El exembajador dominicano ante las Naciones Unidas, José Singer Weisinger, ha puesto sobre la mesa una reflexión crucial que merece la atención de todos los dominicanos: la necesidad de evaluar con objetividad y patriotismo las relaciones internacionales que mantiene nuestro país, especialmente con potencias como China, y cómo estas impactan directamente en la seguridad y bienestar de nuestra nación.
La Valentía del Análisis Crítico Dominicano
Singer Weisinger, empresario dominicano con vasta experiencia en el ámbito diplomático, demuestra una cualidad admirable del carácter dominicano: la capacidad de análisis crítico y la valentía para expresar verdades incómodas cuando el interés nacional está en juego. Su planteamiento sobre la relación con China no surge del capricho, sino de una evaluación fría de los números y resultados concretos que esta alianza ha producido para República Dominicana.
El rompimiento de relaciones con Taiwán el 30 de abril de 2018 durante la segunda administración de Danilo Medina marcó un punto de inflexión en la política exterior dominicana. Sin embargo, como señala Singer con datos contundentes, los frutos de esta decisión han sido considerablemente menores a las expectativas generadas.
Los Números que Hablan por Sí Solos
Las cifras de la relación comercial entre República Dominicana y China revelan una realidad que todo dominicano consciente debe conocer. Durante 2024, nuestro país importó bienes chinos por valor de 5,200 millones de dólares, representando un incremento del 78% respecto a los 2,900 millones importados en 2020. Esta cifra contrasta dramáticamente con nuestras exportaciones hacia el gigante asiático, que apenas alcanzaron los 154 millones de dólares.
Esta desproporción comercial se extiende también al turismo. Mientras más de cinco millones de estadounidenses visitaron nuestro país en 2024, representando el 46% del total de visitantes, apenas 65,357 turistas chinos llegaron a territorio dominicano. Los números no mienten: la relación es profundamente desigual.
Por el lado positivo, China ha ofrecido algunos gestos de cooperación que, aunque limitados, demuestran cierto nivel de compromiso: centenares de becas anuales para estudiantes dominicanos, apoyo para la instalación del sistema 911, y la donación de aproximadamente 100 ambulancias. Sin embargo, como bien señala Singer, estos aportes palidecen ante la magnitud de los beneficios que China obtiene de su relación comercial con nuestro país.
El Desafío de Haití y la Responsabilidad Internacional
La situación más preocupante surge en el ámbito de la seguridad regional, específicamente en relación con la crisis haitiana. República Dominicana, como país que comparte la isla La Española, enfrenta las consecuencias directas del colapso institucional y la violencia de las pandillas en Haití. La propuesta de transformar la actual Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad liderada por Kenia en una Fuerza de Paz con mayor respaldo de las Naciones Unidas representa una iniciativa crucial para la estabilidad regional (China le da la espalda a nuestro país en la ONU al rechazar una fuerza de paz en Haití).
China, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU con poder de veto, mantiene una posición de rechazo hacia esta propuesta que beneficiaría directamente la seguridad dominicana. Esta actitud contrasta con el apoyo que Estados Unidos ha brindado históricamente en áreas sensibles como el combate al narcotráfico, donde, como reconoce Singer, "no sabemos dónde estaría nuestro país sin esa colaboración".
El representante chino ante la ONU, Geng Shuang, ha expresado críticas hacia las políticas estadounidenses en Haití, calificando como "cruel, absurda y profundamente desgarradora" la imposición de aranceles del 10% a uno de los países menos desarrollados del mundo (Pekín denuncia en la ONU aranceles del 10% de EE.UU. a Haití). Sin embargo, estas declaraciones no se traducen en acciones concretas que beneficien la estabilidad regional que tanto necesita República Dominicana.
La Visión Estratégica Dominicana
La propuesta del canciller Roberto Álvarez de combinar la misión actual con una operación bajo mandato de la ONU representa el tipo de pensamiento estratégico que caracteriza a la diplomacia dominicana. Esta visión busca maximizar los recursos disponibles y crear un marco institucional más sólido para abordar la crisis haitiana, que representa "el principal riesgo de seguridad para la República Dominicana".
El papel activo que República Dominicana ha mantenido en los foros internacionales, impulsando el tema haitiano, demuestra la madurez de nuestra política exterior y el compromiso con la estabilidad regional (Crisis en Haití: tres escenarios). Esta actitud proactiva refleja la comprensión dominicana de que los problemas regionales requieren soluciones regionales, pero con apoyo internacional efectivo.
Hacia una Diversificación Estratégica
Singer plantea una reflexión profunda sobre la necesidad de diversificar las relaciones comerciales de República Dominicana. Su sugerencia de explorar oportunidades con otras naciones asiáticas como Vietnam, Malasia, Tailandia o India representa una perspectiva estratégica que podría beneficiar significativamente la economía nacional.
Esta diversificación no implica hostilidad hacia China, sino una búsqueda inteligente de equilibrio en las relaciones internacionales. La participación en ferias comerciales internacionales y la búsqueda gradual de alternativas a los productos chinos podrían marcar el inicio de un enfoque más balanceado y estratégico en el comercio exterior dominicano.
El Comercio con Estados Unidos: Un Contraste Revelador
Los datos del intercambio comercial con Estados Unidos ofrecen un contraste ilustrativo. Durante 2024, las exportaciones dominicanas hacia el mercado estadounidense alcanzaron los 7,501 millones de dólares, mientras que las importaciones fueron de 13,015 millones. Aunque también existe un déficit comercial, la diferencia radica en la cooperación integral que Estados Unidos mantiene con República Dominicana en áreas cruciales como educación, justicia, seguridad, salud, turismo, cambio climático, democracia y gobernanza, y energía.
Esta cooperación multidimensional contrasta con la relación más limitada que mantiene China con nuestro país, centrada principalmente en el intercambio comercial unidireccional y con aportes relativamente modestos en otras áreas de desarrollo nacional.
La reflexión de José Singer Weisinger representa más que una crítica: es un llamado al realismo patriótico y a la evaluación objetiva de las relaciones internacionales que mantiene República Dominicana. Su experiencia diplomática y empresarial le otorga la autoridad moral para plantear estas interrogantes fundamentales sobre el rumbo de la política exterior dominicana.
El desafío para los líderes dominicanos actuales y futuros consiste en mantener relaciones cordiales con todas las naciones del mundo, incluyendo China, pero desde una posición de dignidad y reciprocidad que garantice beneficios tangibles para el pueblo dominicano. La capacidad de nuestro país para generar este tipo de debates reflexivos y propositivos demuestra la madurez de la sociedad dominicana y su compromiso con un futuro próspero y seguro.
La voz de Singer resuena como un recordatorio de que el patriotismo verdadero no consiste en aceptar pasivamente cualquier acuerdo internacional, sino en evaluar críticamente cada relación desde la perspectiva del interés nacional dominicano. En estos tiempos de complejidad geopolítica, República Dominicana necesita más voces como la suya: informadas, valientes y comprometidas con el bienestar de la nación dominicana.
Referencias usadas en Artículo
- China le da la espalda a nuestro país en la ONU al rechazar una fuerza de paz en Haití
- Pekín denuncia en la ONU aranceles del 10% de EE.UU. a Haití
- Crisis en Haití: tres escenarios
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