El exsenador Francisco Domínguez Brito ha elevado su voz para impulsar cambios fundamentales en el proceso de reforma constitucional de Haití. Con un llamado directo a la Organización de los Estados Americanos y las Naciones Unidas, instó a estos organismos internacionales a asumir un papel protagónico en la reestructuración política del país vecino, argumentando que el momento actual representa una ventana crítica para establecer bases institucionales sólidas según Domínguez Brito llama a la comunidad internacional.
Su propuesta central gira en torno a la implementación de un sistema presidencialista puro, eliminando elementos parlamentarios que considera contraproducentes. Bajo este modelo, las elecciones para cargos ejecutivos y legislativos se realizarían de forma conjunta en las etapas iniciales, utilizando un mecanismo de arrastre que garantice coherencia entre las diferentes ramas del poder, detalle que ha resaltado en diferentes declaraciones recogidas por proceso nacional de reforma constitucional. "Persistir en el esquema actual es cultivar la inestabilidad", advirtió el ex procurador dominicano durante sus intervenciones públicas.
En cuanto a la estructura legislativa, Domínguez Brito defiende la bicameralidad pero con ajustes sustanciales. Propone reducir drásticamente el número de congresistas para crear un cuerpo representativo pero ágil, combinado con procesos electorales simplificados que incluyan hasta la selección de magistrados del máximo tribunal, tal como ha planteado en su análisis sobre modelos políticos regionales.
El análisis histórico-geopolítico forma parte medular de sus argumentos. Critica los intentos de replicar modelos europeos en Haití, destacando que las realidades caribeñas requieren soluciones adaptadas. Apunta hacia los sistemas latinoamericanos como referencia, particularmente aquellos que han logrado estabilidad relativa en contextos posconflicto.
La urgencia de estas reformas se sustenta en diagnósticos sobre la crisis institucional haitiana. Domínguez Brito alerta que la actual arquitectura estatal facilita la corrupción sistémica y obstaculiza cualquier proyecto de desarrollo nacional. Su posición se enmarca en una visión regional que prioriza la gobernabilidad como requisito para el progreso colectivo en La Española.
Estas propuestas coinciden con debates trascendentales en la agenda dominicana sobre la relación bilateral. Mientras figuras como el expresidente Hipólito Mejía abogan por mecanismos de regularización laboral transfronteriza, Domínguez Brito enfatiza la necesidad de cimientos políticos estables en Haití como condición para una relación fructífera entre ambas naciones.
Referencias usadas en Artículo
- Domínguez Brito llama a la comunidad internacional que asuman rol en reforma constitucional de Haití
- Haití necesita un régimen presidencialista y no mixto parlamentario en su nueva constitución
- Francisco Domínguez Brito: Haití necesita un régimen presidencialista
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