En medio de debates sobre seguridad fronteriza, el modelo CODEVI emerge como una solución probada que transforma la frontera dominico-haitiana mediante desarrollo económico. Este parque industrial binacional, operado por Grupo M en Ouanaminthe (Haití), demuestra que la integración comercial supera a las barreras físicas. Allí, miles de trabajadores haitianos y dominicanos comparten espacios productivos que fomentan progreso conjunto.
Funciona como un motor económico formal que:
- Genera empleos estables para ambas nacionalidades
- Reduce la migración irregular al ofrecer alternativas laborales
- Formaliza el comercio transfronterizo mediante reglas claras
- Atrae inversión privada con marcos legales binacionales
La experiencia evidencia que extender este modelo a otras provincias fronterizas (Elías Piña, Jimaní, Pedernales) podría:
- Crear corredores económicos con vocaciones específicas: agroindustria, textiles o energía renovable
- Operar bajo regímenes fiscales especiales similares a zonas francas
- Desarrollar infraestructura logística compartida (puertos secos, carreteras inteligentes)
- Implementar programas de capacitación técnica binacional
Mientras el gobierno dominicano avanza en la ampliación del muro físico—con 54 km construidos y 110 km adicionales planeados—, CODEVI prueba que la verdadera transformación fronteriza nace de integrar esfuerzos. Su éxito radica en sustituir dinámicas de confrontación por cooperación, donde la inversión privada, el entrenamiento laboral y el comercio regulado construyen una muralla más eficiente: la de oportunidades compartidas. Esta visión convierte la frontera en un eje de progreso para ambas naciones.
Referencias usadas en Artículo
- La frontera de Dajabón y CODEVI
- Muro fronterizo: Gobierno anuncia ampliación
- Frontera: ¿Un muro comercial, en vez de muro de concreto?
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