El narrador de las Águilas Cibaeñas comparte memorables episodios de su vida familiar y laboral, su labor como docente, profesión que dejó para dedicarse a la comunicación deportiva
Al escuchar frases como “La puso amarillita”, “Tiene mieo” o “La bailò con swing”, inmediatamente se relacionan con el narrador y cronista deportivo Santana Martínez, quien es conocido, no solo por los seguidores del béisbol profesional, sino por todos los que se identifican con su peculiar narración, con la que se ha ganado la admiración, incluso de sus adversarios de equipo.
Sus frases son tan conocidas, que muchos merengueros la han hecho suya, pero lo que no muchos conocen es la vida personal de Martínez, nacido en San Francisco de Macorís, pero santiaguero por elección, quien comparte algunos momentos inolvidables de su existir, haciendo hincapié en la gran influencia de su padre para dedicarse a este oficio, pues fue quien le inculcó el amor al béisbol.
1. Infancia
Crecí en un campo de San Francisco de Macorís llamado Pontón, cuando tenía cinco o seis años, mi padre Antonio Martínez me llevaba a un play de pelota que estaba cerca de la casa a ver los juegos. Éramos varios hermanos, en la familia fuimos creciendo con el amor al béisbol, que era el deporte que se conocía mayormente en la zona rural y en las escuelas. A la edad de 10 u 11 años jugaba béisbol infantil, seguí creciendo escuchando los juegos de la pelota invernal, y cuando tenía 14 a 15 años se me fue metiendo tanto eso de la pelota en la mente y en el gusto, que me subía en un árbol en el play, donde jugaban los torneos regionales, tomaba un pedazo de madera semejando a un micrófono y me ponía a narrar los juegos, imitando los narradores de aquella época. Aunque en mi mente no estaba que iba a llegar a ser un narrador de béisbol profesional, un cronista deportivo profesional, comenzaba a dar muestras de lo que quizás venía más adelante. Son momentos que uno siempre recuerda.
2. Educador
Terminé mi bachillerato en San Francisco, me mudé a Moca en 1974, porque tenía mayores facilidades de estudiar, conseguí un crédito educativo en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, donde hice una Licenciatura en Educación, mención Lenguas Modernas, Concentración Inglés. Viajaba diario de Moca a Santiago, me hice profesional. Aun viviendo en Moca, trabajaba como docente, comencé a trabajar formalmente en la enseñanza del inglés aquí en Santiago en 1978. Cerca de graduarme, sólo me faltaba un año, la profesora Irina Lirio, que era la directora de idiomas de un centro de educación me dio la oportunidad de impartir clases, ahí me mantuve un tiempo; trabajé en la Madre y Maestra ocho años impartiendo clases de inglés, fui de los profesores fundadores de la Universidad Mundial de Moca en 79. Estuve ahí hasta el 85.
3. Recuerdos de las aulas
De las aulas guardo anécdotas interesantísimas. Recuerdo que dando clases en Moca en la Universidad Mundial a un grupo de profesores en servicio, que trabajaban en educación, pero no tenían el grado de licenciatura, estudiaban los sábados para conseguirla, entonces hacía una dinámica para que los muchachos fueran dejando a un lado el miedo, le hacía preguntas simples el primer día de clases. Recuerdo que le pregunté a un jovencito What’s your name? él entendió perfectamente, entonces tratando de impresionarme con su manejo del inglés me dice my name is Sunday Anthony Cross, Domingo Antonio Cruz, eso no se me olvida nunca, porque trató de impresionarme. En esa misma época había una doñita de Jarabacoa, que estaba tratando de terminar su licenciatura y le estaba yendo muy mal en la materia. Un día cuando estoy arreglando mis libros para irme se me acercó para preguntarme si me gustaban las guineas, le dije que sí, entonces se ofreció a traerme cuatro, le dije mira yo no soy muy dado a este tipo de cosas, tú me excusas, porque se puede malinterpretar, algún día, después que dejes de ser mi estudiante quizás la acepte, porque interpreté que ella estaba tratando de suavizar la situación con la materia que le daba. Eso mismo me ocurrió también en la PUCMM con una joven de inglés 4.
4. Inicios en la crónica deportiva
Comencé la carrera de la crónica deportiva viviendo en Moca, porque seguía muy ligado a los deportes. Eso me atraía mucho, entonces un joven mocano que ya falleció, Narciso Ovalles, me motivó a entrar en la crónica deportiva. Para los años 79-80 comencé narrando la pelota amateur de Moca en el Estadio Bragañita García, ahí comencé con cierta formalidad, luego vine a Santiago a residir en 1984. Hubo un momento en que compartía la enseñanza del inglés, tanto en Moca como en Santiago, con la realización de mi programa deportivo y mi participación en una cadena de grandes ligas que tenía la familia Sánchez Correa en Santiago. No estudié periodismo, aproveché mi estadía en Moca y realicé varios cursos de la mano de José Rafael Vargas, Isidro Silva Cabrera, Florencio Manuel Tejada, traíamos maestros del periodismo de la capital como Núñez Grassals a impartir cursos. También escribía un segmento deportivo en un periódico llamado El Mensaje en Moca, ahí me mantuve muy ligado al deporte. Viviendo en Santiago se presentaron algunas ofertas en la comunicación deportiva, que requerían más tiempo, porque entré al Canal 7 Cibao en 1987 con César Delmonte y Consuegra, entonces tuve que dejar la docencia. A partir de 1988, sólo me quedé en la crónica deportiva, Mi programa La Ronda Deportiva en Radio Santiago, que aún está en el aire, luego desapareció Canal 7 Cibao en 1999, ahí comencé en Teleuniverso, donde voy a tener 20 años en septiembre con mi programa Info Deportivas.
5. Entrada a las Aguilas
En 1983 comencé a trabajar como comentarista de Grandes Ligas en unas transmisiones que realizaban los Sánchez Correa en el restaurante Los Pinos de Cabaña La Posada, por cierto mucha gente veía que uno entraba a esa cabaña todas las noches y quizás malinterpretaba, pero era que ahí se transmitía béisbol, porque tenía muchas parábolas, entonces allí comencé como comentarista, después pasé a otra transmisión en 1986. En 1988, prácticamente me independicé con una transmisión propia, pero siempre cubriendo las Águilas para mi programa como fuente de información. En la temporada 2004-2005 me llamaron de las Águilas, el compañero Kevin Cabral tenía otros compromisos con una cadena internacional, entonces me llamaron para compartir la narración de los juegos con el fallecido Papi Pimentel, hasta el sol de hoy como decimos, me siento excelentemente bien con las Águilas, es mi equipo. Desde que tengo uso de razón, lo he seguido siempre, la acogida que me ha dado el equipo, sobre todo el público, ha sido extraordinaria, me siento muy cómodo ahí.
6. Frases célebres
Trabajé televisión antes de estar con las Águilas para la cadena internacional Fox en español, pero pelota invernal dominicana comencé con las Aguilas, y comencé a inventar cosas, porque en televisión la gente está viendo lo que está ocurriendo en el terreno, en radio hay que llevar al fanático al terreno, describir lo más mínimo que pasa; en televisión la gente está viendo, aunque no entremos en el plano de festinar con tantas frases repetitivas, quise introducir frases amenas, entretenidas, con algunas jugadas para que el público mantenga la atención, entonces si un pitcher no quiere tirarle strike al bateador o cuando los fanáticos están nerviosos, porque el juego está muy cerrado le digo “Tiene mieo”; cuando hay un batazo altísimo que la bola no quiere caer, le digo “Esa bola tiene un romance con el cielo” para que la gente se entretenga. Un batazo fácil “es una comida a la carta”, cuando el inning se va rápido de los tres outs, le digo “se fue en contabilidad de preprimaria”, cuando los fanáticos comienzan a irse del estadio, porque están perdiendo en el séptimo u octavo inning les digo “Atájenlos que me deben”, entonces son frases que utilizamos para entretener. El Torito ha tomado varias frases para sus merengues, Johnny Ventura en uno de sus merengues dice “recojan que el miedo está en la calle” y así hay otros artistas, porque esas frases se pegan. Uno puedes ser el mejor profesional, pero si pegas alguna frase, ahí es que la gente te recuerda. Con eso es que más se identifica el público.
7. Anécdotas de torneos
Hay varias situaciones que no olvido, como aquella memorable temporada, una final entre Licey y Águilas, si mal no recuerdo en la temporada 2001-2002, se estaba jugando un juego decisivo en el Estadio Cibao a casa llena. Las Águilas se fueron arriba con un batazo de Tony Batista, pero en la parte alta del noveno, vino el Licey con un jonrón histórico de Andy Abad, recuerdo que estaba como comentarista de la cadena Fox; en ese momento es donde un profesional tiene que demostrar su profesionalidad, válida la redundancia, porque debe mantener el ritmo de trabajo, la intensidad, no bajar porque son momentos muy difíciles, es tu equipo que está a punto de ganar una final contra tu archirrival en este caso, de buenas a primeras todo se cae, esos son momentos históricos. Otro momento histórico fue cuando me tocó narrar el jonrón número 61 de Mendy López para implantar una marca en el país que me tocó narrarlo en radio, porque ese día su padre Mendy López, que es el narrador de las Águilas en radio estaba aquejado de un fuerte problema respiratorio, entonces me tocó narrar ese jonrón histórico. Otro momento en televisión fue el home run de Manny Ramírez regresando al béisbol dominicano, primer lanzamiento que le hizo el lanzador del Escogido, Manny conectó un jonrón por el right fielder al primer picheo, después de muchos años sin jugar en esta pelota con miles y miles de celulares encendidos tomándole fotos, eso fue un momento inolvidable. El último hit de Luis Polonia en la pelota dominicana, que fue un doble por el jardín central en una final, el último hit de Miguel Tejada en el Estadio Cibao, ya para retirarse una serie del Caribe que ganamos en Puerto Rico, son muchos momentos que uno recuerda de esta profesión.
8. Juegos más largos
No había transmitido series del Caribe, entré a las Águilas 2004-2005 e inmediatamente ese año ganaron la final al Licey, también 2006-2007, ahí nos fuimos a Puerto Rico con Félix Fermín de manager. Las Águilas ganaron esa serie, fue mi primera serie del Caribe y qué serie!, tuvieron que jugar un primer juego, que fue histórico, porque se fue a 18 entradas, estableciendo un récord, a mí me tocó narrar gran parte de ese partido. Después me tocó narrar en 2013, pero aquí en el país, un juego entre Escogido y Obregón México, que se fue también a 18 entradas, es decir que he transmitido los dos juegos más largos en series del Caribe, ambos a 18 entradas. Esos han sido momentos interesantes, he transmitido un total de 12 series del Caribe, pero sólo una fuera de República Dominicana.
9. Vida familiar
Viviendo en un sector llamado Guachupita de Moca, conocí una joven apodada Ángela, es una persona muy reservada, de bajo perfil, en esa época estaba terminando la primaria, yo estaba comenzando mi carrera, veía su forma de ser, era una muchacha muy tranquila y eso me llamó la atención, nos fuimos conociendo hasta que entramos en amores, duramos casi 5 años. Nos casamos en 1980, es una historia que va tener 39 años de casados en noviembre. Tenemos dos hijas, la mayor Ángela Yanina Martínez y la menor Karina Martínez, ha sido una unión muy feliz hasta ahora, todos los matrimonios tienen sus inconvenientes por una u otra razón, pero gracias a Dios las cosas han marchado muy bien, mis hijas son profesionales, una vive en Nueva York y la mayor aquí.
10. Bendición
Dios me dio la oportunidad de que nuestras hijas se criaran con nosotros, mi esposa siempre quiso estar cerca de sus hijas, saber qué hacían, ayudarles a corregir las tareas, a compartir con ellas y gracias a Dios nuestras hijas estuvieron siempre con nosotros, pues hoy día con este corre corre, los padres tienen que dejar los hijos en guardería. Tuvimos la oportunidad de que compartieran mucho con nosotros y nosotros con ellas, íbamos casi todos los fines de semana a una playa o un Resort, viajamos a Puerto Rico, Miami, Nueva York, y así sucesivamente, disfrutamos mucho, no nos podemos quejar, porque mientras nuestras hijas fueron niñas y adolescentes, vivimos momentos interesantísimos desde el punto de vista afectivo. Hay unos viajes que disfrutamos y que recordamos mucho, que fueron unos viajes que hacía Darío Hernández al Este y al Sur por dos o tres días para conocer diferentes puntos turísticos del país. Fue una etapa bellísima.
Influencia paterna
Mi infancia fue sumamente interesante, de mucha emotividad, porque a mi papá siempre le gustó el béisbol, gracias a Dios todavía vive, tiene casi 97 años. En casa había un colmadito, se vendían provisiones, algunas bebidas, helados, con una nevera de gas, porque no había energía eléctrica en esa época. Mi papá iba a la ciudad a 8 kilómetros a caballo a comprar las provisiones, el señor que le vendía le regalaba libros de béisbol de Grandes Ligas y beisbol de invierno, papá me hablaba mucho de la pelota cubana, de los peloteros de antes, nos llevaba esos libros que hablaban de Los Yankees, de Boston,de los Dodgers, imagínate desde esa época estoy viendo el nombre del icono de grandes ligas que es Babe Ruth, de Joe DiMaggio, de Roy Campanella. Mi padre Tuvo una relación muy estrecha con nosotros en cuanto al tema del béisbol, por eso uno se mantuvo interesado en este tema. Desde pequeño esa gran relación con papá, a través del béisbol era muy interesante, muy emotiva.
Seguridad
Con estudiantes me ocurrieron situaciones diversas, gracias a Dios nunca caí en nada de insinuaciones de mí hacia ellas o de ellas hacia mí”.
Confianza
Creo en la palabra de Dios y en su voluntad. Todo lo que ha ocurrido en nuestras vidas lo veo como un plan de Dios que es perfecto y la gloria es para él”.
Creyente
A la suma, estos momentos significan la voluntad de Dios, primero porque creo en Dios, nací y crecí en la religión católica, fui bautizado en la religión católica, hice mi primera comunión, pero no soy un asiduo asistente a iglesia”.
(** Note: This article was migrated from a legacy system on 7/15/2023)