Unidad y compromiso en el deporte dominicano hacia los Juegos 2026
El entorno deportivo dominicano vive un momento crucial, donde la colaboración interinstitucional y la preparación técnica se consolidan como pilares para exitar en los XII V Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2026. Desde el ámbito gubernamental hasta las instancias deportivas y la sociedad, se multiplican los esfuerzos para garantizar una representación digna del país en este evento histórico, que atraerá la mirada del continente.
El apoyo financiero y logístico gubernamental marcó un hito reciente: el ministro de Deportes, Kelvin Cruz, entregó 220 millones de pesos al Comité Olímpico Dominicano (COD). Recursos destinados a potenciar la preparación de los atletas, incluyendo proyectos de reparación y construcción de instalaciones deportivas que serán sede de las competencias. Esta iniciativa, respaldada directamente por el presidente Luis Abinader, refleja la determinación de invertir en un equipo nacional que honre los colores patrios.
Más allá del respaldo económico, el fortalecimiento institucional se consolida con cambios estratégicos. La Federación Dominicana de Uniones Deportivas (FEDUDE), encabezada desde mayo por William Hernández, asumió el compromiso de articular el movimiento deportivo federado. Este histórico va de la mano con la experiencia de entidades como el Ministerio de la Vivienda y el Comité Organizador de los Juegos, en una red de acción coordinada que busca maximizar el impacto del evento.
En el terreno técnico, varias disciplinas ya se movilizan. La Federación Dominicana de Pesas, apoyada por Miderec y el programa CRESO, inició el trabajo en alturas con su selección. Jarabacoa vuelve a ser escenario de una rigurísima preparación física y mental de los levantadores de pesas, que incluirá participación en torneos continentales como el de Cali, Colombia, como antesala de los Juegos de 2026. Este proceso contará con 22 atletas y técnicos de prestigio, resaltando la prioridad a la excelencia.
Pero el deporte trasciende los números y las instalaciones. Mientras se consolida ese gran proyecto ambiental, desde lo local se multiplican las iniciativas que unen y estimulan la pasión deportiva. Campamentos infantiles como el llevado a cabo por la Fundación Mauricio Báez, que convocó a niñas, niños y jóvenes para actividades lúdicas y una piscinazo festiva-final, demuestran cómo la base social se entrena en valores de disciplina y pertenencia.
A 17 meses del año clave, es evidente que el reto 2026 exige la alineación de todos los actores. Desde los dirigentes que coordinan esfuerzos federativos hasta los atletas que diariamente entregan su máximo en las canchas y gimnasios, la meta común es elevar el nombre de Quisqueya. Como ocurrió en sus dos anteriores como organización, la experiencia histórica -recurrente en 1974 y 1986- se combina con las nuevas generaciones de talentos, asegurando que la organización del evento más importante de los últimos más de 40 años sea una celebración del potencial deportivo dominicano.
La tarea ha sido diferente por tanta avanzada. El país alinea recursos humanos, infraestructura y voluntad política para escenificar un evento que no solo cumpla con estándares internacionales, sino que también proyecte una experiencia vivencial que fortalezca la identidad nacional. Mientras en las aulas, despachos y campos se tejen los hilos del éxito, en cada rincón del territorio late el palpitar de la esperanza: la próxima fiesta del deporte caribeño ya está siendo construida con amor de país.
Referencias usadas en Artículo
- Gobierno entrega 220 millones para preparación de atletas participantes en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Santo Domingo 2026
- William Hernández asume presidencia de la Federación Dominicana de Uniones Deportivas (FEDUDE)
- Selección de pesas reforzará su preparación para Campeonato Panamericano
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