El sistema educativo dominicano enfrenta desafíos históricos, pero también registra avances significativos que reflejan el compromiso del Estado y la sociedad con la transformación pedagógica. Luis Miguel De Camps, ministro de Educación, reconoce con honestidad institucional las brechas de calidad y desigualdades persistentes, mientras enfatiza los esfuerzos por construir un modelo educativo más cercano y eficiente.
Formación docente y calidad educativa han sido ejes prioritarios en la agenda gubernamental. Se han implementado programas de capacitación continua para maestros, complementados con mejoras salariales que buscan dignificar la profesión. Pese a estos esfuerzos, persisten retos en la actualización pedagógica y el dominio de competencias básicas, factores que inciden directamente en los resultados académicos.
La expansión de la cobertura educativa muestra logros alentadores, particularmente en la educación inicial donde la matrícula de niños de 0 a 6 años registra crecimiento sostenido. Este esfuerzo acerca al país a la meta de escolarizar a 400,000 infantes en edad preescolar para 2028, cimiento fundamental para el desarrollo cognitivo temprano.
En el nivel secundario, la realidad exige acciones concertadas:
- El 25% de adolescentes entre 15-17 años no asiste a centros educativos
- 35% de jóvenes de 20-24 años no completó este ciclo formativo
- Las tasas de abandono escolar en secundaria duplican las de primaria
Estos indicadores revelan la urgencia de fortalecer políticas contra la deserción escolar, donde factores socioeconómicos, embarazos adolescentes y necesidades laborales familiares inciden directamente. La implementación de programas de becas, alimentación escolar y transporte estudiantil muestra resultados promisorios, con reducción paulatina de las tasas de abandono desde 2021.
La infraestructura educativa registra avances sustanciales con la construcción y remodelación de planteles, aunque persisten desafíos en mantenimiento y dotación de recursos didácticos. La integración tecnológica avanza con la implementación de plataformas digitales y educación a distancia, herencia positiva de las adaptaciones durante la pandemia.
El camino hacia la excelencia educativa requiere continuar fortaleciendo:
- Programas de inclusión para estudiantes con necesidades especiales
- Políticas de equidad de género en el acceso educativo
- Alianzas público-privadas para modernizar contenidos curriculares
- Sistemas de monitoreo y evaluación transparentes
El compromiso del Ministerio de Educación se refleja en su modelo de gestión participativa, integrando a familias, docentes y comunidades en el proceso educativo. Esta visión colectiva, sumada a la inversión del 4% del PIB en educación, posiciona al país en ruta hacia la transformación educativa que merecen las nuevas generaciones de dominicanos.
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