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Congresista Espaillat impulsa la continuidad del Programa SNAP para proteger a miles de dominicanos en Estados Unidos

El congresista Adriano Espaillat aplaude la decisión judicial que ordena a la administración Trump continuar financiando el Programa SNAP, protegiendo a miles de dominicanos y familias vulnerables en Estados Unidos. Descubre cómo esta medida garantiza la seguridad alimentaria y el compromiso político para apoyar a las comunidades más necesitadas.

Dos jueces federales han marcado un hito importante en la defensa de la seguridad alimentaria de millones de estadounidenses, entre ellos miles de dominicanos que residen en Estados Unidos. Los jueces Indira Talwani de Massachusetts y John J. McConnell de Rhode Island dictaminaron que la administración Trump debe continuar financiando el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, conocido popularmente como SNAP o cupones de alimentos, utilizando fondos de contingencia durante el cierre del gobierno. Esta decisión fue calificada por una de las magistradas como "ilegal" la suspensión de estos beneficios, representando un triunfo para las comunidades más vulnerables del país gracias a una decisión judicial clave contra la suspensión del SNAP.

El congresista Adriano Espaillat, representante del distrito 13 de Nueva York, ha sido una voz incansable en defensa de estas medidas de protección social. Junto a varios oficiales electos en la Gran Manzana, demandó del presidente Donald Trump y de los republicanos en el Congreso tomar medidas inmediatas para garantizar que millones de personas de escasos recursos a nivel nacional no perdieran sus beneficios alimentarios, como se remarca en las peticiones legislativas para asegurar la asistencia alimentaria.

La Lucha Continua de Espaillat por la Dignidad Alimentaria

Previo a la decisión judicial, el congresista Espaillat encabezó una conferencia de prensa en la sede de la Campaña del Lado Oeste contra el Hambre en Manhattan, exigiendo a la administración federal y a los legisladores en el Congreso medidas inmediatas para proteger los beneficios del SNAP. Su posición fue clara y contundente: denunció la falta de acción del gobierno federal y advirtió sobre las graves consecuencias que los recortes a programas sociales tendrían para las comunidades más vulnerables.

El congresista expresó con preocupación genuina que de no acatarse esta decisión judicial, a partir del primero de noviembre, cientos de miles de personas en su distrito congresional, entre ellas miles de dominicanos y otras minorías étnicas que dependen de los cupones de alimentos para alimentar a sus familias, no recibirían sus beneficios de noviembre. Esta cifra representa no solo estadísticas, sino historias reales de trabajadores, abuelos, madres solteras y niños que dependen de estos recursos para poner comida en la mesa.

El Impacto en Familias Dominicanas y de Otras Comunidades

La situación es aún más crítica cuando se considera que no solo el programa SNAP se vería afectado. Decenas de miles de mujeres y niños que dependen del programa WIC también enfrentaban la pérdida de sus beneficios. Espaillat enfatizó que la administración tenía a su disposición miles de millones de dólares en fondos de emergencia para mantener el SNAP en funcionamiento, pero ha optado por no utilizarlos, castigando deliberadamente a las familias trabajadoras de Estados Unidos, tal como se explicó en el análisis del impacto social ante la negativa de uso de fondos de contingencia.

Es importante subrayar que la comunidad dominicana forma parte significativa de los beneficiarios de este programa en Nueva York. Muchas de estas familias, compuestas por trabajadores y emprendedores que contribuyen a la economía local, se vieron amenazadas por esta decisión que los hubiera dejado sin acceso a alimentos básicos. La decisión judicial se convierte así en un escudo protector para miles de nuestros compatriotas que luchan diariamente por mantener a sus familias.

Una Amenaza Mayor: Recortes Propuestos de Miles de Millones de Dólares

Espaillat también criticó duramente las recientes decisiones legislativas que contemplan recortes multimillonarios al programa SNAP, además de la imposición de nuevos requisitos laborales. Estas medidas, según el congresista, podrían dejar sin asistencia a un número alarmante de personas solo en la ciudad de Nueva York. El representante demócrata advirtió que estas decisiones no solo afectan directamente a los hogares vulnerables, sino también a los comercios locales que dependen en gran parte de los clientes que utilizan los beneficios de SNAP para adquirir productos y servicios en sus comunidades.

Una Crisis Sin Precedentes y la Respuesta de los Líderes Comunitarios

Durante la rueda de prensa, Espaillat estuvo acompañado por destacados líderes de Nueva York, incluido el presidente del condado de Manhattan, el senador estatal, la concejal y el asambleísta estatal, quienes expresaron su apoyo inequívoco a las comunidades afectadas y a las organizaciones que combaten el hambre en la Gran Manzana. Estos líderes reconocen la gravedad de la situación y se unen para garantizar que los derechos fundamentales de los más necesitados sean protegidos.

Durante el evento, Espaillat colaboró personalmente con voluntarios empacando alimentos destinados a familias necesitadas, demostrando con hechos su compromiso no solo en el Congreso, sino en las calles, donde se sienten realmente los efectos del hambre y la inseguridad alimentaria. Este acto simbólico refleja el principio de solidaridad que debe caracterizar a una nación democrática.

El Compromiso Permanente por la Seguridad Alimentaria

El congresista Espaillat ha reafirmado su determinación de continuar luchando en el Congreso por la seguridad alimentaria de las familias trabajadoras y por fortalecer las políticas públicas que garanticen el derecho básico a la alimentación en todos los Estados Unidos. Su trabajo trasciende las fronteras políticas partidistas para enfocarse en lo verdaderamente importante: asegurar que ningún niño dominicano, ninguna madre trabajadora, ningún adulto mayor en Estados Unidos tenga que sufrir hambre.

La victoria judicial obtenida representa un paso importante, pero Espaillat es consciente de que la lucha continúa. Los intentos de recortar programas sociales persisten, y es necesaria la vigilancia constante y la acción decidida de líderes comprometidos con los valores de justicia social y dignidad humana. La comunidad dominicana en Nueva York puede confiar en que su representante seguirá siendo una voz firme en defensa de sus derechos y del acceso a alimentos para todas las familias, independientemente de su origen étnico o situación económica.

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