San Francisco de Macorís se vistió de luto el lunes 3 de noviembre de 2025 cuando falleció Henry Rafael Hierro Fernández, a los 70 años, tras una larga batalla contra el cáncer. El maestro merenguero, nacido el 26 de septiembre de 1955 en esta ciudad, dejó un legado musical que permanecerá grabado en el corazón de la República Dominicana. Su muerte, ocurrida a las 7:35 a.m., marcó el fin de una era para quienes lo conocieron y admiraron su talento, pero sus creaciones continuarán vibrando en las generaciones venideras.
El Reconocimiento Oficial de la Comunidad
La magnitud del impacto cultural de Henry Hierro quedó evidenciada cuando el Concejo de Regidores del Ayuntamiento de San Francisco de Macorís no tardó en reconocer la magnitud de esta pérdida. Mediante la Resolución No. 14-225, aprobada en sesión extraordinaria celebrada el mismo día de su fallecimiento, se declaró duelo municipal para los días 3, 4 y 5 de noviembre de 2025. Esta decisión refleja el profundo respeto y admiración que su ciudad natal sentía por uno de sus hijos más ilustres. Durante estos días de luto, la bandera municipal ondeó a media asta en todos los edificios públicos municipales, como muestra solemne de respeto y solidaridad con los familiares, amigos y comunidad que lloraban la partida de un hombre que dedicó décadas a enaltecer la música dominicana. Los ediles resaltaron los aportes invaluables de Hierro al desarrollo cultural, artístico y social de San Francisco de Macorís, destacando su legado como un hombre comprometido con su ciudad y ejemplo vivo de entrega comunitaria. La ciudadanía fue exhortada a rendir tributo a su memoria, recordando su ejemplo de trabajo, humildad y servicio a los demás.
Un Innovador del Merengue Dominicano
Henry Hierro se destacó como músico, compositor, productor y arreglista de gran envergadura. Su nombre quedó inscrito en la historia del merengue cuando, junto a Víctor Roque, fundó en Nueva York la legendaria orquesta La Gran Manzana en 1983. Esta agrupación, que incluía a Danny Potreiros, revolucionó el género al fusionar el merengue tradicional con elementos del rock, creando una sonoridad completamente innovadora que cautivó a las masas. La Gran Manzana se convirtió rápidamente en una referencia obligada en la música tropical, conquistando los corazones de millones de oyentes tanto en Nueva York como en la República Dominicana. Sus temas más icónicos como "Mentirosa", "Tus besos", "Rosa blanca" y "Cuándo llegarás" se transformaron en verdaderos clásicos que perduran en la memoria colectiva de los dominicanos. Estos éxitos no fueron producto de la casualidad, sino del trabajo meticuloso, la dedicación artística y la visión musical de Henry Hierro.
El Revolucionario de la Música Tropical
Lo que distinguió a Henry Hierro de sus contemporáneos fue su formación académica excepcional. Desde principios de los años 80 estudió en la reconocida New York of Music en Nueva York, donde se radicó en 1979 luego de su paso por la orquesta de Wilfrido Vargas. Su capacidad para innovar en la música se alimentó del contacto con músicos clásicos del City College de Nueva York, donde durante dos años se dedicó a estudiar armonía profundamente. Durante este período de aprendizaje intenso, amplió su dominio de instrumentos, aprendiendo a tocar guitarra y piano además de su destreza en batería y bajo. Fue precisamente esta combinación de formación académica sólida con talento natural la que permitió a Henry Hierro introducir revolucionarios elementos a la música de merengue. Incluyó nuevos sonidos y modernidad nunca antes escuchados en el género, utilizando bajos profundos y micrófonos inalámbricos, innovaciones que no formaban parte de las orquestas de merengue tradicionales. Su creatividad y audacia transformaron la forma en que se concebía y ejecutaba el género nacional.
Un Productor y Arreglista sin Igual
Más allá de su trabajo con La Gran Manzana, Henry Hierro realizó arreglos y producciones musicales para destacados artistas nacionales e internacionales, sembrando su impronta musical en toda una generación. Trabajó con Rubby Pérez, Los Toros Band, Héctor Acosta "El Torito", Los Hermanos Rosario, Jackeline Estévez, Raffy Matías y Benny Sadel, entre muchos otros. Su talento productor trascendió fronteras y su estilo musical se convirtió en referencia obligada para las nuevas generaciones de músicos dominicanos. Tras su salida de La Gran Manzana, Henry Hierro lanzó una exitosa carrera como solista bajo el sello Karen Records, dejando éxitos como "A millón", "El diente de oro" y "La banda". Fue un virtuoso como pianista, compositor y arreglista. Quienes lo conocieron resaltan constantemente su humildad, su trato afable y su inquebrantable compromiso con la excelencia musical. Henry fue mentor y guía para muchos jóvenes talentos dominicanos, sembrando en ellos la pasión por la buena música y demostrando que es posible combinar calidad, innovación y disciplina en la carrera artística.
Los Tributos de Grandes Figuras
El fallecimiento de Henry Hierro conmovió profundamente a la comunidad artística dominicana. El reconocido merenguero Kinito Méndez afirmó que el merengue estaba de luto, expresando que habían perdido a un grande de la música, un gran productor, un artista inmenso y un ser humano excepcional. Según Méndez, Hierro aportó demasiado al merengue y fue quien definió el sonido del merengue de Nueva York junto a Víctor Roque, con arreglos y colores únicos que identificaron toda una era. Luego continuó trabajando con su hermano Willie Hierro, pero su gran legado permanecerá en ese sonido inconfundible que caracterizó al merengue neoyorquino. El maestro y director musical Ramón Orlando lo calificó como un artista brillante, señalando que la pérdida de Henry Hierro fue realmente grande. Subrayó que fue parte de esa generación que, desde fuera del país, dio poder y prestigio al merengue dominicano. Orlando destacó que además de ser arreglista de muchas agrupaciones y artistas, lo mejor de Henry era su dulzura, su sencillez y su forma de tratar a las personas. Lo recordó como un ser humano hermoso que dejó una gran pérdida para la clase artística dominicana. Milly Quezada y Wilfrido Vargas, dos gigantes de la música dominicana, también lamentaron su partida y celebraron su legado, recordando a un artista talentoso, humilde y apasionado que transformó para siempre el sonido del merengue. Sus palabras reflejan el respeto universal que Henry Hierro había ganado a lo largo de su carrera artística.
Una Formación que Hizo la Diferencia
El escritor y periodista Fausto Polanco, autor del libro "Merengueros", subrayó que Henry Hierro fue uno de los músicos populares con mejor formación académica desde principios de los años 80. Su capacidad de innovación en la música se debió en gran medida a que mientras estudiaba en Nueva York se rodeaba de músicos clásicos del City College. Durante dos años se dedicó a estudiar armonía profundamente y aprendió a tocar otros instrumentos que expandieron su paleta de sonidos. Polanco lo describió como un revolucionario en la música, destacando que incluyó nuevos sonidos al merengue, modernidad y contemporaneidad, utilizando bajos profundos y micrófonos inalámbricos, una innovación que no formaba parte de las orquestas de merengue convencionales. Sus merengues más populares como "Mentirosa", "Mole, mole", "La rosa blanca", "Tus besos", "Comparona", "La banda", "A millón", "Me muero por volverte a ver" y "Vamos a beber" se convirtieron en himnos que marcaron generaciones.
San Francisco de Macorís Despide a su Hijo Ilustre
Los restos de Henry Hierro fueron velados en la funeraria Fuente de Luz de San Francisco de Macorís, donde cientos de personas llegaron a rendirle sus últimos respetos. Su sepultura tuvo lugar en el cementerio viejo de la ciudad, en un acto que concentró la tristeza y gratitud de una comunidad que sabía estaba despidiendo a uno de sus más grandes exponentes culturales. La familia de Henry Hierro agradeció de todo corazón las muestras de cariño, solidaridad y respeto recibidas de colegas, amigos, medios de comunicación y admiradores que no dejaron de reconocer la magnitud de su aporte a la música dominicana. Su hermano Willie Hierro, quien dio cuenta de los detalles de su fallecimiento, fue custodio de la memoria de un hombre que dedicó toda su vida al arte de la música.
Henry Hierro nos enseñó que la verdadera grandeza reside en la humildad, el compromiso con la excelencia y el servicio desinteresado a la comunidad. Su legado no es solo musical, sino también moral y cultural. En cada nota de merengue que suene en las calles de San Francisco de Macorís, en cada arreglo innovador que inspire a nuevos músicos, en cada corazón que alguna vez vibró con sus creaciones, estará presente el espíritu de Henry Hierro. La música dominicana despide a uno de sus más grandes exponentes, pero su legado vivirá para siempre en la memoria de un pueblo que supo reconocer y valorar su genio artístico.
Referencias usadas en Artículo
- [Henry Hierro, el legado del merenguero dominicano](























































