La Iglesia llama a la acción: Urge la aprobación de un Código Penal que defienda la vida y la familia
En un llamado ferviente y unificado, la Arquidiócesis de Santo Domingo de la Iglesia católica ha solicitado al Gobierno y a los legisladores dominicanos que aprueben urgentemente un nuevo Código Penal, pero con una condición crucial: debe ser un código que promueva y defienda la vida y la familia. Este llamado se produjo durante la XIII edición de la caminata “Un paso por mi familia”, un evento anual que se celebra en el Malecón de Santo Domingo y que reúne a miles de católicos y familias de la región.
Defensa de la Vida y la Familia
La Iglesia católica, a través de la Vicaría Episcopal de Pastoral Familia y Vida, ha sido clara en su manifiesto: “El Gobierno ha de procurar políticas que vayan a favor de la vida y la familia, evitando la ideología de género y todo lo que atente contra la vida y la familia”[5]. Este llamado se basa en la firme creencia de que la familia, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, es la célula primera y vital de la sociedad.
Garantías Constitucionales
La Iglesia ha recordado que la Constitución dominicana, en su artículo 55, establece que la familia debe ser promovida y protegida por el Estado. Además, el artículo 37 de la misma Constitución sostiene que el derecho a la vida debe ser respetado y protegido desde la concepción hasta la muerte natural. La Iglesia insiste en que estas garantías constitucionales deben ser reflejadas en el nuevo Código Penal[5].
Políticas a Favor de la Familia
La Arquidiócesis de Santo Domingo ha solicitado varias medidas concretas para apoyar a las familias. Entre estas se incluyen:
- Ayuda a las familias necesitadas: Procurar ayuda en forma de alimentos, medicinas y mayores oportunidades para las familias en situación de pobreza extrema.
- Planes de viviendas: Establecer planes de viviendas a bajo costo con financiamiento asegurado para las familias necesitadas, así como control del mercado de alquiler y tarifas equitativas para servicios básicos.
- Centros de Asistencia Familiar: Crear centros que contribuyan a proteger a las víctimas de la violencia, especialmente a las mujeres, niños y niñas.
- Fuentes de trabajo: Garantizar fuentes de trabajo para asegurar el sustento diario, la educación, la vivienda y un ambiente sano para la convivencia armónica en equidad y solidaridad[5].
Educación Integral
La Iglesia también ha enfatizado la importancia de una educación sexual integral basada en valores éticos y morales, tanto en las familias como en las escuelas. Esto es crucial para conducir a una sana afectividad y rechazar la ideología de género que se le quiere imponer a las familias[5].
Advertencia a los Partidos Políticos
En un tono de advertencia, la Iglesia ha recordado a los partidos políticos y a los estamentos públicos que la familia es una institución vital que también vota. Por lo tanto, actuar y legislar contra la familia es hacerlo contra sí mismos. La Iglesia ha concluido su manifiesto con un llamado unificado: “¡Que viva la familia!”[5].
Unidad y Acción
La caminata “Un paso por mi familia” ha demostrado la unidad y el compromiso de la comunidad católica y de las familias dominicanas en la defensa de los valores fundamentales de la vida y la familia. La Iglesia sigue siendo una voz activa y vigilante en la protección de estos derechos, y su llamado a la acción es un recordatorio claro de la importancia de la familia en la sociedad dominicana.