Miles de dominicanos renovaron su fe y devoción este 24 de septiembre durante la tradicional peregrinación al santuario del Santo Cerro en La Vega, honrando a la Virgen de las Mercedes, patrona espiritual de la República Dominicana. Esta manifestación de fervor religioso, que se mantiene viva por más de cinco siglos, representa uno de los pilares más sólidos de la identidad católica dominicana.
La jornada de peregrinación comenzó desde las primeras horas del amanecer, cuando devotos de todas las edades emprendieron el recorrido de aproximadamente tres kilómetros desde la entrada por la autopista Duarte hasta la cima del cerro sagrado. Vestidos de blanco, algunos descalzos y portando crucifijos y figuras religiosas, los fieles caminaron con determinación y esperanza, convirtiendo cada paso en una oración silenciosa hacia la Madre de las Mercedes.
Voces de Fe y Gratitud
Entre los miles de peregrinos que ascendieron al Santo Cerro, destacaron testimonios conmovedores que reflejan la profunda conexión espiritual del pueblo dominicano con su patrona. María Melania Valdez, procedente de Los Corozos, compartió con emoción su experiencia personal: "Es demasiado importante, porque es el día de la madrecita, de nuestra reina preciosa y poderosa, la que ha hecho tantos milagros por mí y mi familia. Hoy estoy libre y le sirvo al Señor". Su testimonio cobra especial significado tras revelar que la Virgen intercedió por su salud después de 20 años de enfermedad. La fe trasciende fronteras geográficas, como demostró María Nelly Rodríguez, quien viajó desde Jarabacoa acompañada de familiares de Santiago para cumplir una tradición familiar arraigada en décadas de devoción. "Venimos a cumplir promesas y dar gracias por todas las bendiciones recibidas. La virgen rompe cadenas de odio, de vicios y maldiciones. Invitamos al pueblo dominicano a hacerse amigo de la virgen, porque ella intercede grandemente por todos nosotros", expresó con convicción.
Raíces Históricas de una Devoción Milenaria
La veneración a la Virgen de las Mercedes hunde sus raíces en el siglo XIII, específicamente el 1 de agosto de 1218, cuando esta advocación mariana se manifestó simultáneamente a tres ilustres personajes: San Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced; al Rey Jaime I de Aragón, conocido como "El Conquistador"; y a San Raimundo de Peñafort, fraile dominico y maestro general de la orden de predicadores. El significado del nombre "Mercedes" proviene del latín "merced", que remite a perdón y compasión, reafirmando su misión como símbolo de misericordia y auxilio a los cautivos. Por esta razón, la Virgen también es considerada protectora espiritual de los privados de libertad, extendiendo un manto de esperanza y consuelo sobre quienes enfrentan situaciones difíciles o de penitencia historia de la Virgen de las Mercedes en República Dominicana.
El Santo Cerro: Primer Santuario Mariano de América
El Santo Cerro de La Vega ostenta el honor de ser el primer santuario mariano de América dedicado a la Virgen de las Mercedes primer santuario mariano de América. Según la tradición católica, este lugar sagrado adquirió su importancia durante la histórica Batalla del Santo Cerro del 24 de septiembre de 1495, cuando la Virgen habría intercedido milagrosamente a favor de los españoles en su enfrentamiento contra los taínos. La conexión del lugar con la fe cristiana se remonta a los primeros momentos del descubrimiento, cuando Cristóbal Colón, maravillado por la belleza natural del valle con sus árboles frondosos, amapolas florecidas y papagayos volando libremente, declaró: "Aquí está Dios, ríndele homenaje, plántale una cruz". Este momento histórico marcó el inicio de una tradición que perduraría por siglos, estableciendo el santuario como punto de encuentro entre la fe católica y la tierra dominicana.
Patrimonio Espiritual y Cultural Dominicano
La importancia de la Virgen de las Mercedes trasciende lo meramente religioso para convertirse en un elemento fundamental de la identidad nacional dominicana devoción a la Virgen en todo el territorio. Su presencia se extiende por todo el territorio nacional, siendo especialmente venerada en ciudades como Cabrera, Constanza, Hato Mayor, Imbert, Pimentel y Sabana Grande de Palenque, creando una red de devoción que une a las comunidades dominicanas bajo un mismo manto de fe. La Orden de la Merced, establecida el 10 de agosto de 1218 en Barcelona, España, jugó un papel crucial en la evangelización de América, llevando consigo esta devoción mariana que se arraigó profundamente en el continente. El escudo de la orden, compuesto por una cruz plateada que simboliza la inocencia y pureza, junto con franjas rojas de la corona de Aragón, representa la noble misión de misericordia que caracteriza a esta advocación.
Tradición Comercial y Económica
La peregrinación anual no solo representa un fenómeno religioso, sino también una importante actividad económica para la región. Comerciantes como José Espinal, vendedor de crucifijos proveniente de Santo Domingo, forman parte integral de esta tradición, ofreciendo artículos religiosos y alimentos a los miles de visitantes. Aunque algunos comerciantes observaron una menor asistencia este año, posiblemente influenciada por factores económicos, la esencia de la tradición permanece intacta, demostrando la resistencia de la fe dominicana ante las adversidades.
Patronazgo Nacional: Símbolo de Unidad
El 8 de septiembre de 1844, apenas cinco meses después de la Independencia Nacional, la Junta Central Gubernativa tomó la trascendental decisión de declarar oficialmente a la Virgen de las Mercedes como Patrona de la República Dominicana mediante decreto gubernamental Virgen de las Mercedes Patrona de la República Dominicana. Esta declaración consolidó su figura como símbolo de fe, esperanza y unidad nacional, estableciendo un vínculo espiritual entre la nueva nación y su protectora celestial. Históricamente, el patronazgo de la Virgen sobre territorio dominicano se remonta al 8 de septiembre de 1615, cuando un devastador terremoto de grado 9 en la escala de Mercalli sacudió La Española durante 40 días consecutivos. Ante la tragedia que cobró 24 vidas en Santo Domingo, el Cabildo de la capital declaró a la Virgen de las Mercedes "Patrona de La Española", estableciendo inicialmente su celebración el 8 de septiembre. Posteriormente, en 1740, una Real Cédula trasladó la festividad al 24 de septiembre, fecha que se mantiene hasta nuestros días.
La peregrinación al Santo Cerro representa mucho más que una manifestación religiosa; constituye un testimonio vivo de la resistencia, la esperanza y la unidad del pueblo dominicano. Cada 24 de septiembre, cuando miles de fieles ascienden por el sendero sagrado, renuevan no solo sus promesas personales sino también el compromiso colectivo con los valores que definen la dominicanidad: la fe, la solidaridad y la confianza en un futuro mejor. Esta tradición, forjada a lo largo de más de cinco siglos, continúa siendo el hilo conductor que une a las generaciones dominicanas, manteniendo viva la llama de la esperanza bajo el manto protector de la Virgen de las Mercedes, nuestra eterna Patrona y Madre Espiritual.
Referencias usadas en Artículo
- Virgen de las Mercedes Patrona de la República Dominicana
- Historia de la Virgen de las Mercedes, entre los dominicanos
- Día de Nuestra Señora de las Mercedes, patrona del pueblo dominicano
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