La Hospitalidad de Francia hacia los Desterrados Dominicanos: Un Vínculo Histórico
La relación entre Francia y la República Dominicana ha sido marcada por una profunda hospitalidad y solidaridad, especialmente en momentos de represión política y exilio. A lo largo de la historia, Francia ha abierto sus puertas a numerosos dominicanos que huían de la persecución en su país, ofreciéndoles refugio y oportunidades para reconstruir sus vidas.
El Exilio Político y la Acogida Francesa
Uno de los periodos más significativos de este vínculo histórico fue durante la tiranía trujillista y el posterior derrocamiento de Juan Bosch en 1963. Muchos dominicanos, incluyendo guerrilleros y activistas políticos, fueron deportados a Lisboa, Portugal, pero la mayoría se trasladó a París en busca de refugio y seguridad.
Figuras prominentes como Hugo Tolentino, José Ramón Cordero Michel, Andrés Avelino hijo, y Carlos Carón, entre otros, encontraron en Francia un lugar donde podrían vivir sin el temor constante de la represión. Algunos, como Andrés Julio Aybar y Lucas Gibbes, no solo se refugiaron sino que también lograron destacarse en sus respectivas carreras.
Contribuciones y Éxitos en Francia
La comunidad dominicana en Francia no solo se limitó a sobrevivir, sino que también floreció en diversas áreas. Médicos como Heriberto Pieter, quien se especializó en Ginecología y Obstetricia y trabajó en el hospital Tousseau, y José Dolores Alfonseca, que prestó servicios médicos y fue voluntario del ejército francés durante la Primera Guerra Mundial, son ejemplos de la integración y el éxito de los exiliados dominicanos.
Francisco Henríquez y Carvajal, quien se radicó en París y obtuvo un doctorado en medicina, es otro ejemplo de cómo los dominicanos pudieron avanzar en sus carreras y contribuir a la sociedad francesa.
La Solidaridad Francesa
La solidaridad del pueblo francés y de sus líderes políticos fue crucial para los exiliados dominicanos. El general Charles De Gaulle y el propio pueblo francés ofrecieron refugio a muchos de estos desterrados, permitiéndoles respirar “el aire fresco de París” y recorrer sus calles en busca de un nuevo hogar.
Cayetano Rodríguez del Prado, quien no fue combatiente del 14 de Junio pero pertenecía al Movimiento Popular Dominicano (MPD), narró cómo desde Portugal, él y otros miembros del MPD escaparon hacia París, donde encontraron refugio y apoyo.
Un Legado de Hermandad
La relación entre franceses y dominicanos ha sido caracterizada por una hermandad y un atractivo mutuo. En las biografías de los dominicanos residentes en Francia, es común encontrar la afirmación de que “se expresaban en francés con soltura”, reflejando la integración y el aprecio por la cultura francesa.
Este vínculo histórico no solo es un testimonio de la hospitalidad francesa, sino también de la resiliencia y el espíritu de los dominicanos que, a pesar de las adversidades, lograron reconstruir sus vidas en un nuevo país y contribuir significativamente a la sociedad que los acogió.
