República Dominicana ha marcado un hito histórico en su compromiso con la cobertura universal de salud durante 2025. A través de políticas públicas ambiciosas y la inversión estratégica en infraestructura sanitaria, el país ha demostrado que la salud de su pueblo es una prioridad fundamental del Estado. Los resultados reflejan transformaciones profundas que benefician a millones de dominicanos y dominicanas, especialmente a aquellos que históricamente han estado al margen de los servicios de calidad.
El sistema dominicano de salud ha alcanzado una cobertura sin precedentes. Más del noventa y siete por ciento de la población cuenta con aseguramiento a través del Seguro Familiar de Salud, reflejando un avance decisivo hacia la universalidad en servicios médicos según avances clave en reducción de pobreza, salud, igualdad de género y sostenibilidad territorial. Este logro representa no solo un número, sino la garantía de que un dominicano puede acceder a atención médica sin importar su situación económica o su ubicación geográfica.
En el sistema de seguridad social, la cifra total de personas con cobertura alcanza aproximadamente diez millones quinientos mil afiliados distribuidos entre el régimen contributivo y el régimen subsidiado de acuerdo al reporte de la Tesorería de la Seguridad Social. El régimen subsidiado, destinado a personas desempleadas, con discapacidad e indigentes, registra más de cinco millones setecientos mil beneficiarios financiados exclusivamente por el Estado Dominicano, demostrando el compromiso fiscal con los más vulnerables.
La transformación de la red hospitalaria dominicana ha sido transformadora. En los últimos cinco años, el Servicio Nacional de Salud ha entregado ochenta y seis hospitales renovados o nuevos, de los cuales seis son totalmente nuevos de acuerdo al Gabinete de Salud. Paralelamente, seiscientos ochenta centros de atención primaria han sido rehabilitados o construidos, acercando servicios de salud a comunidades que antes enfrentaban barreras geográficas imposibles de superar.
El sur del país, históricamente rezagado en materia sanitaria, ha experimentado transformaciones paradigmáticas. El primer hospital regional traumatológico en Azua y el primer hospital materno-infantil en Barahona representan mucho más que infraestructura: simbolizan la decisión nacional de reducir brechas territoriales y garantizar que una madre en Barahona tenga acceso a servicios de neonatología de excelencia sin necesidad de trasladarse a cientos de kilómetros.
Se han invertido más de tres mil quinientos millones de pesos en equipamiento y tecnología médica de vanguardia. La red pública cuenta ahora con catorce unidades diagnósticas de patología cardíaca y nuevas unidades materno-fetales que han revolucionado la atención prenatal y neonatal, según destaca el Informe Nacional Voluntario 2025. Tres hospitales maternos ya ofrecen terapias de hipotermia para aumentar la supervivencia de recién nacidos, mientras que las Unidades de Atención Integral para Adolescentes se han incrementado en ciento veintinueve por ciento, reflejando una apuesta decidida por la salud de la juventud dominicana.
La Tesorería de la Seguridad Social reporta que la red de prestación de servicios de salud ha sido abastecida continuamente con medicamentos, insumos sanitarios y reactivos de laboratorio de calidad, garantizando que cada centro pueda prestar servicios dignos a la población.
Los indicadores de salud pública revelan avances que van más allá de las estadísticas. La esperanza de vida ha aumentado de setenta y tres coma cinco años en dos mil dieciséis a setenta y cinco coma uno años, ganando uno coma seis años adicionales de vida para cada dominicano. La mortalidad infantil se ha reducido dramáticamente en treinta por ciento, mientras que la mortalidad neonatal alcanzó su nivel más bajo en quince años con trece muertes por cada mil nacidos vivos.
El año dos mil veinticinco marcó un logro sin precedentes: cero muertes por dengue en toda la nación, un hecho reportado por el Gabinete de Salud. Este achievement requirió de coordinación magistral entre instituciones públicas, personal sanitario y comunidades, demostrando que cuando se actúa con decisión y recursos, las enfermedades transmisibles pueden ser controladas efectivamente. Los embarazos en adolescentes disminuyeron en dieciocho coma nueve por ciento, reflejando estrategias integral de educación, prevención y acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.
La Dirección General de Presupuesto ha reportado la distribución de quinientos sesenta y uno coma cuatro millones de medicamentos a bajo costo a través de las Farmacias del Pueblo ubicadas en diferentes sectores del país, facilitando el acceso según Digepres da conocer avances en materia de cobertura sanitaria. Este mecanismo ha democratizado el acceso a tratamientos esenciales, asegurando que la falta de recursos económicos no sea barrera para que una persona controle su diabetes, hipertensión u otra condición crónica.
El Programa de Medicamentos de Alto Costo experimentó un crecimiento histórico. En solo cinco años, el número de pacientes activos se triplicó, el presupuesto se duplicó y se amplió el catálogo terapéutico a más de cien moléculas innovadoras. Siete mil doscientos cuarenta y tres personas han recibido medicamentos de alto costo a través de farmacias con enfoque de equidad, posicionando a la República Dominicana entre los líderes regionales en cobertura farmacéutica de alto impacto según el Informe Nacional Voluntario 2025.
El programa "Más Salud y Bienestar" ha llevado atención médica, vacunas, medicamentos gratuitos y prevención directamente a las comunidades más vulnerables. Más de veinte mil personas han recibido consultas personalizadas sin costo, con seguimiento digital a través del Pasaporte de Salud, demostrando que la tecnología puede ser aliada de la equidad.
La estrategia HEARTS, reconocida por la Organización Mundial de la Salud y la Organización de Naciones Unidas, ha beneficiado a más de trescientos mil pacientes con hipertensión y diabetes, logrando que el sesenta y seis por ciento mantenga su presión arterial bajo control. Esta iniciativa ha transformado vidas al prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de miles de dominicanos que padecen estas enfermedades crónicas, lo cual se evidencia en los avances presentados por el Gabinete de Salud.
Un mil cuatrocientos treinta unidades de vacunación han dispuesto de biológicos e insumos para la vacunación acorde a directrices, esquema y prioridades en salud pública. Esta cobertura asegura que niños y adultos estén protegidos contra enfermedades prevenibles, construyendo así una barrera colectiva que fortalece a toda la sociedad.
Para el año dos mil veinticinco, el presupuesto asignado a la Salud alcanza ciento treinta y siete mil ochocientos sesenta y dos coma seis millones de pesos, representando un aumento de cuatro mil setecientos uno coma siete millones en relación al presupuesto de dos mil veinticuatro según la asignación oficial a salud. Este incremento refleja la decisión política de invertir en la vida de los dominicanos.
Las metas establecidas para este período son ambiciosas: ofrecer cuarenta y seis coma cuatro millones de atenciones de salud en los diferentes tipos de servicios y establecimientos en toda la geografía nacional. Seiscientos treinta y cuatro mil cuatrocientos treinta y dos personas recibirán servicios prehospitalarios y de traslado sanitario, garantizando que las emergencias médicas sean atendidas oportunamente incluso en zonas remotas.
Se proyecta dispensar quinientos noventa y siete coma seis millones de medicamentos de bajo costo a personas necesitadas a través de las Farmacias del Pueblo. El programa de medicamentos de alto costo beneficiará a seiscientos treinta y cuatro mil cuatrocientos treinta y dos personas, mientras que dos mil seiscientos sesenta establecimientos de la red pública serán abastecidos con medicamentos, insumos sanitarios y reactivos de laboratorio.
Los logros presentados reflejan un fortalecimiento integral del sistema público de salud, orientado a la equidad, la prevención y la cercanía con la población. Con estos resultados, la República Dominicana avanza hacia un modelo sanitario más inclusivo y sostenible, donde cada ciudadano pueda acceder a servicios de calidad sin importar su lugar de residencia. El Servicio Nacional de Salud registró un récord de más de cuarenta y dos millones de servicios médicos durante dos mil veinticuatro, entre consultas, cirugías, emergencias e imágenes, y más de ciento setenta millones de atenciones desde dos mil veinte, reflejando un sistema más fuerte, moderno y eficiente.























































