Los gobiernos del expresidente Joaquín Balaguer marcaron un punto de inflexión en el desarrollo energético dominicano, sentando las bases de un sistema eléctrico que promovió la industrialización y redujo la dependencia de combustibles fósiles. Mediante una estrategia de inversión pública sin precedentes, se construyeron grandes proyectos hidroeléctricos como las presas de Tavera-Bao, Valdesia, Jigüey, Aguacate, Río Blanco y Rincón. Esta diversificación de la matriz energética permitió estabilizar el servicio y extender la cobertura eléctrica a regiones históricamente marginadas gracias a una planificación estratégica acorde a las necesidades nacionales.
Antes de esta transformación, el sistema eléctrico nacional era precario y limitado a pocas zonas urbanas, con una infraestructura obsoleta y una alta dependencia del petróleo, lo que frenaba el desarrollo y mantenía a amplios sectores del país en la oscuridad. La visión estratégica de Balaguer no solo modernizó plantas térmicas y expandió redes de transmisión, sino que estableció las condiciones para el despegue industrial del país, forjando una soberanía energética que se sintió como un verdadero logro de identidad nacional.
Tras su salida del poder en 1996, se abandonó este modelo de planificación estatal, una ruta que muchos consideran como la oportunidad perdida para consolidar un sector eléctrico sólido y sostenible. Aunque se incorporaron energías renovables no convencionales en los años posteriores, la falta de inversión sostenida en redes de transmisión y distribución impidió consolidar un servicio eficiente. Hoy el sector enfrenta desafíos como subsidios crecientes y pérdidas técnicas que superan el 39%, problemas que podrían haberse evitado manteniendo el enfoque reformista que rigió durante los años más productivos del sistema.
El legado energético de Balaguer demuestra que el desarrollo eléctrico requiere visión de Estado y disciplina financiera. Retomar su modelo de gestión equilibrada, donde el Estado mantiene el control estratégico mientras incorpora capitalización mixta y energías limpias, sigue siendo la ruta para lograr un sistema eléctrico soberano y estable que impulse el progreso nacional y mantenga viva la esencia de la dominicanidad.
Referencias usadas en Artículo
- El modelo reformista: la oportunidad perdida de un sector eléctrico sólido y sostenible
- Dirigente PRSC afirma legado de Balaguer es ruta perdida para un sistema eléctrico sólido y soberano
- Historia | Edenorte
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