Una Diplomática de Experiencia al Servicio de la Región
La República Dominicana recibe a una de las figuras diplomáticas más relevantes en la administración Trump: Leah Francis Campos, embajadora de Estados Unidos designada por el presidente Donald J. Trump y confirmada por el Senado estadounidense el 7 de octubre de 2025. Su llegada al país marca un punto de inflexión en la cooperación bilateral, especialmente en materia de seguridad y combate al narcotráfico que azota la región caribeña.
Con un perfil profesional forjado en las agencias de inteligencia y seguridad nacional estadounidense, Campos trae consigo una trayectoria de más de una década como oficial de Operaciones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), además de haber desempeñado el cargo de asesora principal del Subcomité de Asuntos Exteriores del Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Posee una licenciatura en Ciencias Políticas, una Maestría en Asuntos Públicos y Relaciones Internacionales, consolidándose como una experta en temas de política exterior y seguridad hemisférica (perfil diplomático y trayectoria).
Los Tres Pilares de una Nueva Estrategia Diplomática
Desde su primer discurso oficial ante la Cámara Americana de Comercio (AMCHAMDR) realizado el 2 de diciembre de 2025 en Santo Domingo, la embajadora presentó de manera clara y directa la hoja de ruta que guiará su gestión (primer discurso de Leah Francis Campos como embajadora). Su intervención no dejó lugar a ambigüedades: firmeza, transparencia y resultados concretos serán las características de su trabajo.
La Seguridad como Fundamento
El primer pilar de su estrategia recae en la seguridad, un aspecto que la embajadora reconoce como inseparable de la seguridad económica. Campos destacó la reciente visita del secretario de Defensa Pete Hegseth a territorio dominicano y el compromiso conjunto entre ambas naciones para reforzar la vigilancia marítima, fortalecer el control fronterizo y combatir de manera coordinada el narcoterrorismo. En sus palabras, la administración Trump está 100% alineada con la República Dominicana en estos objetivos compartidos (alianza clave entre EE. UU. y RD).
La crisis que enfrenta Haití emerge como un tema central en su agenda diplomática. La embajadora se comprometió personalmente a trabajar junto al presidente Luis Abinader y con el sector privado dominicano para encontrar soluciones que reduzcan las amenazas regionales y permitan que la nación hermana alcance la estabilidad que merece. Reconoce que la República Dominicana, al ser geográficamente vecina de Haití, experimenta directamente las consecuencias de la inestabilidad en ese territorio.
En el combate específico contra el narcotráfico y el lavado de activos, la embajadora ha enfatizado que la República Dominicana se ha posicionado como un aliado indispensable. Ha felicitado públicamente al presidente Abinader y a su equipo por los avances logrados, incluida la mejora del país al nivel 2 en el Informe sobre la Trata de Personas de Estados Unidos, un reconocimiento que refleja el compromiso dominicano con los más altos estándares de derechos humanos.
Fortaleza Económica y Oportunidades de Inversión
El segundo pilar abarca la fortaleza económica, donde el turismo ocupa un lugar protagónico. Millones de ciudadanos estadounidenses visitan anualmente la República Dominicana, y la embajadora comprende que un entorno estable y seguro es fundamental para garantizar el flujo constante de visitantes e inversión extranjera. Ha elogiado el trabajo de Politur y reconoció la labor del general Minoru Matsunaga en la protección de ciudadanos estadounidenses (inicio de misión diplomática en el país).
La ciberseguridad también forma parte integral de esta estrategia. Campos señaló que en los primeros seis meses de 2025, el país enfrentó una gran oleada de intentos de ciberataques, por lo que ofreció apoyo técnico directo para fortalecer la infraestructura digital dominicana y promover el uso de redes confiables. Para ella, la ciberseguridad es ahora parte esencial de la soberanía nacional, principio que comparte plenamente con la República Dominicana.
En el ámbito comercial, Estados Unidos se mantiene como la principal fuente de inversión extranjera directa en territorio dominicano. La embajadora celebró el creciente interés de la República Dominicana por integrarse a la cadena de suministros de semiconductores, un sector estratégico de importancia global. Mencionó con satisfacción la visita del presidente Abinader y del ministro Víctor Bisonó a California para abrir puertas en esa industria innovadora. Arizona, su estado natal, se perfila como un punto estratégico para avanzar en esta colaboración tecnológica.
Prosperidad Compartida
El tercer pilar de su gestión es la prosperidad, que encuentra su expresión más concreta en la relación agrícola bilateral. Campos destacó que en julio de 2025 se celebró la mayor misión comercial agrícola que Estados Unidos haya realizado en suelo dominicano, un logro que define como ejemplo tangible de lo que ocurre cuando la colaboración se combina con confianza y objetivos claros.
En un gesto que ejemplifica su enfoque pragmático, la embajadora anunció que su primera visita oficial a una empresa dominicana será a Central Romana, principal proveedor de azúcar a Estados Unidos bajo el contingente arancelario vigente. Esto refleja su intención de proteger y fortalecer las bases productivas del país sin permitir la politización de temas comerciales.
La Experiencia de Inteligencia al Servicio de la Estabilidad
Más allá de los discursos diplomáticos, la designación de Campos responde a objetivos claros y estratégicos. Su vasta experiencia investigativa en agencias de inteligencia estadounidenses la posiciona como una herramienta fundamental en la persecución del narcotráfico y la investigación de fortunas sospechosas vinculadas a actividades delictivas (historial de inteligencia en la CIA). Su rol incluye también la vigilancia sobre el origen del dinero de aspirantes a cargos electivos, sin excepción alguna, en un esfuerzo por fortalecer la integridad de los procesos electorales dominicanos.
Con la embajadora en territorio, se espera un incremento notable en la presencia de agentes de la CIA, FBI y la DEA, trabajando en estrecha colaboración con autoridades dominicanas y el Ministerio Público. Este fortalecimiento de capacidades investigativas beneficia directamente a la República Dominicana en su lucha contra el crimen organizado.
Honestidad, Transparencia y Respeto por la Soberanía
Campos ha sido clara en subrayar que su comprensión del lema "America First" no significa "América Sola". Por el contrario, entiende que la fortaleza de Estados Unidos depende de la fortaleza de sus socios. La República Dominicana, desde su perspectiva, es uno de los amigos más confiables de Washington, con una capacidad demostrada e impresionante para hacer frente a las amenazas que enfrenta la región.
En su narrativa diplomática, la embajadora establece un balance importante: trabajar por los intereses estadounidenses no excluye que la República Dominicana haga lo propio. Al contrario, entiende que ese enfoque fortalece la asociación bilateral. Asume su misión con la intención de mantener una relación basada en honestidad, transparencia y respeto por la soberanía de ambos países, principios que ha reiterado públicamente en múltiples ocasiones (compromiso con la relación bilateral y respeto).
Valores Cristianos Compartidos
Un elemento que ha resonado profundamente en sus discursos es el reconocimiento de los valores cristianos compartidos entre ambas naciones. Campos ha enfatizado que estos valores comunes se traducen naturalmente en principios de libertad, libertad económica y búsqueda de paz y seguridad. Para ella, estos no son simples palabras diplomáticas, sino fundamentos que genuinamente conectan a los pueblos estadounidense y dominicano.
Una Relación Sin Formalismos Vacíos
La embajadora ha adoptado un tono de trabajo sin rodeos, rechazando formalismos vacíos y enfocándose en resultados concretos. Su invitación al sector empresarial dominicano es clara y directa: conversar, proponer e idealmente construir juntos el siguiente capítulo de una relación bilateral que, desde su perspectiva, posee todavía un futuro considerable por delante.
El reconocimiento especial que hizo a Patricia Aguilera, encargada de Negocios durante dos años y medio, también revela su comprensión del trabajo continuado de la diplomacia estadounidense en el país. Lejos de descartar los esfuerzos anteriores, Campos reconoce la trayectoria diplomática previa y construye sobre esos cimientos sólidos.
Una Apuesta por la Estabilidad Regional
Para la República Dominicana, la llegada de Leah Campos representa más que un cambio de embajador. Simboliza el compromiso renovado de la administración Trump con la región caribeña y, específicamente, con una nación que ha demostrado ser un socio confiable en temas de seguridad y estabilidad. La experiencia de Campos en inteligencia y su designación directa por el presidente Trump subrayan la importancia estratégica que Washington otorga a la relación bilateral.
En tiempos donde el narcotráfico sigue siendo una amenaza transnacional, donde la ciberseguridad requiere vigilancia constante, y donde la prosperidad económica depende de estructuras institucionales sólidas, la experiencia y el enfoque directo de la embajadora Campos se presentan como instrumentos valiosos para el
