Leonel Fernández y la crisis del sector agropecuario dominicano: un llamado a la recuperación y apoyo técnico

La crisis que atraviesa el sector agropecuario dominicano ha alcanzado niveles críticos, y el expresidente Leonel Fernández ha identificado claramente la raíz del problema. Tras participar en un encuentro histórico con más de 300 productores agropecuarios en San José de Ocoa, Fernández calificó como un "gravísimo error" la decisión del actual gobierno de despedir a técnicos y profesionales del área agropecuaria cuando asumió el poder en el año veinte veinte, señalando que esta acción política ha dejado al campo dominicano sin la asistencia técnica y el acompañamiento estatal que durante décadas ha caracterizado el apoyo gubernamental a nuestros productores (gravísimo error del PRM el despido de técnicos agropecuarios).

Un problema político con consecuencias agrícolas

El expresidente fue contundente al señalar el despido de personal altamente calificado del sector por motivos políticos, resaltando que “si sacamos a la gente que sabe, que ha estudiado en las universidades, que ha estudiado fuera, que son los que entienden, y los despiden sencillamente porque no son de esa agrupación política, se ha cometido un grave error que se está sintiendo en estos momentos”, expresó Fernández ante los productores. Esta política de exclusión ha transformado lo que debería ser un fortalecimiento institucional en un debilitamiento de la capacidad del Estado para responder a las necesidades reales de nuestros agricultores.
La falta de asistencia técnica ha provocado una disminución sensible en la productividad agrícola y un deterioro general del sector, reduciendo dramáticamente la capacidad de la nación para apoyar a los productores que han trabajado incansablemente en favor del país.

Voces unidas desde el corazón productivo del país

El encuentro en San José de Ocoa reunió a productores de distintas comunidades agrícolas de la región, incluyendo Sabana Larga, Rancho Arriba, Nizao, La Ciénega y El Pinar, entre otras zonas reconocidas por su extraordinaria diversidad productiva. Estos territorios generan cosechas de aguacate, cebolla, café, hortalizas y vegetales de exportación que alimentan tanto el mercado interno como los mercados internacionales donde se proyecta la marca República Dominicana.

Durante la reunión, los productores expresaron sus inquietudes, necesidades y aspiraciones compartiendo una frustración común: la sensación de abandono por parte de las actuales autoridades. Sin embargo, este encuentro representó algo más profundo: la oportunidad de que sus voces fueran escuchadas y validadas por un líder político que ha gobernado la nación en tres ocasiones y que comprende la importancia estratégica del sector agropecuario para el futuro del país.

Todos los asistentes coincidieron en la necesidad de reorientar la política agropecuaria nacional, fortalecer la asistencia técnica permanente y recuperar la confianza del productor rural. Estos elementos son absolutamente clave para el desarrollo sostenible del campo dominicano y para que nuestro país pueda mantener su posición como potencia agrícola en el Caribe.

Una promesa para 2028: la restitución que demanda el campo

Leonel Fernández realizó una promesa que resonó profundamente entre los productores presentes: si la Fuerza del Pueblo accede al poder en 2028, su gobierno restablecerá los puestos de los técnicos y profesionales agropecuarios que fueron despedidos injustificadamente. Más allá de la restitución, Fernández se comprometió a buscar a todos los profesionales agrícolas del país para que estén permanentemente en cooperación y asistencia con los productores que lo merecen y lo están reclamando (sector agropecuario según programa de Leonel Fernández).

Esta no es una promesa electoral común. Es el reconocimiento de que detrás de cada técnico despedido existe una familia, y que detrás de cada familia existe un impacto directo en la producción nacional. Es el reconocimiento de que la política no debe utilizarse para sabotear el progreso económico de una nación.

El fortalecimiento de la Fuerza del Pueblo

Simultáneamente a su trabajo en el territorio, la Fuerza del Pueblo ha continuado su proceso de fortalecimiento político. El partido juramentó recientemente a nuevos integrantes de su Dirección Política, reafirmando el liderazgo de Leonel Fernández como presidente del partido, junto a Radhamés Jiménez Peña como vicepresidente y Antonio Florián como secretario general. En este mismo proceso, se incorporaron decenas de nuevos miembros a la dirección partidaria, incluyendo profesionales y dirigentes del sector agropecuario que comprenden la urgencia de esta transformación.
La incorporación de antiguos miembros del Partido Revolucionario Moderno (PRM) a la Fuerza del Pueblo marca un cambio significativo en el panorama político dominicano. Tal como expresó Fernández, esta suma representa "una reanudación de la esperanza" en un momento donde el país atraviesa una etapa difícil. Aunque la situación es compleja, estos movimientos demuestran que es posible restituir el progreso y la prosperidad en la República Dominicana (FP juramenta su nueva dirección política y convoca marcha por reclamos sociales ante crisis en RD).

Las crisis múltiples que acechan a la nación

No es únicamente el sector agropecuario el que clama por atención. La República Dominicana enfrenta una crisis profunda en diversos ámbitos que demanda acción urgente. El alto costo de la vida golpea a las familias más vulnerables, mientras que el incremento de la inseguridad ciudadana mantiene en zozobra a barrios y comunidades que merecen paz y seguridad. Los apagones recurrentes, atribuidos a la falta de planificación en el sistema eléctrico, cierran negocios y apagan esperanzas. La escasez de agua potable en sectores urbanos y rurales afecta la calidad de vida de millones de dominicanos.

Además, la inestabilidad de la tasa de cambio ha alcanzado niveles preocupantes. Fernández cuestionó públicamente cómo es posible que, a pesar de que entran importantes divisas anualmente al país en remesas, turismo, inversión extranjera y actividades de zonas francas, el dólar se cotice a niveles tan altos. Esta volatilidad cambiaria genera desconfianza entre los sectores económicos, disuadiendo la inversión local y animando a muchos a resguardar sus recursos fuera del país. Cuando hay crisis de confianza, hay crisis de credibilidad, y esa crisis alcanza a todos los dominicanos.

La defensa de los derechos laborales

Un tema que ha ocupado un lugar central en el discurso de Fernández es la defensa de los derechos adquiridos de la clase trabajadora dominicana. El expresidente ha criticado las propuestas que pretenden reducir significativamente el beneficio de la cesantía laboral a solamente seis meses de salario, independientemente del tiempo laborado. Aunque desde el Poder Ejecutivo se insiste en que la reforma del Código Laboral no afectará este derecho fundamental, el hecho de que legisladores del PRM hayan introducido tales propuestas demuestra la existencia de una intención de recortar derechos que las trabajadoras y trabajadores dominicanos han conquistado a lo largo de generaciones.

Una convocatoria a la acción social

La Fuerza del Pueblo, consciente de la gravedad de la situación nacional, ha convocado para el treinta de noviembre a una marcha pacífica. Esta manifestación busca expresar el respaldo a las demandas sociales legítimas de la población dominicana frente a la ausencia de respuestas del actual gobierno. La marcha representa una oportunidad para que todos los sectores de la sociedad se unan en torno a objetivos comunes: recuperar la estabilidad económica, restaurar la seguridad ciudadana, garantizar servicios básicos de calidad y defender los derechos fundamentales de todo el pueblo.

Esta convocatoria no surge del vacío, sino de la acumulación de frustraciones legítimas de un pueblo que siente que ha sido abandonado. Desde el campo hasta las ciudades, desde los trabajadores hasta los empresarios, existe un consenso de que se necesita un cambio de rumbo que reposicione a la República Dominicana en la senda del progreso y la prosperidad.

El llamado de Leonel Fernández y la Fuerza del Pueblo es claro: es tiempo de recordar que los gobiernos existen para servir al pueblo, no para favorecer a facciones políticas. Es tiempo de entender que el mérito profesional no debe ceder ante la lealtad partidaria. Es tiempo de reconocer que los técnicos agropecuarios despedidos no eran simples empleados, sino guardianes del futuro alimentario de la nación. Y es tiempo de comprender que otro modelo de gestión pública es posible, uno donde la competencia política no signifique el sacrificio del progreso nacional. El campo dominicano espera, y una nueva mayoría se está gestando en el seno de la Fuerza del Pueblo, lista para devolver a la República Dominicana la dignidad, la estabilidad y el futuro prometedor que todos sus ciudadanos merecen.

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