22%[2].
Fortalecimiento de la Atención y Prevención
La atención integral es una de las piedras angulares de la estrategia dominicana. El MSP ha fortalecido la atención y prevención a través de 87 unidades de atención integral pertenecientes al Servicio Nacional de Salud (SNS), donde se ofrecen pruebas de VIH y se brinda consejería postprueba, tratamiento ambulatorio y seguimiento para asegurar la adherencia al tratamiento. Estas unidades están disponibles en varios centros de atención de tercer y primer nivel, garantizando un acceso equitativo a los servicios de salud[2].
Además, se ha implementado la profilaxis preexposición (PrEP) en 11 centros de salud, dirigida a personas con conductas de riesgo, y se han creado 14 Unidades de Atención a Adolescentes (UAA) para ofrecer atención integral a adolescentes embarazadas VIH positivas, contribuyendo a la eliminación de la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis[2].
Mejora en la Base de Datos y Protocolos de Tratamiento
El Programa de Infecciones de Transmisión Sexual, VIH y Hepatitis del MSP ha mejorado significativamente la base de datos existente y ha creado y actualizado protocolos de tratamiento y guías prácticas de atención. Esto ha permitido un mejor manejo de la enfermedad y una toma de decisiones más informada. La implementación del Repositorio de Estadísticas e Investigaciones en IT-VIH-SIDA (REISIN-CONAVIHSIDA) ha facilitado la disponibilidad de información en línea sobre los avances y desafíos de la respuesta nacional, mejorando la gestión de los programas de prevención y atención[1].
Reducción de la Transmisión Materno-Infantil
Un logro notable es la reducción del porcentaje de infantes positivos al PCR-ADN a solo 1.4%, donde de 497 pruebas aplicadas a infantes, solo 7 resultaron positivas. Esto se debe a la captación y realización de pruebas de VIH y sífilis con entrega de resultados el mismo día, hasta el tratamiento, logrando la adherencia y seguimiento subsecuente[2].
Apoyo Internacional y Colaboración
La República Dominicana ha fortalecido su relación con organismos internacionales como el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, asegurando un nuevo financiamiento para el período 2025-2027 debido al buen desempeño del Programa de Prevención en Poblaciones Clave. La colaboración con entidades como USAID, ONUSIDA, CDC, UNICEF, PEPFAR y OPS ha sido crucial para alcanzar estos logros[1][2].
Desafíos Futuros
A pesar de los logros, aún existen desafíos por superar. La implementación de la autoprueba de VIH, la promoción de los servicios entre las poblaciones clave y las personas que viven con VIH (PVV), y la creación del Fondo Especial Programas Prioritarios de Salud Pública son algunos de los retos que se enfrentan. Eliminar el estigma existente y promover la salud integral también son objetivos prioritarios para el futuro[2].
Conclusión
La República Dominicana se erige como un ejemplo en la lucha contra el VIH y la sífilis, demostrando que con una estrategia multisectorial, compromiso gubernamental y colaboración internacional, es posible reducir significativamente las nuevas infecciones y las muertes relacionadas con estas enfermedades. Estos logros no solo benefician a la población dominicana sino que también sirven de modelo para otros países de la región.